Entrevista al Arzobispo de Seúl, el cardenal Yeom

«Rezo cada día para que no se detengan los esfuerzos de diálogo para la paz en Corea»

Entrevista con el cardenal Yeom, arzobispo de Seúl, sobre los grandes desafíos de Corea del Sur desde la óptica de la Iglesia, una de las de más crecimiento del mundo: diálogo con Corea del Norte, crisis demográfica y su posición sobre el aborto

El cardenal Yeom Cedida a ABC
F.J. Calero

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Con 51 millones de habitantes, Corea del Sur se enfrenta, como su vecina Japón, al gran desafío demográfico de sociedades cada vez más envejecidas gracias al desarrollo y con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo (la séptima): 1,323 niños por mujer (en España es de 1,391). Hace menos de un mes en pleno debate, que ya está presente en Europa, de o bien abrir las puertas a la inmigración o impulsar políticas de natalidad, el Tribunal Constitucional coreano ordenó al Parlamento que, antes de finales de 2020, debe reformar la ley que prohíbe el aborto tras más de 66 años en vigor.

Bajo las leyes actuales, las mujeres que interrumpen su embarazo se enfrentan a penas de 1.500 euros de multa y hasta un año de cárcel. Los vientos de cambio en Corea del Sur, como sucedió el pasado año en la católica Irlanda , han empujado socialmente a terminar con la prohibición. Así, legalizar el aborto cuenta con un amplio apoyo entre las mujeres surcoreanas menores de 45 años: de 10.000 consultadas por el Gobierno el pasado año tres de cada cuatro optan por liberalizar la regulación. Según recoge el diario norteamericano «The New York Times», solo en 2017, se realizaron 49.700 abortos, casi el 94 por ciento de ellos ilegalmente, según estimaciones publicadas en febrero por el Instituto de Salud y Asuntos Sociales de Corea, administrado por el Gobierno.

Uno de los principales actores en contra de la derogación es la Iglesia, que pide proteger a las mujeres y los fetos del aborto. «Una nación tiene la responsabilidad de garantizar la vida y la seguridad de su gente en cualquier circunstancia. Cada vida, desde el momento de la concepción, debe ser protegida como un ser humano y asegurada con su dignidad», escribió el cardenal y arzobispo de Seúl Andrew Yeom Soo-jung (Ansung, 1943) en su mensaje de Pascua, reafirmando la postura antiaborista de la Iglesia Católica. En una de las zonas del mundo con menor porcentaje de católicos, Corea del Sur es la excepción a la norma. Dinámica y joven, la Iglesia se granjeó multitud de apoyos al formar parte, activamente, de la lucha a favor de la democracia.

Poco antes del fallo del Tribunal, ABC entrevistó al cardenal para abordar los grandes desafíos del país desde la óptica de la Iglesia: diálogo con Corea del Norte , crisis demográfica y su posición sobre el aborto.

[La entrevista se realizó unos días antes del fallo del Tribunal]

La Iglesia católica coreana ha experimentado intensos conflictos internos entre los sacerdotes conservadores (principalmente sacerdotes y obispos) y jóvenes progresistas. ¿Estas luchas reflejan lo que es realmente la sociedad coreana? Después de la lucha por la democracia y los derechos humanos, ¿la próxima frontera para la Iglesia coreana son los derechos de las minorías, las mujeres y los homosexuales en el país?

La derogación de la ley de aborto es un tema candente en todo el mundo, incluida Irlanda, un país tradicionalmente católico, donde ha sido recientemente revocada. Corea no es una excepción. Muchas organizaciones sociales y de mujeres insisten en la legalización del aborto, apoyándose en los derechos de autodeterminación y reproducción de las mujeres.

La legalización no es una solución para el problema del aborto. Lo que tortura a las mujeres no es ese artículo del derecho penal, sino varias situaciones que obligan a las mujeres a optar por el aborto. Por encima de todo, desde la primera vez que es concebido, todos son honorables y dignos. Por lo tanto, lo que deberíamos hacer es aceptar cada vida tal como es desde el momento de la concepción bajo la responsabilidad común del padre y la madre al mismo tiempo. Además, dado que cada vida es una responsabilidad común de nuestra sociedad, debemos tratar de mejorar los sistemas generales de bienestar social para ayudarlass a dar a luz y criar a sus hijos.

Los jóvenes coreanos se enfrentan a muchas situaciones difíciles en su vida como la subida de la tasa de desempleo juvenil y a una cultura marcada por la competitividad excesiva

¿Cómo explica la Iglesia coreana que su país presente una de las tasas de natalidad más bajas del mundo?

Los jóvenes coreanos se enfrentan a muchas situaciones difíciles en su vida como la subida de la tasa de desempleo juvenil (en torno al 10%) y a una cultura marcada por la competitividad excesiva que, debido a la extensión de estudios y la búsqueda posterior de empleo lleva a muchas parejas a retrasar el matrimonio así como tener hijos. En esta situación, creo que la Iglesia debería ser la primera en transmitir el mensaje de que «Dios siempre te acompaña», y guiar a los jóvenes a la Iglesia para que puedan poner las enseñanzas del Evangelio en el centro de sus vidas.

Cuando estuve en la catedral de Myeongdong pude ver a muchos jóvenes coreanos saliendo de misa, mientras en las iglesias españolas solo quedan las personas mayores. ¿Por qué está creciendo la Iglesia católica en Corea mientras que en otras regiones está disminuyendo?

El envejecimiento no es exclusivo de la Iglesia española, sino que es un fenómeno que afecta a las Iglesias de todo el mundo, incluida la coreana. Esto se debe principalmente a la atmósfera social marcada cada vez más por el individualismo y el secularismo. Sin embargo, sea cual sea la razón, es el momento de que realicemos una «Nueva Evangelización», que San Juan Pablo II habría defendido.

Así y todo, la tendencia al envejecimiento también se está acelerando en Corea. Estamos haciendo todo lo posible para fortalecer las actividades pastorales para los jóvenes.

Dicho esto, la Iglesia coreana goza de una atmósfera más joven y dinámica que la europea en parte porque solo han pasado 235 años desde que se proclamó el Evangelio por primera vez (1784) en este país.

¿Por qué se ha desarrollado tanto la Iglesia Católica en Corea del Sur en comparación con los países vecinos?

En 2017, se informó que había un total de 1.734 parroquias en 16 diócesis en Corea del Sur. El número total de fieles católicos es ahora más de 5,800,000 con 5,360 sacerdotes y 11,736 religiosos. La Iglesia coreana ha estado mostrando un aumento más radical en su tamaño que cualquier otra iglesia en el mundo durante las últimas 3 décadas. Esto se debe principalmente a la identidad de la Iglesia coreana para perseguir la protección de la democracia y los derechos humanos básicos y para representar las voces de los pobres y marginados bajo la dictadura y el régimen militar en los años 70 y 80. Pero sobre todo, se basa en la fuerte fe de los coreanos, que aun sin misioneros en el país difundieron el evangelio pese a la persecución por más de 100 años.

¿En qué manera está conectada la Iglesia coreana a España?

Tenemos a dos sacerdotes de la Arcuidiócesis de Seúl haciendo obras misioneras en España, sin olvidar que tenemos comunidades de coreanos católicos en Madrid, Barcelona y Las Palmas. En una misa reciente, el Padre Go, que ha pasado tres años en España, destacó las diferencias entre ambas iglesias, que pueden intercambiar fortalezas: la coreana, joven y dinámica, y la española, con tanta historia y tradición.

No debemos esperar que todos los asuntos complejos de este conflicto se puedan resolver de un día para otro: Corea del Norte y Corea del Sur están enfrentadas desde hace 70 años

El catolicismo es una de las religiones favoritas de las élites coreanas. El presidente Moon Jae-In es el tercer presidente católico de la historia del país. En Europa, los líderes políticos se han alejado un poco de la religión, al menos en público. ¿Cómo influye la religión en la hoja de ruta política y diplomática del residente Moon? ¿Hay paralelismos con la diplomacia del Papa Francisco?

En el mensaje para la 52a Jornada Mundial de la Paz el 1 de enero, bajo el lema «La buena política está al servicio de la paz», el Papa Francisco dijo: «Si se ejerce con el respeto básico a la libertad y la dignidad de las personas, la vida puede convertirse en una forma excepcional de caridad». No solo el presidente Moon Jae-in, sino todos los políticos que siguen a Jesús deben tener en mente las palabras del Papa. En la misa de la primavera para congresistas católicos, les pedí que hicieran «todo lo posible por lograr la justicia con la misericordia de Dios». Para los problemas intercoreanos y las políticas diplomáticas, la justicia basada en el Evangelio debe ser el primer objetivo en cualquier hora.

La última cumbre de Trump-Kim fracasó. ¿Qué papel ha tenido la iglesia católica en el proceso de paz de Corea hasta ahora?

El Papa Francisco siempre ha subrayado que «el diálogo es el camino hacia la paz». Rezo para que no se detengan los esfuerzos por mantener el diálogo entre Corea del Sur, Corea del Norte y Estados Unidos. Sin embargo, no debemos esperar que todos los asuntos complejos de este conflicto se puedan resolver de un día para otro: Corea del Norte y Corea del Sur están enfrentadas desde hace 70 años. La Iglesia coreana ha estado orando continuamente por la paz y una verdadera reconciliación, y no una simple «unificación» de la península de Corea.

Desde 1995, hemos estado celebrando una misa por la paz y la reconciliación del pueblo coreano todos los martes por la noche en la catedral de Myeongdong. Y el Comité para la Reconciliación del Pueblo Coreano en la Archidiócesis de Seúl está organizando actividades como la Campaña 'La Iglesia de Corea del Norte en mi Corazón' para recordar y orar por una iglesia en Corea del Norte todos los días, 'Viento de la Paz - Peregrinación Juvenil Mundial a DMZ (Zona desmilitarizada), para orar por la paz caminando por la Zona Desmilitarizada.

La Iglesia coreana también ampliará las ayudas humanitarias para los norcoreanos.

¿Podría describir el estado de la Iglesia Católica en Corea del Norte? ¿Están especialmente perseguidos los católicos norcoreanos?

En el año de la independencia en 1945, se estimó que había 57 parroquias y 52,000 fieles en Corea del Norte. La Iglesia de Corea del Norte, con esos sinceros creyentes y sacerdotes apasionados, se ha convertido en una «iglesia silenciosa» después de que el obispo diocesano Francis Borgia Hong Yong-ho (1906 ~ 1950) y otros sacerdotes en la Diócesis de Pyongyang fueran secuestrados y desaparecidos después de la Guerra de Corea. Hay que tener en cuenta que los norcoreanos no tienen libertad de credo.

Así y todo, como Administrador Apostólico en la Diócesis de Pyongyang, creo que las llamas del Espíritu Santo nunca morirán en Corea del Norte. Todavía debe haber creyentes que oren a Dios.

Muchos desertores de Corea del Norte abrazan el cristianismo tras su huida de Corea del Norte por la frontera con China. ¿Podría explicarme más sobre el papel de la Iglesia coreana en esos casos?

La Iglesia coreana está apoyando a los desertores norcoreanos para que se establezcan de manera segura en Corea del Sur. Muchas diócesis y congregaciones están organizando refugios o donando fondos para ellos. El Comité para la Reconciliación del Pueblo Coreano, dependiente de la Arquidiócesis de Seúl, organizó el Coro de Unitas y el Coro de Unitas Angels integrado por desertores norcoreanos y sus hijos. El objetivo de los Coros es apoyarlos para que se comuniquen, se sientan solidarios y se establezcan de manera segura no solo en la Iglesia sino también en la sociedad coreana.

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