Imagen del mausoleo donde descansan los restos del expresidente argentino Néstor Kirchner
Imagen del mausoleo donde descansan los restos del expresidente argentino Néstor Kirchner - EFE

Registran el cementerio de Néstor Kirchner

Las operaciones, ordenadas por un juez, se enmarcan dentro de la investigación de lo que se conoce como «ruta del dinero K»

CORRESPONSAL EN BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
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Néstor Kirchner ni vivió ni descansa en paz. Las oficinas del cementerio donde se encuentra el mausoleo que alberga los restos del expresidente fueron registradas al milímetro por orden del juez federal Sergio Torres. El magistrado instruyó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria para que revisara, palmo a palmo, cada cajón y rincón de las dependencias con el fin de localizar documentación que pruebe con qué fondos y cómo se mantuvo la tumba, más propia de faraones del antiguo egipcio que de la Argentina del siglo XXI.

Las operaciones se enmarcan dentro de la investigación de lo que se conoce como «ruta del dinero K». Esto es, los caminos por los que se fugó el dinero de la corrupción y su sistema de blanqueo, durante los tres gobiernos consecutivos del matrimonio formado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández entre mayo del 2003 y diciembre del 2015.

Las órdenes de Torres, de momento, dejaron fuera lo que es la tumba de Kirchner pero no así las dependencias de la intendencia (equivalente a Alcaldía) de la ciudad de Río Gallegos, capital de la provincia patagónica de Santa Cruz y todas las oficinas del cementerio. Torres quiere confirmar que fue el hoy preso Lázaro Báez quien financio la monumental construcción mortuoria y costeó su mantenimiento hasta hace unas semanas. Báez, exchico de los recados, cajero del banco de Santa Cruz, empresario enriquecido en la última década con obra pública y considerado el testaferro de Kirchner se alejó a la muerte de éste de su viuda y dejó de sostener el mausoleo. Desde entonces, dejó de estar abierto al público. El juez busca documentos de cuentas corrientes en el exterior o cualquier prueba para aclarar «la ruta del dinero K».

Se da la circunstancia de que la actual gobernadora de Santa Cruz es Alicia Kirchner, hermana del expresidente que, pese al discurso oficial de opulencia y bienestar de la «década kirchnerista», no tuvo más remedio que reconocer que su administración está más cerca de la bancarrota que del paraíso pintado por su cuñada, procesada e imputada por, entre otos delitos, blanqueo de dinero y enriquecimiento ilícito.

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