El presidente chino, Xi Jinping, da la mano a su homólogo ruso Vladimir Putin, en la ceremonia de bienvenida a Beijing
El presidente chino, Xi Jinping, da la mano a su homólogo ruso Vladimir Putin, en la ceremonia de bienvenida a Beijing - REUTERS

Putin busca aumentar relación con China y mostrar que Rusia no está aislada

Es la cuarta visita oficial del mandatario ruso al país asiático en tres años. Un intento del Kremlin de continuar su acercamiento a Pekín en medio de sus crecientes problemas económicos

PEKÍN Actualizado: Guardar
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Los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, buscan potenciar la relación política y económica bilateral en la reunión que mantendrán este sábado en Pekín. Así, el mandatario ruso quiere demostrar que su país no está aislado.

Esta es la cuarta visita oficial de Putin a China en tres años, y los analistas la interpretan como un intento del Kremlin de continuar el giro hacia Pekín en medio de los crecientes problemas económicos rusos.

La reunión llega con Rusia en su peor recesión en dos décadas, afectada por la caída de precios del petróleo y el gas y por las sanciones de Occidente debido al conflicto ucraniano.

Mientras tanto, China está en su crecimiento más bajo en un cuarto de siglo, aunque con cifras todavía saludables en incremento del producto interior bruto y comercio exterior.

«Es una visita muy importante», ha afirmado este viernes en rueda de prensa una portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Hua Chunying, quien ha recalcado el alto nivel de la cooperación entre Pekín y Moscú y ha considerado normal el elevado ritmo de visitas del mandatario ruso.

De hecho, Putin y Xi ya se han reunido este jueves en Taskent, la capital de Uzbekistán, con motivo de la cumbre de líderes de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO), otro elemento que apunta a que la visita a Pekín del mandatario ruso tiene una parte de simbólica.

El Kremlin avanzó el pasado miércoles que Putin y Xi firmarán o presidirán la firma de 50 acuerdos de cooperación entre Gobiernos y empresas, entre ellos para el desarrollo de aviones de gran tamaño y un helicóptero civil.

Un proceso lento

Pero, a pesar de los acuerdos marco multimillonarios en 2013 y 2014 para la venta de grandes cantidades de petróleo y gas rusos a China, el desarrollo de esos planes ha avanzado muy lentamente.

De hecho, el comercio bilateral cayó en 2015 un 28 %, hasta los 65.000 millones de dólares, debido al hundimiento del precio de los hidrocarburos, que constituyen la base de las exportaciones rusas a China.

Mientras tanto, la inversión china en Rusia sigue siendo muy limitada.

Para Alexander Gabuev, director del Programa Rusia y Asia-Pacífico en el Centro Carnegie de Moscú, Putin busca enviar el mensaje a Occidente de que «no se puede aislar a Rusia».

Sin embargo, explica que las empresas chinas, especialmente los grandes bancos, son muy reticentes a invertir en territorio ruso. Mercados poco abiertos, gran intervencionismo estatal o la posibilidad de sufrir sanciones en EEUU son los principales factores.

«Ningún banco chino se arriesgará a poner en peligro sus operaciones en Estados Unidos por Rusia, un mercado pequeño y cerrado», explicó Gabuev en una reciente conversación con corresponsales extranjeros en Pekín.

Putin y Xi también discutirán sobre el aumento de la cooperación económica de ambos países a través de las repúblicas ex soviéticas de Asia Central como punto intermedio.

Se trata de una zona en la que China intenta ganar influencia económica a través de la recreación de la Ruta de la Seda, y de la que Rusia es el principal garante de su seguridad.

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