La UE prorroga las sanciones que viene aplicando a Rusia desde 2014 por su actuación en Ucrania

Moscú ayuda militar y financieramente a las fuerzas separatistas en la región ucraniana de Donbass

El presidente ruso asiste a una reunión con los finalistas del concurso para estudiantes escolares, a través de una vídeoconferencia AFP

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La Unión Europea no observa «ningún avance» en la línea de que se resuelva la explosiva situación creada en el este de Ucrania a raíz de la ayuda militar y financiera de Moscú a las fuerzas separatistas en la región ucraniana de Donbass. Aunque de menor intensidad que hace siete años, los enfrentamientos armados entre fuerzas del Ejército ucraniano y de los secesionistas sublevados se siguen produciendo de vez en cuando.

Así que, tras dar su visto bueno de forma unánime los líderes de los 27 países miembros en la cumbre de los días 24 y 25 de junio, el Consejo de la UE anunció ayer en un comunicado que las sanciones «sectoriales» que se vienen aplicando a Rusia desde 2014 por su actuación en Ucrania quedan prorrogadas por seis meses más, hasta el 31 de enero de 2022. El representante de Rusia ante la UE, Vladímir Chizhov, advirtió el mes pasado que «la política de sanciones hacia Rusia es un camino hacia ninguna parte».

Bruselas impuso por primera vez sanciones a Rusia en 2014 por la anexión de Crimea y por promover una guerra civil en el este de Ucrania. Estas medidas restrictivas se han ido prorrogando y ampliando desde entonces una y otra vez. Se suspendieron las negociaciones para un régimen sin visado y para un nuevo acuerdo básico de cooperación, se introdujo una prohibición de entrada a los países comunitarios para funcionarios de la Federación de Rusia y se congelaron sus activos. También se introdujeron restricciones comerciales, financieras y de adquisición de tecnologías «estratégicas» y de uso militar, además de cerrar su mercado a las armas rusas. Las sanciones económicas sectoriales contra Rusia restringen además el acceso a los mercados de capital primario y secundario de la UE para varias empresas rusas y cinco bancos y prohíben la financiación de empresas energéticas como Rosneft, Transneft y Gazprom Neft.

El comercio con Crimea está también vetado con sanciones que se prolongaron también por seis meses el mes pasado. Así mismo, Bruselas ha aplicado restricciones a Rusia por la persecución lanzada contra la oposición y el intento de envenenamiento del líder disidente ruso, Alexéi Navalni , actualmente en prisión con un condena de dos años y cinco meses. En respuesta a todas estas medidas, Rusia decretó hace tiempo la prohibición de las importaciones desde la Unión Europea de una larga lista de productos alimenticios.

Cumbre ruso-europea

En la cumbre europea del mes pasado, la canciller alemana, Angela Merkel , y el presidente francés, Emmanuel Macron , trataron de impulsar la celebración de un encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin , como hizo recientemente el jefe de la Casa Blanca, Joe Biden , pero una decena de países miembros se opusieron y la propuesta fue declinada. En Moscú se lamentó tal decisión argumentando que hace ya más de siete años que no se celebran cumbres ruso-europeas y es fundamental restablecer los canales de comunicación y reconducir la relaciones.

Un intento de acercamiento se produjo a principios de febrero con la visita a Moscú del jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell , pero su encuentro con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov , degeneró en duros reproches mutuos. Borrell exigió la liberación inmediata de Navalni y una «investigación transparente» sobre las causas del envenenamiento que sufrió el dirigente opositor el año pasado en Siberia. Lavrov, por su parte, le salió con los presos independentistas catalanes y aseguró que su condena fue un ejemplo de «decisiones judiciales motivadas políticamente».

Pocos días después de aquello, el ministro de Exteriores ruso dijo que Rusia romperá completamente las relaciones con Bruselas, si se aplican nuevas sanciones. «En el caso de que volvamos a ver, como ya hemos sufrido más de una vez, que se aplican sanciones contra determinados sectores productivos, creando riesgos para nuestra economía incluso en las esferas más sensibles. No queremos aislarnos del mundo, pero debemos estar preparados», alertó Lavrov.

Ayer precisamente, seguía con su visita a Alemania el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, con la intención de insistir en la necesidad de mantener las sanciones a Rusia a fin de obligarla a dejar de apoyar a los separatistas de Donbass. Zelenski, ha sido recibido por Merkel, por su homólogo germano, Frank-Walter Steinmeier, y por el probable futuro canciller, Armin Laschet. El presidente ucraniano trata de lograr también el apoyo de Berlín a un cambio de formato en los acuerdos de paz de Minsk y convencerles de que renuncien al gaseoducto ruso Nord Stream-2.

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