Primeros pasos de la coalición ‘semáforo’ de Alemania

El canciller Scholz habla tanto de «continuidad» como de un «nuevo comienzo» en su gestión y apuesta por un mayor protagonismo mundial de Europa

El canciller alemán, Olaf Scholz, durante una rueda de prensa con el primer ministro polaco (fuera de la imagen) Efe

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La maquinaria gubernamental de Berlín trabaja ya sobre el menú del acuerdo de la ‘ coalición semáforo ’ como la cocina de un restaurante en hora punta. El plato fuerte lleva por nombre ‘continuidad’, pero va servido con una generosa guarnición de ‘nuevo comienzo’. Estas son las palabras con las que describe su propio plan de trabajo el canciller Olaf Scholz , que insiste en que su política exterior empezará por un «aumento de la soberanía estratégica europea», lo que implica mayor independencia en materia de seguridad, energía y agenda internacional.

Scholz ya avanzó lo que quiere para Europa cuando diseñó, junto con su colega de Francia, el Fondo Europeo de Reconstrucción, para el que por primera vez la Comisión ha emitido deuda conjunta. En su primera visita oficial a París y a Bruselas el viernes, menos de 48 horas después de tomar posesión del cargo, se ha mostrado menos condescendiente con los asuntos rusos que su predecesora Merkel y deseoso de fijar nuevas metas de integración europea «que no se podrán cubrir en una sola legislatura».

Estado federal europeo

En el texto del acuerdo de coalición que el socialdemócrata ha firmado con liberales y verdes, figura la apuesta por «la evolución de la UE hacia un Estado Federal Europeo» de funcionamiento descentralizado. «Es finalmente la respuesta al discurso de la Sorbona de Macron, en el que abogó hace cuatro años por una vasta reforma europea», analiza Pascale Joannin, directora general de la Fundación Robert Schuman. «Merkel se limitó a tomar nota y este es un enfoque diferente que trata de evitar el riesgo de aislamiento geopolítico y comercial», agrega el director del Instituto Franco-Alemán de Ludwigsburg, Frank Baasner.

También quedarán en matiz las diferencias en la relación con la OTAN, aunque en el pacto de coalición no hay mención alguna al gasto militar del 2% que exige la Alianza. En su primera reunión con Stoltenberg, según fuentes de la Cancillería , Scholz se ha sincerado. Ha expresado su compromiso y ha prometido que prevalecerá sobre los gestos que su ministra verde de Exteriores, Annalena Baerbock , dirigirá previsiblemente hacia su propia galería. «El papel de Baerbock queda reducido al de cartero, no puede hacer mucho daño», asegura el periodista y escritor Henryk M. Broder.

En casa, Scholz aumentará el salario mínimo a 12 euros por hora y construirá 400.000 nuevos pisos , el 25% serán viviendas sociales. Legislará el derecho a voto a partir de los 16 años y reducirá el número de diputados en el Bundestag. Facilitará el acceso a la nacionalidad alemana a los inmigrantes, que podrán pedirla con cinco años de residencia y permitirá la doble nacionalidad, vedada hasta ahora a determinados países. Pondrá fin a las restricciones a la publicidad de los médicos que practican abortos, cargará a la Seguridad Social el uso de métodos anticonceptivos y legalizará el cannabis . Los talibanes, de hecho, ya están en contacto con la empresa alemana CPharm International desde la semana pasada, en busca de un acuerdo para que construya en ese país una fábrica de procesamiento de 400 millones de euros.

Scholz, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen Efe

En cuanto a la pandemia, Scholz corta por lo sano y prepara a toda prisa un proyecto de ley para hacer obligatoria la vacuna que llevará al Parlamento en febrero. En un primer paso, el Bundestag ha votado este viernes, en el día número dos de la legislatura, la vacuna obligatoria para el personal sanitario. Y en cuanto a protección del clima, adelanta 8 años el abandono del carbón, fijado en 2030. Dedicará un 2% del territorio alemán a la energía eólica y de hidrógeno. Su objetivo es que en 2030 el 80% de la electricidad provenga de renovables y tener circulando 15 millones de coches eléctricos. Los paneles solares serán obligatorios en edificios comerciales y muchas viviendas, los vehículos de combustión desaparecerán en 2035 y Alemania será climáticamente neutral en 2045.

Ingentes inversiones

El ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner , ha prometido que todo esto se llevará a cabo sin perder el sector industrial ni la carrera por la digitalización, lo que requerirá ingentes inversiones, difíciles de compaginar con el regreso al freno de la deuda en 2023.

Se dispone a lanzar en los próximos días un anexo a los presupuestos de 2021 con autorizaciones de crédito para luchar contra la pandemia no utilizadas que desviarán unos 30.000 millones al Fondo del Clima . La maniobra tiene algo de juego de prestidigitación, al igual que su plan para cargar deuda a Instituciones del Estado que escapará de los presupuestos generales.

Y se espera una reforma de las pensiones que permita acudir a los mercados para financiarlas. También en sus primeras 48 horas en Finanzas, Lindner ha filtrado que prolongará las ayudas Covid, el Fondo de Estabilización Económica (FSM), hasta mediados de 2022, pero después será abolido porque «no podemos prolongar las ayudas eternamente», apuntando por dónde van los tiros de la restricción del gasto público.

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