El presidente de Estados Unidos, durante su encuentro con los líderes de Japón y Corea del Sur
El presidente de Estados Unidos, durante su encuentro con los líderes de Japón y Corea del Sur - Reuters

Obama urge a evitar que Daesh se haga con armas nucleares

Los líderes mundiales buscan en la cumbre de seguridad medidas contra la amenaza yihadista

Corresponsal en Washington Actualizado: Guardar
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El impacto de los ataques de Bruselas y la oleada de atentados yihadistas en todo el mundo ha cambiado el guión de la Cumbre de Seguridad Nuclear, que reúne desde ayer en Washington a medio centenar de líderes mundiales. La inquietud ante la posibilidad de que Daesh, la principal amenaza terrorista, se haga con armas nucleares, ha conducido la cuarta edición de este encuentro a la búsqueda de medidas eficaces para evitarlo. No es el único asunto, pero sí está eclipsando a la nueva guerra fría con Rusia, los continuos desafíos de Corea del Norte y el acuerdo nuclear con Irán, en permanente revisión. En un artículo publicado ayer, Barack Obama asumió la necesidad de actuar conjuntamente frente a lo que expertos como Laura Holgate, del Consejo de Seguridad Nacional norteamericano, consideran «una amenaza real».

El presidente de Estados Unidos, que ha liderado desde su primer discurso en Praga (2009) una periódica llamada a jefes de estado y de gobierno para «hacer posible un mundo sin armas nucleares», ha tenido que reorientar su estrategia estos días ante los sangrientos logros del grupo yihadista. Más amigo de la gran retórica que de la acción cuando se trata de combatir el terrorismo, según sus críticos, el inquilino de la Casa Blanca tuvo que improvisar ayer un encuentro bilateral con el presidente Hollande, en el que ambos revisaron la coordinación militar y de seguridad en el combate contra la organización también conocida como ISIS, por sus siglas en inglés.

Bélgica está muy presente en la cumbre y entre los expertos mundiales en seguridad nuclear. El asesinato de un empleado de una central a quien le fue sustraída su tarjeta de acceso a las instalaciones, disparó la alarma hace algunos meses, acentuada ahora por los fallos policiales y de inteligencia en los recientes atentados en la capital europea, donde fallecieron 32 personas. Estados Unidos y Bélgica llevan tiempo trabajando conjuntamente en la reducción de uranio enriquecido en esa instalación, a fin de evitar que Daesh pueda cometer un robo y multiplicar exponencialmente su macabra capacidad.

El plantón de Putin ha sido la otra gran noticia de la cumbre

El plantón de Vladímir Putin es la otra gran noticia y un revés para una cumbre que aspira a seguir materializando el desmantelamiento de instalaciones nucleares bélicas. En medio de la que empieza a considerarse nueva guerra fría entre ambos países, Rusia no ha querido estar presente. Pese a ello, en su artículo en The Washington Post, el presidente Obama envió un mensaje al presidente ruso apelando a «retomar la negociación» para reducir el arsenal nuclear. Un asunto en el que algunos asesores denuncian que ambos países, que acumulan el 90% del material existente en el mundo, han bajado algo la guardia. Como recuerda Bruce Blair, de la Universidad de Princeton, Washington y Moscú «tienen todavía hoy 1.700 armas nucleares (principalmente misiles) preparadas para su lanzamiento inmediato».

Medidas limitadas

Pese a los esfuerzos impulsados por Obama, los siete años de cumbres de seguridad han supuesto un avance real pero también limitado. Sólo un cuarto de los países que han participado han tomado medidas para recudir su arsenal. Frente a ello, los 2.700 incidentes con material radioactivo registrados en dos décadas, en muchos casos con uranio altamente enriquecido, siguen llamando a la preocupación.

Obama y Hollande abordaron ayer la guerra contra el califato terrorista y sus ataques en Europa

Antes del encuentro mundial, que se inició anoche con una cena de todos los líderes y que sentará hoy también frente a frente a Obama y el presidente chino, Xi Jinping, el inquilino de la Casa Blanca también apuntaba a la «provocación continua» de Corea del Norte, asunto que tuvo capítulo aparte en su cita trilateral con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Aunque Irán no ha sido invitado, estará presente en la cumbre, dentro de la reunión que mantendrán los líderes del llamado P5+1 (excepto Rusia), el grupo que suscribió el acuerdo nuclear con Irán, que volverán a comprobar el cumplimiento de los compromisos por parte del régimen de los ayatolás. A ello contribuirán los expertos de la Agencia Internacional para la Energía Atómica.

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