Lyu Fan - Embajador de la República Popular de China en España

No se permite la extrema violencia en Hong Kong

El embajador de China en España expresa la postura de este país sobre los acontecimientos en la antigua colonia británica

Lyu Fan

El 1 de julio, fecha de conmemoración del 22 aniversario del retorno de Hong Kong a China, un grupo de elementos radicales, recurriendo a la extrema violencia, asaltaron el Parlamento de la región y destruyeron arbitrariamente sus bienes e instalaciones. Semejante incidente, lejos de ser una expresión de libertad y manifestación pacífica, ha pisoteado la sociedad del imperio de la ley de Hong Kong, saboteado su orden social y perjudicado sus intereses fundamentales. Se trata de un abierto desafío contra la línea roja de «un país con dos sistemas», por lo que lo condenamos enérgicamente.

He leído muchas noticias al respecto que han sido cubiertas en los medios de comunicación españoles y de otros países. Lamentablemente, se ha informado de modo selectivo, y algunas noticias valoran el incidente con perjuicios y doble rasero, incluso se simpatizan con los atacantes y les expresan apoyo, alegando la aspiración a la democracia y advirtiendo al Gobierno de Hong Kong de «no responder con represión», so pretexto de combatir la violencia.

Como lectores, que ponen «línea roja» para enjuiciar y reflexionar independientemente, no podemos menos que preguntarnos: si semejantes actos de violencia ocurren en Europa o Estados Unidos, ¿se mostrarían indiferentes? Si en España hay personas que proceden a cercar, forzar y destruir la sede de las Cortes Generales, ¿cómo actuarían la Policía y la Guardia Civil ante la violencia? ¿Creería la opinión pública española que los asaltos y las destrucciones arbitrarias son una manifestación de la democracia?

Cualquier acto, cuando cruza la línea roja, ya deja de ser manifestación de libertad; al contrario, es infracción de la ley. Al igual que Hong Kong, España es una sociedad del imperio de la ley, y este problema no es difícil de entender. Según algunos comentarios, el pueblo de Hong Kong está defendiendo la libertad y la democracia otorgadas durante el periodo de la administración del Gobierno británico sobre Hong Kong. ¡Qué incoherentes, ridículos e ignorantes son estos comentarios! Apenas han transcurrido 22 años desde que la región retornó a China, la verdad de los hechos ha sido olvidada o tergiversada intencionadamente.

Durante el periodo colonial que duró 155 años, Hong Kong carecía de cualquier forma de libertad y democracia. Los gobernadores eran designados por el gobierno británico; la gente no tenía el derecho de elección; se prohibía manifestarse; no había independencia judicial, y el poder de fallo final lo ejercía el Comité Judicial del Consejo Privado británico.

Después del retorno a la patria, la región se ha guiado por las directrices de «un país con dos sistemas» y «la administración de Hong Kong por los hongkoneses» para ejercer un alto grado de autonomía. Además del poder legislativo y el poder judicial independiente, tiene el de fallo final. Los hongkoneses tienen plenamente garantizadas la libertad personal y la libertad de palabra, de prensa, de reunión, de asociación, de turismo, de correspondencia, de huelga y creencias religiosas, y disfrutan de la democracia y plenas libertades.

Hace poco, ciertos políticos británicos hicieron comentarios poco serios sobre los actos de vandalismo en Hong Kong, declarando que Gran Bretaña debe asumir una «responsabilidad de protección». Se trata realmente de una mera ilusión.

Tras el retorno de Hong Kong a la patria, el gobierno chino ha cumplido todos los derechos y obligaciones consignados en la Declaración Conjunta Chino-Británica, y está ejerciendo la administración de la región de acuerdo con la Constitución y la Ley Fundamental. Sobre Hong Kong, Gran Bretaña no ejerce soberanía, ni tiene el derecho de administración y el de supervisión, porque la región ya no es una colonia donde dictar órdenes los políticos británicos.

Hong Kong es una región administrativa especial de China, y sus asuntos son de carácter interno. Ningún país, organización o individuo tiene derecho a intervenir en estos asuntos internos. El Gobierno Central de China expresa decidido apoyo al gobierno de Hong Kong, que ha anunciado aplicar la ley para castigar a los autores de la violencia. Creo que la sociedad española es capaz de tener criterios objetivos y justos para encontrar la verdad de los hechos, y no dejarse llevar por las opiniones equivocadas.

Es deseo nuestro trabajar junto con España para impulsar un desarrollo estable y sano de las relaciones bilaterales, sobre la base del respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial y de la no intervención mutua en los asuntos internos.

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