Los niños atrapados en una cueva de Tailandia ya aprenden a bucear

Para evacuarlos antes de que las lluvias del monzón inunden más la gruta, deberán sumergirse en varios tramos hasta alcanzar la salida

Los niños h an comenzado hoy a probarse las máscaras y a aprender a bucear EFE
Pablo M. Díez

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Sin tiempo que perder por la amenaza de más lluvias torrenciales del monzón, los doce niños atrapados en una cueva de Tailandia junto a su entrenador de fútbol ya están aprendiendo a bucear para salir de allí lo antes posible. Aunque al principio se había especulado con la posibilidad de que se quedaran dentro de la gruta cuatro meses, hasta que ceda el agua que la inunda, la previsión meteorológica recomienda evacuarlos rápidamente. Como se esperan más precipitaciones para esta semana, ya que la época de lluvias no ha hecho más que empezar, el nivel del agua volverá a subir pese al drenaje de los últimos días y podría poner en peligro al grupo, que se ha refugiado sobre una roca en una caverna parcialmente anegada y podría quedarse sin oxígeno.

Conscientes de que el tiempo corre en su contra, los equipos de rescate han empezado a enseñarles a los chicos a bucear, ya que tendrán que sumergirse en varios tramos para recorrer los cuatro kilómetros que les separan hasta la boca de la cueva de Tham Luang, enclavada al norte de Tailandia en la provincia de Chiang Rai. Como los menores se encuentran sobre una isleta rodeada de agua, tienen que sumergirse dos veces, primero 400 metros y luego 150 metros , para atravesar una cavidad apodada «La Playa de Pattaya». Desde ahí, deben caminar y escalar otros 400 metros por otra zona que está seca hasta llegar a un pasadizo de 15 de metros de ancho donde también habrán de bucear, ya que el agua llega a una altura de cinco metros. Desde ahí, les quedan otros tres kilómetros a nado hasta la entrada de la cueva.

Operación muy arriesgada

Como ya han advertido los expertos, se trata de una operación sumamente arriesgada porque tendrán que atravesar grutas muy estrechas y con fuertes corrientes de agua donde apenas podrán ver nada, ya que están llenas de fango. El recorrido es tan difícil que los buzos profesionales que han llegado hasta los niños han tardado tres horas, que serán más cuando tengan que ayudar a los menores a seguir el trayecto marcado con una cuerda bajo el agua. Con entre 11 y 16 años, s erá complicado que los chicos no entren en pánico durante tan claustrofóbico camino.

«La corriente es muy fuerte y el espacio estrecho. Evacuar a los chavales requiere mucho personal. Ahora les estamos enseñando a nadar y bucear», explicó a los periodistas el viceprimer ministro de Tailandia, Prawit Wongsuwan, según informa el periódico «Bangkok Post». El objetivo es sacar a los 13 atrapados rápidamente en cuanto baje el nivel del agua dentro de la cueva, de la que se han drenado más de 120 millones de litros.

Para que las lluvias previstas para estos días no hagan que ese trabajo haya sido en balde, un equipo de médicos, psicólogos y buzos de la Armada tailandesa, apodados los «Navy Seals», acompaña ya al grupo con el fin de darles ánimos y acelerar su salida.

Después de pasarse una semana perdidos y casi sin comida, lo primero es alimentarlos y medicarlos para que recuperen las fuerzas. En un nuevo vídeo difundido hoy en Facebook por los equipos de rescate, tanto los niños como su entrenador, de 25 años, aparecen en buen estado, pero bastante delgados porque se han pasado una semana sin comer. Desde que se perdieron el pasado 23 de junio hasta que fueron encontrados el lunes, solo tenían unas chucherías que habían comprado antes de entrar en la cueva. A pesar de la angustia que deben de haber pasado, todos ellos aparecen sonrientes en las imágenes, diciendo sus nombres y saludando al estilo tailandés juntando las palmas de las manos. Protegiéndose del frío con mantas de papel de aluminio, algunos de los menores han sido tratados por los médicos de cortes menores.

Hasta que no estén en óptimas condiciones y sepan bucear, no serán sacados, ya que el Gobierno tailandés no quiere correr más riesgos de los estrictamente necesarios en su rescate. «Los trece no tienen que salir juntos al mismo tiempo. Quien esté preparado primero, vendrá antes», anunció el gobernador provincial, Narongsak Osatanakorn. Tal y como publica el «Bangkok Post», dejó claro que «solo podrán salir si las condiciones son las oportunas y la persona está preparada al 100 por ciento».

«Los trece no tienen que salir juntos al mismo tiempo. Quien esté preparado primero, vendrá antes»

El mundo en vilo

Según informa la agencia France Presse, a la entrada de la cueva les esperan más de un millar de efectivos de salvamento, algunos venidos de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, China y Australia. Con máscaras completas especiales para niños, mejores que las gafas de buceo tradicionales, los equipos de rescate preparaban ayer el material que necesita el grupo. Debido a la corta edad de los niños, su drama tiene en vilo al mundo entero y con el corazón en un puño a sus padres. Para que puedan hablar con sus hijos, el Ejército está intentando instalar una línea telefónica de fibra óptica. Y en la casa de uno de ellos, apodado «Night», le esperan los regalos de cumpleaños, ya que cumplía 16 justo el día que se perdió en las tinieblas de esta cueva inundada.

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