Al menos 26 muertos en una operación contra el crimen organizado en Brasil
La policía neutralizó a los miembros de una organización criminal especializada en robos de bancos y de cajeros electrónicos
Un operativo policial en Brasil contra un bando criminal dejó al menos 26 muertos, sospechosos de realizar y planear atracos a bancos en el interior del estado de Minas Gerais. Según la policía, el grupo planeaba un gran robo aprovechando el feriado de Todos los Santos, que se celebra el martes. El operativo que reunió a las policías militar y de carreteras ocurrió durante la madrugada del domingo, cuando los agentes entraron en dos fincas donde los supuestos criminales estaban alojados, en Varginha, interior de Minas Gerais, a poco más de 300 kilómetros de la ciudad de São Paulo.
En el primer enfrentamiento murieron 18 sospechosos, mientras otras personas fallecieron en la segunda acción policial. Las víctimas tenían entre 25 y 40 años de edad y, según la policía, estaban fuertemente armadas. Hay informaciones sobre heridos, pero aún no se difundió cuántos serían.
«Probablemente esta sea la mayor operación contra el 'novo cangaço' en el país. Muchos de estos infractores probablemente iban a asaltar un banco y fueron sorprendidos por nuestro servicio de inteligencia integrado con la Policía de Carreteras Federal», informó a la prensa la capitana Layla Brunnela, portavoz del operativo. La pandilla sería parte de un grupo que está siendo llamado «novo cangaço», en referencia a un grupo de bandoleros que aterrorizaban hacendados del norte de Brasil en el comienzo del siglo XX.
Cuestionada sobre ningún policía haber quedado herido en el enfrentamiento descrito como un «intenso tiroteo» , la policía informó que la acción se realizó dentro de la legalidad. «No vamos a celebrar ninguna muerte, sino una acción precisa de un trabajo conjunto con la inteligencia de la policía. Las acciones de este tipo siempre se basarán en la legalidad. Respondimos a la altura del riesgo que los policías sufrieron», respondió la portavoz.
La diputada Andreia de Jesus, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Minas Gerais, informó que investigará el caso, considerado una posible masacre. «Es muy triste lo que ha ocurrido hoy en la ciudad de Varginha. Me solidarizo con los residentes y los afectados. ¡Es mucha violencia! La Comisión de Derechos Humanos investigará lo ocurrido», escribió en su cuenta de Twitter.
«Creo que la diputada no es una técnica en el asunto», respondió la portavoz de la policía. "Una acción exitosa de la Policía Militar es la que preserva la vida del buen ciudadano, del trabajador. Y eso es lo que ocurrió. Los agentes de policía preservaron sus vidas, y las de la población», declaró el lunes la capitana. La discusión entre la policía y representantes de derechos humanos es constante en Brasil, con un efectivo militarizado responsable por uno de los mayores índices de letalidad del mundo.
Un arsenal militar
En un comunicado, la policía informó que incautó un arsenal en poder de la pandilla, con fusiles de grueso calibre, chalecos antibalas, granadas de mano, explosivos y una ametralladora del 50, se utiliza contra los tanques de guerra y es capaz de derribar aeronaves. Llamó la atención descubrir que buena parte de ese arsenal era de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. El operativo también recuperó al menos diez coches robados.
La táctica del bando es asaltar con un gran arsenal agencias bancarias en ciudades pequeñas y tranquilas, que no tienen efectivo policial para enfrentar ataques de ese porte. El bando estaría vinculado al grupo que realizó un violento e impresionante asalto en Araçatuba, interior de São Paulo, a fines de agosto.
En esa acción, armados con explosivos y fusiles, los bandidos usaron rehenes como escudos humanos durante la fuga, colocándolos sobre sus vehículos para dejar a la policía sin acción. El ataque terminó con tres muertos, dos de ellos rehenes, seis heridos y dos bancos robados.
Según la portavoz de la policía, la banda no se disolvió, pero recibió un duro golpe. Es una banda arraigada en todo el país. Así que hemos dado un duro golpe. Había un número importante de miembros. En Minas Gerais, este tipo de delitos (los asaltos a bancos) ha disminuido un 90% en los últimos años.
