El presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz abandona una rueda de prensa en Bruselas
El presidente del Parlamento Europeo Martin Schulz abandona una rueda de prensa en Bruselas - REUTERS

Lucha de poder en la UE tras la marcha del líder de la Eurocámara

Martin Schulz se dedicará a la política en Alemania, donde aspira a convertirse en ministro de Exteriores y a disputar la Cancillería a Merkel

BRUSELAS/BERLÍN Actualizado: Guardar
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Después de un largo periodo de especulaciones, ayer fue desvelado el primer paso de lo que probablemente será un periodo de carambolas políticas espectaculares en la UE, en conexión con la política alemana. El anuncio de que el actual presidente del Parlamento Europeo, el socialista germano Martin Schulz, no se presentará para renovar su mandato por tercera vez, ha sacudido las instituciones europeas, cuyos dirigentes han elogiado la trayectoria de un personaje esencial en la UE en los últimos años, pero que al mismo tiempo han entrado en una soterrada lucha por el poder.

Schulz anunció que se marcha de la Eurocámara para presentarse a las próximas elecciones en Alemania, donde se da por hecho que aspira a convertirse en ministro de Exteriores y a disputar después la Cancillería a Angela Merkel.

Su salida se produce en el marco del pacto de legislatura alcanzado entre los dos principales grupos políticos europeos —socialistas y populares— que preveía que se alternarían en la presidencia del Parlamento durante media legislatura (dos años y medio) cada uno.

Reticencia socialista

El problema es que, de cumplirse ahora, las tres grandes instituciones de la UE quedarían en manos de los populares. Y los socialistas han dejado claro que no están dispuestos a permitir que los conservadores dominen la Comisión (Jean-Claude Juncker), el Consejo (Donald Tusk) y, si se cumpliera el pacto, la Eurocámara.

Para elegir a un presidente del Parlamento hay que ganar una votación secreta y no está claro que todos los diputados socialistas vayan a cumplir el pacto. El líder del grupo popular, Manfred Weber, recordó la vigencia de ese compromiso y advirtió que si los dos grandes grupos no se coordinan, los euroescépticos podrían hacerse con el control de la Eurocámara.

Schulz hizo su anuncio con los ojos enrojecidos este jueves por la mañana, anticipándose por unos días a los cálculos que se barajaban en Estrasburgo y que daban por hecho que se produciría después de la reunión que tiene previsto celebrar con la canciller alemana Merkel el miércoles. En los últimos días se había hablado con insistencia de la posibilidad de que Schulz pudiera ser designado como ministro alemán de Exteriores, pero en su comparecencia de ayer –sin preguntas– se limitó a anticipar que se presentará a las elecciones parlamentarias como cabeza de lista del partido socialdemócrata en su región de origen, Renania del Norte-Westfalia, en el otoño próximo. "No ha sido una decisión fácil de tomar" ha reconocido este político de raza que hasta hace dos días le decía a un ministro de Asuntos Exteriores europeo que creía que sería más útil en la UE que en Alemania.

Preocupación de Juncker

Schulz ha sido el primer presidente del Parlamento que encadenó dos mandatos seguidos y aún ayer no se descartaba que hubiera intentado presentarse a un tercero, atendiendo las plegarias del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que había llegado a amenazar con presentar su dimisión si el alemán se retiraba. Juncker reconoció este jueves que "lamenta mucho" la decisión del presidente del Parlamento, pero poco después, en una rueda de prensa junto al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se declaró "pletórico de salud" y sin dar ningún indicio de que tuviera planes de presentar su dimisión. Lo mismo dijo el presidente del Consejo, el polaco Donald Tusk, cuyo mandato expira en julio del año que viene, pero puede ser renovado una sola vez para un nuevo mandato.

Aunque todavía no es oficial, se espera que Schulz sustituya en la cartera de Exteriores a Frank-Walter Steinmeier, que pasará a ocupar la Presidencia de Alemania en enero. Y desde Exteriores, se da por casi seguro que el saliente presidente del Parlamento Europeo aspirará a disputar la Cancillería a Angela Merkel en las próximas elecciones.

En todo caso, la candidatura a la Cancillería al frente del partido socialdemócrata (SPD) tendrá que disputársela al presidente de la formación y actual vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel. Según una encuesta realizada oportunamente el miércoles por TNS Emnid, el 42% de los alemanes consideran que el SPD tendría más posibilidades de vencer a Merkel en las elecciones de 2017 con Martin Schulz que con Sigmar Gabriel. Entre los votantes habituales del SPD, el 54% tiene esa misma opinión contra un 41% que le confiaría la candidatura a Gabriel. Y el porcentaje sigue subiendo si a los que se les pregunta es a votantes habituales de los verdes (73%) y Die Linke (La Izquierda) (70%).

Esa mayor afinidad con las formaciones más a la izquierda está relacionada con la disposición de Schulz a intentar reunir a la izquierda en un tripartito que, llegado el momento, desplazase a la candidata más votada, que sería Merkel según todas las encuestas. Gabriel, por su trayectoria, sería más propenso a repetir la gran coalición.

Fuentes del SPD informan de que, en cuanto Schulz ponga un pie en Berlín, será necesario aclarar con él la postura que el partido tomará sobre Donald Trump, después de que Merkel se haya mostrado dispuesta a hacer frente al populismo y pese a que el presidente de Baviera y supuesto aliado natural de Merkel haya anunciado que desea invitar al presidente de EE.UU. a visitar Múnich. La lucha por la candidatura esperará al congreso de finales de enero del SPD, donde son muchas las voces que reclaman un candidato con más carisma que Gabriel.

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