Llamamiento nacional de Macron «contra la hidra islamista»

inquietud nacional ante las revelaciones de la presencia de yihadistas a los más diversos niveles de los servicios públicos

El presidente Macron saluda respetuosamente los féretros de las cuatro víctimas del atentado yihadista de la pasada semana en París Reuters

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Cinco días después de la matanza de tres policías y una funcionaria, en la Prefectura de Policía de París (PPP, el corazón policial de Francia), el presidente de la República ha rendido un homenaje a las víctimas, en forma de llamamiento a la Nación: «Debemos consolidar nuestra unidad y movilizarnos contra la hidra islamista, combatir sin descanso el terrorismo islámico, amenazándonos a toda hora».

Tras las revelaciones, inquietantes, sobre la infiltración de un criminal yihadista en el corazón policial de Francia , en los servicios de seguridad de la PPP, Macron no oculta su inquietud, en su discurso de homenaje a las víctimas, en el edificio mismo donde ocurrió la matanza, la semana pasada.

«Debemos reforzar nuestra sociedad de vigilancia», ha afirmado el presidente, agregando: «Debemos mejorar y reforzar nuestra seguridad. Debemos aprender a detectar las amenazas islamistas en el trabajo, en la escuela, aquí mismo, en esta Prefectura. Esa vigilancia debe comenzar por los funcionarios, los servidores del Estado. Hagamos piña, unidos, todos, para hacer frente al terrorismo. Terminaremos venciendo, pero debemos reafirmar nuestra fuerza moral. Debemos hacerlo por nuestros muertos, nuestros hijos, por la nación».

Tras la gravedad de las palabras, Macron también insiste, en términos apenas velados, en la inquietud nacional ante las revelaciones de la presencia de yihadistas a los más diversos niveles de los servicios públicos.

Los servicios de seguridad han reconocido, finalmente, que existe una veintena larga de islamitas fichados, entro de los servicios de seguridad del Estado. Cifra estadísticamente modesta, ante los 140.000 policías en ejercicio, en Francia. Sin embargo, la matanza de la semana pasada ha iluminado el problema de fondo: quizá esas estimaciones sean demasiado optimistas.

Ante la inquietud nacional, Macron insiste en la urgencia de una movilización contra la hidra islamista, un cáncer amenazante.

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