Ivanka Trump critica la «ferocidad y perversidad» contra su padre

Ivanka Trump se despachó ayer contra el Washington que ha recibido a su padre y a toda su familia, que precisamente este domingo, cinco meses después, completó su desembarco desde Nueva York con la instalación en la Casa Blanca de la Primera Dama, Melania, y su hijo Barron.

La hija mayor, probablemente la persona que más influye en el presidente de Estados Unidos, confirmó lo que es un secreto a voces en la capital estadounidense: la hostilidad que reciben los Trump, también en la vida diaria de una ciudad tan crispada como el resto del país, dispuesta a pasar factura al candidato que creció a costa de arremeter contra su condición de sede del establishment.

"Existe un nivel de ferocidad y de perversidad que no esperaba.

No esperaba la intensidad de esta experiencia. Me tomó un poco por sorpresa a nivel personal", confesó Ivanka Trump a la cadena de televisión Fox, la única que no muestra un mensaje crítico con el presidente norteamericano.

La empresaria habita con su marido, Jared Kushner, y sus hijos una amplia vivienda en el exclusivo barrio de Kalorama, a donde se trasladaron también los Obama tras el pasado mandato y desde donde acuden cada día a la Casa Blanca, en su condición de asesores del presidente, sin cargo ni remuneración. Así contribuyen a allanar el camino a una agenda presidencial que, según Ivanka Trump, "será transformadora, a pesar de todo".

La hija mayor de Trump se declara "optimista" sobre la investigación abierta contra su padre por los presuntos vínculos de su campaña con una intervención rusa, que califica de "distracciones".

Y en torno a las recientes denuncias públicas del exdirector del FBI James Comey contra su padre, asevera: "Mi padre se siente muy reforzado por todas las declaraciones que ha hecho, y se siente increíblemente optimista. Estamos concentrados en el objetivo por el que vinimos a Washington, y estamos luchando por ello".