Insatisfacción en EE.UU. por las tibias sanciones de Biden al régimen cubano

El senador Rubio critica que las medidas tomadas son solo «simbólicas» y «carentes de sentido»

Un vehículo de las fuerzas especiales patrulla en La Habana Reuters
David Alandete

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El esperado anuncio por parte de Joe Biden de sanciones al régimen cubano se quedó en penalizaciones a un ministro y a un grupo armado dependiente del ministerio del Interior que, además, ya estaba sancionado por la anterior administración. Al exilio cubano, a los legisladores republicanos y a parte de los demócratas les ha sabido a poco. Como ha dicho el influyente senador Marco Rubio , él mismo hijo de exiliados procedentes de la isla, estas medidas anunciadas por Biden les parecen «simbólicas» y «carentes de sentido».

El jueves, la Casa Blanca sancionó al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, Álvaro López Miera , y a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, los llamados Boinas Negras, a los que considera directamente implicados en la represión y las violaciones de los derechos humanos durante la respuesta del castrismo a las recientes protestas a favor de la democracia.

Estas sanciones se aplican dentro del marco de la llamada Ley Magnitsky , aprobada por el Capitolio en 2012 en respuesta a la represión en Rusia y que permite a EE.UU. sancionar a extranjeros que sean sospechosos de violar los derechos humanos.

La Casa Blanca puede prohibir visados y congelar los activos en territorio norteamericano de cualquier extranjero que se vea sometido a estas sanciones. En la práctica, les limita notablemente la capacidad de viaje internacional y el lavado de sus activos.

Siguiendo a Trump

El problema es que todo el ministerio de Interior cubano estaba ya sancionado por el gobierno estadounidense, por decisión del expresidente Donald Trump . Según el senador Rubio, «Biden sancionando a funcionarios del régimen cubano , que ya están sancionados, es el tipo de medida simbólica pero sin sentido que continuaremos viendo mientras esté siendo aconsejado por personas que bebían mojitos en La Habana en el 2015 para celebrar la política de Obama».

Se refiere el senador Rubio a los funcionarios de la era Obama que con Biden han regresado al Consejo de Seguridad Nacional y al departamento de Estado y que participaron en la normalización de las relaciones con el castrismo, que permitió un alzamiento parcial del embargo.

Biden ha defendido sus medidas. Según dijo en un comunicado el jueves, condena «en forma inequívoca las detenciones masivas y la simulación de procesos judiciales en los que se condena injustamente a penas de prisión a quienes se atrevieron a alzar su voz, en un esfuerzo por intimidar y amenazar al pueblo cubano para acallarlo. El pueblo cubano tiene el mismo derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica que todas las personas. EE.UU. apoya a los cubanos valientes que han salido a las calles para oponerse a los 62 años de represión bajo el régimen comunista».

Una de las medidas que ha aplazado Biden es la de forzar a que la isla tenga conexión libre a internet, para impedirle a la dictadura que lo corte en su intento por entorpecer las protestas. Los republicanos, y no pocos demócratas, se lo han pedido. El más insistente es el gobernador de Florida, el conservador Ron DeSantis. « Si está dispuesto a hacer eso, marcará una diferencia positiva », dijo DeSantis el jueves en una intervención en Fox News. «Tal como está ahora, básicamente está sentado sin hacer nada. Está dejando a estas personas sin respuestas y lo que terminará sucediendo si no reciben ningún tipo de asistencia, es que el régimen continuará tomando medidas drásticas y eventualmente les aplastarán y eso significará un poder aún más fuerte que será un gran golpe para la causa de la libertad».

El senador demócrata Bob Menéndez , que preside la comisión de Exteriores en la Cámara Alta del Capitolio, apoyó estas sanciones de Biden, con un matiz. Según dijo tras que estas se anunciaran, «esta nueva ola de sanciones selectivas a funcionarios del régimen representa otro paso esencial para lanzar un aviso a la dictadura por perseguir al movimiento prodemocracia en la isla. El mensaje de hoy no podría ser más claro: EE.UU. está con el pueblo de Cuba y habrá consecuencias para los que tienen las manos manchadas de sangre».

Pero Menéndez quiso dejar claro que estas sanciones no son suficientes. En su comunicado, dijo, claramente: «Espero trabajar con la Administración para imponer sanciones adicionales contra quienes insisten en violar los derechos humanos del pueblo cubano».

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