Hamás e Israel mantienen su pulso en medio de las llamadas al alto el fuego

En un nuevo ataque a la red de túneles de los islamistas, el Ejército israelí lanzó 35 misiles en menos de 20 minutos

Bomberos intentan apagar en Gaza un incedio en una fábrica golpeada por un misil israelí REUTERS | Vídeo: Israel publica imágenes de un ataque dirigido contra un comandante de la Yihad Islámica (AFP)

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Hamás e Israel siguieron una nueva jornada con el lanzamiento de cohetes y bombardeos ajenos a los llamamientos de alto el fuego lanzados desde la comunidad internacional. El mediador estadounidense, Hadi Amr, intensificó sus esfuerzos para lograr un acuerdo que permita un cese de la violencia y los principales medios de Israel consideraron que «es cuestión de 24 o 48 horas», pero hasta que callen las armas nadie se lo creerá. El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken , pidió a las dos partes detener las hostilidades, pero insistió en el «derecho de Israel a defenderse» ante los más de 3.000 cohetes lanzados por las facciones palestinas . Los bombardeos son los más intensos desde 2014, ya dejan más de 200 muertos –en el lado israelí se elevan a 10- y ahondan en la grave crisis humanitaria que ya sufría este lugar cercado desde hace más de una década y que padece un nuevo castigo colectivo en forma de bombardeos.

Gaza vivió un día más de intensas operaciones que hicieron temblar el suelo de norte a sur. El Ejército ha cambiado su estrategia respecto a la ofensiva de 2014 y los bombardeos ahora son más cortos, pero mucho más intensos. En un nuevo ataque a la red de túneles de los islamistas , lanzaron 35 misiles en menos de 20 minutos. En esta operación volvieron a resultar dañados decenas y decenas de viviendas civiles. Israel también persiguió un día el asesinato selectivo de un alto cargo de Hamás o Yihad Islámica y esta vez lo consiguió. Un misil mató a Husam Abu-Harbid, comandante de Yihad que hace dos años ocupó el puesto de Bahaa Abu el-Atta, también víctima de un asesinato selectivo de Israel. El grupo clamó venganza y lanzó decenas de misiles al sur y centro del país. En un primer momento amenazó incluso con golpear el parlamento israelí en Jerusalén con el lanzamiento de cohetes a las cinco de la tarde, pero con el paso de las horas retiró la amenaza.

Hamás reaccionó ante la dureza de los bombardeos de Israel y los destrozos de bloques de viviendas y su portavoz, Abu Ubaidah , dijo que «si no paran este tipo de ataques de manera inmediata volveremos a disparar hacia Tel Aviv». En los últimos días, los islamistas ya han cumplido sus amenazas y por eso el aeropuerto internacional de Ben Gurion está casi cerrado, ya que la mayor parte de las compañías internacionales han suspendido sus vuelos debido al peligro de los cohetes. El cierre del aeropuerto, principal puerta de entrada y salida de Israel, es uno de los objetivos que perseguía Hamás.

Crisis humanitaria

Los destrozos en Gaza a causa de los bombardeos son incalculables y 40.000 personas se han quedado sin hogar y han encontrado refugio en las escuelas de UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) preparó un paquete de emergencia para para más de 51.000 personas porque «para las personas que han perdido o huido de sus hogares, una de las necesidades más urgentes en este momento es la comida. La forma más rápida y eficaz de ayudarles es proporcionándoles dinero, en forma de cupones electrónicos. Por el momento hay alimentos y las tiendas locales todavía están abiertas», explicó Samer AbdelJaber, representante del PMA para Palestina .

Antes de esta ofensiva la situación de la Franja ya era muy complicada debido a los largos años de bloqueo y más de dos tercios de los dos millones de habitantes sufrían inseguridad alimentaria. Los últimos días de combates agravarán la situación en un lugar en el que el 53 por ciento de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.

La Franja sigue cerrada a cal y canto por parte de Israel. No se permite el acceso de periodistas, pero tampoco «de personal humanitario de refuerzo y los suministros médicos siguen sin poder entrar. Los hospitales están a 24 horas de quedarse sin bolsas de sangre lo que supondrá que no se podrán hacer transfusiones a los heridos», denunció Médicos Sin Fronteras (MSF) .

Ataque a los medios

El ataque de Israel a la torre Al Jalaa, sede de las oficinas de Associated Press o Al Yazira , sigue provcando reacciones y mensajes de condena. El último en referirse al tema fue Blinken y, pese a que el primer ministro Benjamín Netanyahu aseguró haber mostrado a Estados Unidos «pruebas irrefutables» de que allí había también una oficina de inteligencia de Hamás, afirmó ante los medios que «no he visto esa información». El responsable del departamento de Estado aseguró que «estamos alarmados por cómo se ha puesto en peligro a los periodistas y al personal médico». Los equipos de AP y Al Yazira trabajan ahora en las instalaciones de AFP, que ha decidido compartir el espacio con ellos ante esta situación tan complicada.

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