Exterior de la cervecería Hofbräukeller, en Múnich
Exterior de la cervecería Hofbräukeller, en Múnich

La extrema derecha alemana regresa a la cervecería de Hitler

El dueño de la emblemática Hofbräukeller se negó a albergar un mitin del AfD, un tribunal de Múnich ha dado la razón al partido

CORRESPONSAL EN BERLÍN Actualizado: Guardar
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El Hofbräukeller, en Múnich, no es una cervecería cualquiera. Situada en un sótano de estilo neo renacentista en el corazón de la capital bávara, fue escenario del primer y efervescente discurso político de Adolf Hitler el 16 de octubre de 1919 y terminó convertida en sede no oficial del partido nazi, albergando muchos de sus actos en años posteriores. Curiosamente, en el apartado «Historia» de su página web esa fecha ni siquiera es mencionada, pero sin duda es el único motivo, quizá con la salvedad del genuino Hofbräukeller Brantenpfandl que sirven, por el que tanto turistas como propios siguen visitándola asiduamente.

«No quiero tener aquí a gente de extrema derecha. Lo hago por mis clientes, no puedo exponerlos a eso», dice el dueño del local

La semana pasada y jugando descaradamente con el paralelismo, la dirección regional del nuevo partido de extrema derecha alemán Alternativa para Alemania (AfD), pensó precisamente en este local para un acto al que asistiría la presidenta a nivel federal, Frauke Petry, y previsto para el 13 de mayo. Cuando intentaron hacer la reserva, sin embargo, se encontraron con la puerta cerrada. El actual dueño del Hofbräukeller, Ricky Steinberg, alegó que «temo por la reputación del establecimiento y por la seguridad», al explicar que se reservaba el derecho de admisión y que «no quiero tener aquí a gente de extrema derecha». «Lo hago por mis clientes, no puedo exponerlos a eso», insistió ante las quejas del portavoz de la sección bávara de la AfD, Petr Bystron, que apuntó a una conspiración política en contra de su partido y acusó directamente a la Unión Socialcristiana (CSU) y al Partido Socialdemócrata (SPD) de presionar, no solamente a Steinberg, sino también a los dueños de otros locales en Múnich para que evitar que los alquilen a AfD.

El tribunal dictamina que el derecho de admisión no justifica la discriminación a esta formación política

Además de patalear, Bystron presentó una demanda ante el Tribunal Regional de Múnich, que esta mañana le ha dado la razón y ha emitido una sentencia en la que aclara que «Steinberg Gastronomie GmbH está obligada» a «alquilar de forma regular a la sección regional de AfD Múnich Este» el «Salón de Fiestas y el Salón de los Caballeros el viernes y el sábado», tal como el partido había solicitado. El tribunal dictamina que el derecho de admisión no justifica la discriminación a esta formación política.

AfD apenas tendrá tiempo de celebrar la sentencia porque el tiempo se le echa encima. Mañana acogerá, si no hay más novedades, a 420 invitados deseosos de escuchar el efervescente discurso de Frauke Petry, la misma que ha justificado que la policía dispare sobre refugiados que intenten cruzar ilegalmente la frontera alemana, incluyendo mujeres y niños, y que después ha justificado esa declaración explicando que «para conseguir atención mediática las frases fuertes y provocadoras son imprescindibles».

La sala civil número 14 del Tribunal ha tenido en cuenta que una primera reserva fue aceptada el 28 de abril y lo que condena concretamente es la cancelación de esa reserva. Al mismo tiempo ha desestimado las quejas del propietario, cuyo abogado ha insistido en el peligro efectivo que supondrán las esperables manifestaciones, pacíficas y violentas, contra el acto de AfD a la puerta de su local. «En tan corto espacio de tiempo no es posible desarrollar un concepto de seguridad», ha sido el argumento.

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