Un enorme crucero, a punto de embestir a un yate en Venecia

Un mes después del accidente que involucró a un crucero gigante , se ha evitado por poco una nueva tragedia , cuando el crucero «Costa Deliziosa», de casi 300 metros de largo y capaz de transportar a casi 3.000 pasajeros, rozó a un yate mientras salía de la laguna de Venecia, causando pánico a bordo.

La gran embarcación se alejaba de la ciudad italiana bajo la lluvia y unos vientos fuertes, tirada por remolcadores. La tormenta desplazó al barco hacia un yate que estaba abordado cerca de la famosa Plaza de San Marcos. Los miembros de la tripulación del yate, un barco de 50 metros, minúsculo al lado del crucero, se lanzaron de su barco hacia al muelle. Por suerte, el remolcador logró alejar el «Costa Deliziosa» del yate y guiarlo hacia la salida de la laguna sin ningún otro problema. Este accidente, prevenido en el último momento, ocurrió solo cinco semanas después de que otro crucero se estrellara en Venecia causando cuatro heridos leves.

Víctima de un fallo de motor a principios de este mes de junio, el MSC Opera, un crucero capaz de transportar a casi 2.680 pasajeros navegaba por el canal de Giudecca cuando se dio con un muelle antes de chocarse con un barco turistico que intentaba desembarcar. Los vídeos de accidente publicados en Twitter mostraban a los turistas corriendo en la orilla frente al barco de 275 metros que raspaba todo el muelle, con los motores rugiendo.

Estos accidentes han resucitado los fuertes debates que agitan a Venecia sobre el daño causado por los cruceros en la ciudad portuaria y en su laguna -catalogadas como patrimonio mundial de la UNESCO-. Estos «gigantes de los mares» navegan cerca de la orilla, y sus altas chimeneas sobresalen detrás de los campanarios y puentes de la ciudad. Los defensores ambientales acusan a los cruceros de contribuir a la erosión de los cimientos de la ciudad.

Italia adoptó en noviembre de 2017 un plan de desarrollo para la laguna, que apoya la lucrativa actividad de los cruceros y al mismo tiempo ambiciona cambiar la trayectoría de los buques que en el futuro no tendrán que cruzar la ciudad a través del canal Giudecca, a lo largo de la Plaza de San Marcos, gracias a la construcción de una nueva terminal marítima .