Soldados del Ejército sirio este domingo en Alepo, horas antes de que Estados Unidos rompiera el diálogo que mantenía con Rusia acerca de la guerra que asola el país asiático
Soldados del Ejército sirio este domingo en Alepo, horas antes de que Estados Unidos rompiera el diálogo que mantenía con Rusia acerca de la guerra que asola el país asiático - EFE

Escalada de rupturas entre Estados Unidos y Rusia por la crisis siria

Washington pone fin al diálogo y Moscú replica congelando un acuerdo nuclear

CORRESPONSAL EN WASHINGTON Actualizado: Guardar
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La esperanza de paz en Siria ha durado tres semanas. El acuerdo suscrito el 12 de septiembre por Washington y Moscú murió ayer definitivamente, al anunciar el secretario de Estado, John Kerry, la ruptura del diálogo entre ambos países sobre el largo conflicto en el país de Oriente Próximo. Kerry cumple así la amenaza lanzada la semana pasada, al considerar que Moscú no había cumplido sus compromisos. Pero la ruptura no viene sola. El presidente Putin ya había preparado su respuesta, que anunció también ayer, y que consiste en congelar uno de los acuerdos nucleares posteriores a la Guerra Fría, que ahora parece resurgir: el de evitar el uso de plutonio en las cabezas nucleares.

Los hechos se sucedieron en apenas un par de horas.

En un comunicado difundido ayer, el secretario de Estado anunciaba en un comunicado que «Estados Unidos va a suspender la participación en los canales bilaterales establecidos para mantener el cese de hostilidades». La decisión, que «no se ha tomado a la ligera», según el portavoz del departamento, John Kirby, hacía oficial lo que ya era una ruptura de facto.

La sangrienta ofensiva ruso-siria sobre la ciudad de Alepo, el bastión de la oposición al régimen de Bashar Al Assad, que con su toma definitiva intenta inclinar la guerra a su favor, fue la antesala de una ruptura que ya era anunciada. Primero, el erróneo bombardeo estadounidense de posiciones sirias, y después, el ataque ruso a un convoy de ayuda humanitaria de la ONU, traían malos presagios. La confusión la aprovechó Al Assad para romper unilateralmente el alto el fuego y, con ayuda de Rusia, lanzarse al asalto de Alepo.

Además de una advertencia, Kerry lanzó la semana pasada una denuncia de que en la ofensiva se estaban utilizando «bombas antibúnker», que, según el secretario de Estado, «son de un riesgo máximo para la población civil».

El contraataque ruso vino en forma de otra ruptura. El Kremlin, que acusó a Estados Unidos de romper el entendimiento en Siria «agitando la tensión entre los países implicados», justificó la ruptura del acuerdo nuclear en «la necesidad de combatir la amenaza que para la estabilidad estratégica ha supuesto las acciones hostiles de Estados Unidos contra Rusia».

El acuerdo roto ayer por Moscú, suscrito originalmente por ambas potencias en el año 2000 y renovado después en 2009, recogía la destrucción de 34.000 toneladas de plutonio, que podían llegar a ser incorporadas a un total de 17.000 cabezas nucleares. La decisión es especialmente dolorosa para el presidente Obama, uno de los defensores a ultranza de los acuerdos de desarme nuclear.

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