EE.UU. y México aprueban un nuevo marco sobre seguridad tras años de errores

La fallida Iniciativa Mérida será sustituida por el Entendimiento Bicentenario que ha sido ratificado por López Obrador, Antony Blinken y Alejandro Mayorkas

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken (i), posa hoy junto a su homólogo mexicano Marcelo Ebrard,, este viernes en Ciudad de México EFE

Borja Rama

Tal y como vislumbraban ambas administraciones días antes del encuentro, la celebración en Ciudad de México del Diálogo de Alto Nivel de Seguridad (DANS) entre México y Estados ha erradicado la Iniciativa Mérida, firmada en 2008 por los presidentes George Bush y Felipe Calderón , que se centraba en luchar contra el crimen organizado, sobre todo en las conflictivas zonas de la frontera. Una iniciativa que llegó a desembolsar 3.000 millones de dólares en el segundo mandato de Bush. Dando paso a otro tipo de alianza denominada nuevo Entendimiento Bicentenario, también llamado Marco Bicentenario México-Estados Unidos para la seguridad, la salud pública y las comunidades seguras, entre los dos países norteamericanos que comparten una frontera de 3.169 kilómetros con unas exportaciones por valor de 262.811 millones de dólares sólo en los seis primeros meses del año. Entrará en vigor al inicio de 2022, cuando se cumplen 200 años de las relaciones bilaterales entre ambas naciones, que ha contado con la presencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador , y su ministro de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard que se reunieron en Palacio Nacional y la Secretaría de Relaciones Exteriores sin Biden pero, con altos cargos de la Administración estadounidense que abarcó desde el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland , al encargado de la seguridad nacional, Alejandro Mayorkas, y al secretario de Estado, Antony Blinken que ha definido la nueva alianza como «holística e integral».

Delincuencia transfronteriza

La rúbrica en materia de seguridad se centra en atajar las «causas profundas» de la delincuencia transfronteriza, tratar el consumo de estupefacientes como un problema de salud pública y otorgar seguridad jurídica a la Justicia. Las o peraciones contra el crimen organizado se centrarán en acciones conjuntas como el bloqueo de cuentas bancarias, un ejemplo de lo ocurrido el pasado 6 de octubre al Cártel Jalisco. Esta nueva etapa pretende «la prevención de delitos transfronterizos, perseguir las mafias y crear comunidades más seguras con mejores servicios de salud». Además, se intentará acabar con «el tráfico de drogas, armas, personas, fauna y flora silvestre, así como la trata de personas », sentencia el acuerdo.

Sin un presupuesto sobre la mesa, el ministro de Asuntos Exteriores mexicano ha constatado el cambio de estrategia que anteriormente estaba centrada en el apresamiento de los «capos de los cárteles». «Se entendía que eso era suficiente, pero ahora se busca una estrategia común más compleja que eso», manifestó la autoridad política. El cambio de actitud en la lucha contra las drogas va a suponer «prevenir el consumo» mejorando los tratamientos a drogodependientes y esquivar el encarcelamiento en casos de abuso de sustancias. López Obrador resumió la firma con la lucha a las bases de la violencia y sus causas apoyando a comunidades rurales y fronterizas para disminuir la violencia con una transformación de fondo . Se guardará el respeto a la soberanía de ambos países y la gestión de crisis migratorias para evitar grandes flujos migratorios como los 10000 migrantes haitianos que acamparon bajo el puente que conecta Del Río (Texas) con México, a mediados de septiembre.

Récord de asesinatos

El país mesoamericano afronta los acuerdos con récord de asesinatos, tal y como manifestaba el diputado Jorge Triana del Partido de Acción Nacional: «Mientras López Obrador juega al béisbol, agasaja dictadores, organiza rifas, exige disculpas por hechos de hace 500 años, México rebasa los 100.000 homicidios violentos en menos de tres años de Gobierno. La cifra se acerca a la que se acumuló durante los 6 años de Calderón», concluyó. Según, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía durante la Administración de Calderón se registraron un total de 122.448 homicidios dolosos. El país mesoamericano afrontaba en 2018 una tasa de homicidios de 29,07 (por cien mil habitantes) y en 2007, cuando se firmó la Iniciativa Mérida, era de 8,1 mientras Estados Unidos contabilizó 52.623 muertes por sobredosis en 2015, sin embargo en 2020 aumentó a 51.434.

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