Juncker intentará convencer este miércoles a los europeos de que UE no es un caos
Juncker intentará convencer este miércoles a los europeos de que UE no es un caos - EFE

Las divisiones minan la UE en el arranque del curso tras el Brexit

La brecha con los países del este se ensancha en vísperas de una cumbre crucial

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En un momento en el que la unidad de los socios comunitarios debería prevalecer para superar el trauma de la salida del Reino Unido, la división entre países del este de Europa y los viejos miembros de la UE ha salido a la luz de forma escandalosa en vísperas de la crucial cumbre de Bratislava, en la que los europeos han de decidir qué rumbo tomar.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pronunciará este miércoles su discurso sobre el Estado de la Unión sabiendo que se ha abierto una brecha con países como Polonia o Hungría que se puede extender claramente a los demás del «Grupo de Visegrado», Chequia y Eslovaquia, que ejerce precisamente la presidencia de turno.

En el Parlamento Europeo se celebró el martes un amargo debate sobre la situación política en Polonia que concluyó con la constatación de que sigue habiendo problemas con los estándares democráticos y un desacuerdo esencial entre la Comisión y el gobierno nacionalista de Polonia sobre el funcionamiento del Tribunal Constitucional.

««No podemos aceptar que los valores básicos de la UE sean violados en Hungría»

Paralelamente, el ministro de Asuntos Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo en una entrevista a un diario alemán que Hungría debería ser excluida de la UE a causa de sus políticas contra los refugiados. «No podemos aceptar -dijo- que los valores básicos de la UE sean violados. Cualquiera que construya alambradas contra los refugiados de guerra o viole la libertad de prensa y la independencia del sistema judicial debe ser excluido de la UE temporalmente o para siempre si es necesario».

El ministro húngaro de Exteriores, Peter Szijjarto, dijo que su país había defendido a Europa a lo largo de su historia, y describió a su colega de Luxemburgo como «condescendiente, arrogante y frustrado». También el titular polaco de Justicia, Marcin Warchol, que estaba en Estrasburgo asistiendo al debate aunque no intervino, dijo a la televisión de su país que las acusaciones contra Polonia «han llegado a una dimensión muy emocional y agresiva». Polonia puede ser privada del derecho al voto si no corrige los defectos en el nombramiento de los jueces del Trtibunal Constitucional.

En esta situación, al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, no le queda más remedio que intentar este miércoles reconciliar la institución comunitaria con sus valores y con los ciudadanos europeos, haciendo una serie de anuncios que tratarán de aplacar la sensación de que el proyecto está naufragando en el desorden.

Claves del discurso

Se espera que Juncker se refiera en su discurso a un impulso claro después del Brexit incluyendo aspectos tan ambiciosos como la Europa de la Defensa, que anuncie que se prolonga y amplía el plan de inversiones estratégicas a pesar de su limitado éxito, que trate de convencer a los ciudadanos sobre los efectos positivos de la acogida de refugiados y que entre en ciertos aspectos más domésticos, como la nueva propuesta de eliminación del roaming que ordenó retirar la semana pasada.

Pero lo más importante para la UE en estos momentos y específicamente para la cumbre del viernes en Bratislava -la primera sin el Reino Unido- es que, como dijo un relevante dirigente conservador europeo, «no demos la impresión a los ciudadanos de que la UE es un caos».

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