Cuba y sus socios quieren humillar a Biden en su gran cumbre americana

La Casa Blanca ha ofrecido a La Habana invitar al encuentro en Los Ángeles a funcionarios cubanos

La dictadura castrista junto con Maduro en Venezuela y Ortega y Nicaragua han promovido un boicot

La Cumbre de las Américas nació con la democracia en el continente, languidece con su declive

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y el de Cuba, Miguel Díaz-Canel EFE
David Alandete

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Joe Biden maniobra para tratar de salvar la gran cumbre de las Américas que comienza en apenas una semana en Los Ángeles y que están boicoteando el mexicano Andrés Manuel López Obrador y otros mandatarios del continente . La Casa Blanca ha vendido ese encuentro, el primero de ese tipo que se celebra en EE.UU. desde 1994, como una forma de reforzar los principios democráticos en un contexto de creciente extremismo y populismo, y por eso trató de mantener fuera a las tres dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Sin embargo, según han dicho a este diario fuentes oficiales norteamericanas, Washington ha entablado contacto con el régimen cubano para invitar a rangos medios de la dictadura y asegurase así la asistencia del Gobierno mexicano, aliado del régimen castrista.

La novena Cumbre de las Américas tendrá lugar entre el 6 y el 10 de junio, y a fecha de hoy la Casa Blanca aun no ha anunciado una lista definitiva de invitados . Hasta este mismo miércoles 25 de mayo, Biden corría el riesgo de que dos de las mayores naciones del continente, las potencias de Brasil y México , le hicieran el vacío. En México, López Obrador insiste aun en que Biden debe invitar a todas y cada una de las naciones americanas, o sufrir el boicot de una buena parte de ellas. El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se hizo de rogar, sin aceptar o rechazar la invitación, prolongando el complejo baile que tiene con la Casa Blanca desde que perdiera las elecciones de 2020 su socio y amigo personal Donald Trump.

Finalmente, Biden ofreció a Bolsonaro una bilateral en toda regla en los márgenes de la cumbre, para tratar asuntos de interés mutuo, sobre todo comercio y las presiones de EE.UU. por la deforestación del Amazonas. Y con ello, el jueves varios ministros anunciaron a la agencia Ap que Bolsonaro acudirá a Los Angeles , algo que provocó un patente alivio en la Casa Blanca. Bolsonaro fue de los últimos líderes en felicitar a Biden por su victoria, y lo hizo por carta. Ambos mandatarios, de dos potencias económicas del continente, tradicionalmente aliadas, no se han visto desde entonces, y tampoco han hablado por teléfono.

Presiones de México

A pesar de que la lista de invitados no es pública, el mes pasado el subsecretario de Estado para América Latina, Brian Nichols, dijo en NTN24 que EE.UU. no invitaría a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua . Después, el mexicano López Obrador, que es socio de las tres dictaduras, amenazó con no acudir, e invitó indirectamente al resto de mandatarios del continente a hacer lo propio. Según dijo en una de sus conferencias mañaneras: «No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos, para unirnos y aunque tengamos diferencias las podemos resolver cuando menos dialogando, escuchándonos, pero no excluyendo a nadie, además nadie tiene el derecho de excluir».

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro de Zelaya, se sumó a ese boicot y dijo en Twitter: «Si no están presentes todas las naciones, no es una Cumbre de las Américas ». Tampoco acudirá, según ha dicho ya, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammatei, pero no por el boicot a las dictaduras, sino a las críticas de EE.UU. por supuesta injerencia sobre el poder judicial.

A pesar de que la lista de invitados no es pública, el mes pasado el subsecretario de Estado para América Latina, Brian Nichols, dijo en NTN24 que EE.UU. no invitaría a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua

Si fallaran esos tres países -México, Honduras y Guatemala- fracasa la estrategia de Biden de convertir esta Cumbre de las Americas en un foro para tratar sobre cómo contener los flujos migratorios , dadas las cifras récord de sin papeles que han cruzado a EE.UU. en los pasados meses. Muchos de ellos, su mayoría, provienen de esos mismos países y de El Salvador, cuyo presidente, Nayib Bukele, no ha dicho si ha sido invitado ni si acudirá. A otra cumbre de jefes de estado y de gobierno, mantenida de forma virtual en diciembre, y en la que se trató sobre las amenazas a la democracia, Biden no invitó al salvadoreño Bukele ni al guatemalteco Giammatei. El mexicano López Obrador sí fue invitado, pero se ausentó y ni siquiera envió a su ministro de Exteriores, sino a su embajador en Washington, Esteban Moctezuma.

Crisis migratoria

Para evitar una Cumbre de las Américas sin México, la Casa Blanca ha ofrecido a este último extender una invitación a funcionarios cubanos con los que ya tiene contacto, como el viceministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossio, quien ya estuvo en Washington para una reunión sobre migración a finales de abril. Están llegando a la frontera de México con EE.UU. más de 9.000 cubanos al mes , que tratan de solicitar asilo. «EE.UU. tiene relaciones diplomáticas con Cuba y el contacto bilateral no se ha interrumpido», dijeron a ABC esas fuentes, que pidieron anonimato para hablar de deliberaciones en curso. Lo cierto es que con el régimen de Maduro, EE.UU. sí rompió relaciones en 2019, después de que Juan Guaidó fuera reconocido como presidente encargado, pero con cuba esos lazos se han mantenido durante la presidencia de Trump.

A pesar de esas gestiones, la dictadura cubana ha afirmado que no tiene planes de enviar representación a la cumbre en Los Ángeles . En la red social Twitter, Miguel Díaz-Canel dijo que EE.UU. «ha decidido desde temprano que la Cumbre de las Américas no será inclusiva». «Les puedo asegurar que bajo ningún concepto asistiré», dijo Díaz-Canel.

Lo cierto es que la decisión de no invitar a los cabecillas de los regímenes dictatoriales americanos sí le ha brindado a Biden apoyos por parte de sus críticos habituales: los republicanos . El senador conservador Marco Rubio llegó a lamentar en un discurso en el Capitolio el jueves la presión sobre la que está la Casa Blanca a causa de esa negativa. Según Rubio, «no se trata de no invitar a Cuba por dar un mensaje, o de no invitar a Nicaragua porque dar otro mensaje, de no invitar a Maduro porque queremos apaciguar a algún electorado en EE.UU. No se puede pretender que esto sea una cumbre de democracias si en la mesa se sientan elementos claramente antidemocráticos. En realidad lo que haríamos es darles credibilidad. Hay credibilidad en ser invitado a estos foros. Hay una credibilidad que está dañando, por cierto, a los que se les oponen, a la gente que ha arriesgado su vida, arriesgado su fortuna, arriesgado su futuro, arriesgado todo para hacerle frente a esta gente y se les dice, bueno, esos son los líderes de ese país, y tenemos que lidiar con ellos».

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