Agentes de la policia federal registran la oficina de Víctor Manzanares, contable de Cristina Kirchner, en Río Gallegos
Agentes de la policia federal registran la oficina de Víctor Manzanares, contable de Cristina Kirchner, en Río Gallegos - AFP

Cristina Kirchner se refugia de la justicia en la única casa sin registrar

La viuda más famosa de Argentina no pudo soportar la invasión en sus propiedades y se despachó sin descanso en Twitter y arremetió contra el Gobierno de Mauricio Macri

CORRESPONSAL EN BUENOS AIRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El cerco judicial comienza a quitarle espacio y el agobio se refleja en ataques compulsivos en su cuenta de Twitter. La expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se atrincheró en su chalet de la ciudad de Río Gallegos después de que la Policía Federal registrase sus numerosas propiedades en la provincia de Santa Cruz, al sur del país, por orden del juez federal, Claudio Bonadío.

La viuda de Néstor Kirchner no encontró refugio en ningún otro lado. Ni siquiera en la Gobernación de la provincia que administra su cuñada, Alicia Kirchner, también «allanada» por las fuerzas policiales. Bonadío rastrea, y parece que encuentra, pistas en los once inmuebles de «CFK» que le llevan a indicios, en forma de documentos, para apuntalar la querella sobre las irregularidades en una de sus sociedades, Los Sauces S.

A., presuntamente destinada al blanqueo de capitales.

Si la noticia de por sí era mala para la investigada otra peor la siguió. La Cámara Federal, instancia superior formada por varios jueces federales, amonestó al juez federal, Sebastián -alias «tortuga»- Casanello y le ordenó investigar a Cristina Elisabet Fernández en la causa abierta contra Lázaro Báez, exrecadero, cajero de banco y empresario –por este orden- convertido en el mayor receptor de obras públicas durante el anterior Gobierno. La Cámara, señala, «la persistencia del Juez en un enfoque errado de la investigación» y pide que sea «abordado sin demora la tarea» de investigar «las relaciones -cuanto menos- personales y comerciales que lo unían con las más altas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional». En otras palabras, dice que rasque en el origen de la «colosal» fortuna de Báez (más de medio millón de hectáreas y centenar y medio de propiedades) y busque su vínculo con la expresidenta.

Báez, hoy preso, está identificado como presunto testaferro del difunto Néstor Kirchner. Tras la muerte del expresidente la relación con su viuda se fue deteriorando. Desde prisión acusó a Casanello de estar al servicio de la ex presidenta e incluso dijo que le había visto en la residencia de Olivos (Buenos Aires) durante su mandato.

Cristina Fernández nunca antes había sentido tan cerca el aliento de la justicia en la nuca. Comprobó sobre el terreno (el suyo), el cerco que la llevará, de nuevo, al banquillo de un tribunal federal. Sola, con su hijo Máximo y Florencia en Buenos Aires y apenas la compañía de la gobernadora y cuñada, la viuda más famosa de Argentina no pudo soportar la invasión en sus propiedades y se despachó sin descanso en más de treinta tuits consecutivos y arremetió contra el Gobierno de Mauricio Macri, (le hace responsable de su infortunio judicial), la justicia («el partido judicial»), los medios de comunicación y se declaró víctima de una «persecución política» en lo que, ella, que lo tuvo todo, califica de «abuso de poder».

Ver los comentarios