Corea del Sur elige nuevo presidente en medio de su peor ola del coronavirus

Tras una campaña muy bronca y con participación récord, la pugna está igualada entre el progresista Lee Jae-myung y el conservador Yoon Suk-yeol

Cabinas de votación en el país asiático Reuters
Pablo M. Díez

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En medio de la peor ola del coronavirus, que ha registrado en un día más de 340.000 casos y 158 muertos por la explosión de Ómicron, Corea del Sur elige este miércoles a su nuevo presidente. En una carrera muy igualada , el cargo se lo disputan el progresista Lee Jae-myung , del actual partido en el Gobierno, y el conservador Yoon Suk-yeol , de la oposición conservadora. A pesar de su empate según las últimas encuestas, la balanza podría decantarse a favor de este último después de que un tercer candidato que aglutinaba un 10 por ciento de intención de voto, Ahn Cheol-soo del Partido Popular, se retirara la semana pasada de la pugna para darle su apoyo. Pero la campaña ha sido tan bronca que muchos votantes desengañados podrían cambiar su papeleta en el último minuto.

En una jornada electoral con participación récord del 61 por ciento, incluyendo al casi 37 por ciento que votó de forma adelantada el viernes y sábado, los colegios están abiertos desde las seis de la mañana hasta las seis de la tarde. A partir de ese momento, seguirán abiertos una hora y media más solo para los enfermos de Covid-19 y aquellos que estén en cuarentena, con el fin de que puedan votar sin mezclarse con los demás. Los resultados se esperan pasada la medianoche (por la tarde en España).

Siguiendo la política del presidente Moon Jae-in , artífice del deshielo con Corea del Norte, el candidato del Partido Democrático, Lee Jae-myung, promete pragmatismo y eficacia para mejorar la economía y las relaciones internacionales tras el impacto de la pandemia. Casado y con dos hijos a sus 57 años, atesora una exitosa carrera política como gobernador de Gyeonggi, la populosa provincia que rodea a Seúl , y alcalde de Seongnam, una “ciudad-dormitorio” industrial que revitalizó con su apuesta por los parques tecnológicos y sus programas sociales para los jóvenes. Además de seguir con el acercamiento al régimen de Kim Jong-un para rebajar la tensión entre las dos Coreas, sus principales promesas son instaurar un ingreso mínimo básico para todo el país y potenciar la vivienda pública para hacer frente a la desorbitada burbuja inmobiliaria. Al igual que otras figuras de la izquierda surcoreana, Lee procede de la abogacía que luchó contra la dictadura en los años 70 y 80, pero no entró activamente en política hasta la década pasada.

Pelotazo inmobiliario

A pesar de sus logros como gestor público, ha sido acusado por la oposición de estar implicado en un “pelotazo” inmobiliario cuando era alcalde de Seongnam. Además, su esposa, Kim Hye-kyung, usó de forma irregular tarjetas de crédito oficiales cuando él era gobernador de Gyeonggi.

Por su parte, el aspirante del Partido del Poder Popular , Yoon Suk-yeol, de 61 años, fue fiscal general de Corea del Sur entre 2019 y 2021 y ha sabido captar el descontento conservador con el presidente Moon Jae-in. Primero por su apaciguamiento con el régimen comunista de Pyongyang, que resultó infructuoso por el fracaso de las conversaciones entre Trump y Kim Jong-un, y luego por el impacto social y económico del coronavirus, que dos años después de su estallido golpea con fuerza a Corea del Sur pese a que fue uno de los países que mejor controló la pandemia al principio.

Con un discurso mucho más duro en seguridad nacional, Yoon aboga por desplegar más escudos antimisiles de Estados Unidos, las polémicas lanzaderas THAAD que tanto asustan tanto a Corea del Norte como a China . Sus comentarios, considerando incluso un ataque preventivo contra la amenaza nuclear de Kim Jong-un, han sido muy criticados por su rival, que lo acusa de elevar la tensión militar a costa de la economía, según informa la agencia Yonhap. Al igual que su adversario, su punto débil es su esposa, Kim Keon-hee, acusada de aceptar sobornos y de mentir en su currículum laboral ante dos universidades.

En la campaña más bronca y polarizada que se recuerda, los surcoreanos eligen a su presidente para los próximos cinco años con diferencias radicales sobre las relaciones con el Norte, la economía y las políticas sociales y de vivienda.

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