Por qué la condena a su abogado es una pésima noticia para Trump

Si se demuestra que el presidente ordenó quebrantar la ley estaría en serios apuros

Michael Cohen, a la salida de los juzgados en Nueva York tras ser condenado este miércoles Reuters

David Alandete

Después de que el juez condenara el miércoles a quien fuera abogado de Donald Trump durante una década, el presidente hizo algo a lo que no tiene a la nación acostumbrada: mantuvo silencio en Twitter durante casi todo un día. Es la prueba de que la pena de tres años de cárcel para Michael Cohen es una noticia mala, muy mala, para el actual inquilino de la Casa Blanca.

A Cohen se le juzgaba por dos casos : mentir bajo juramento en el Congreso sobre su mediación con el Kremlin para construir una Torre Trump en Moscú y, el más perjudicial para el presidente, defraudar al fisco sobre el pago de 280.000 dólares (246.000 euros) a una actriz porno y una modelo para que mantuvieran en secreto durante la campaña electoral sus aventuras con el presidente.

Los abogados de Cohen han comparado el caso con el Watergate , tan perjudicial puede ser para el presidente. Como con Ricard Nixon , queda por saber qué sabía el presidente y cuándo lo supo. ¿Era consciente de que otros estaban rompiendo la ley para beneficiarle? ¿Les ordenó él que rompieran la ley? Si fue así, y se demuestra, Trump está en serios apuros.

No hay consenso en EE.UU. sobre si un presidente puede ser imputado en un juzgado. Las leyes han dado pie a opiniones opuestas. Lo que está claro es que el presidente sí puede ser juzgado en el Capitolio en un proceso de «impeachment» o recusación, que sólo se ha abierto en dos ocasiones en toda la historia de EE.UU. Ni a Andrew Johnson en 1868 ni a Bill Clinton en 1998 se les acabó declarando culpables. Richard Nixon dimitió en 1974 antes de ser recusado.

Trump, que tiene experiencia trabajando con abogados, ha estallado finalmente en Twitter esta mañana y ha dicho que si un letrado rompe la ley, él es el culpable, y no su cliente. «Se llama asesoramiento legal, y el abogado es siempre responsable si rompe la ley», ha dicho el presidente.

En sus pesquisas, el fiscal especial Robert Mueller ha imputado de momento a 33 personas. En su mayoría son agentes rusos. Pero también hay entre ellos estrechos colaboradores de Trump: su jefe de campaña, Paul Manafort , o el propio abogado Cohen.

No hay cargos contra el presidente y es improbable que Mueller los presente. Cuando acabe su investigación, el fiscal debe emitir un informe que entregará al departamento de Justicia, y este deberá decidir si toma medidas contra el presidente o no. Al nuevo fiscal general y máximo responsable de ese departamento, William Barr , lo acaba de elegir el propio Trump en sustitución del anterior, Jeff Sessions .

Por si acaso, para cubrirse las espaldas y en previsión de los problemas que le pueden sobrevenir en los próximos meses, Trump ha expresado este jueves en Twitter su opinión de todas estas investigaciones: «¡CAZA DE BRUJAS!».

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