BREXIT: EL REINO UNIDO ACTIVA EL ARTÍCULO 50

Una carta de guante blanco que pide el máximo acuerdo posible

«Debilitar nuestra cooperación sería un costoso error», escribe May, aparcando su beligerante tono brexiter

CORRESPONSAL EN LONDRES Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La carta de May a Donald Tusk en la que le comunica la activación del Artículo 50 del Tratado de Lisboa y el inicio de la salida del Reino Unido de la UE no es espacialmente larga para la importancia del documento. Son 2.200 palabras (para ubicar a los lectores, un poco más que dos terceras de ABC). El tono es de absoluto guante blanco, casi un ruego de que se otorgue al Reino Unido el mejor acuerdo posible con la UE, por el bien de ambos.

La misiva tiene cuatro puntos: Principios, Negociaciones Reino Unido-UE, Principios para la discusión y Tareas por delante. En primer apartado arranca explicando los primeros pasos internos en el Reino Unido, que consistirán en la aprobación de una norma que revertirá la Ley de Comunidades Europeas de 1973, que convirtió la legislación comunitaria en obligada en el Reino Unido.

Ahora se hará lo contrario, aunque no se aplicara esa revocación de la normativa europea hasta que se complete la salida de la UE.

May advierte también que solo habrá un negociador, el Gobierno de Londres, que lo hará en nombre de un único Reino Unido. Un claro aviso doméstico en un momento en que la tensión separatista en Escocia vuelve a ser máxima.

Sobre las futuras relaciones de ambos, aspira a una «profunda y especial sociedad con la UE en economía y seguridad». Si no se logra esa aspiración en las negociaciones, advierte que el Reino Unido se tendrá que incorporar como un país más a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que se debilitará «la seguridad contra el crimen y el terrorismo» en el Reino Unido en Europa. «Debemos trabajar juntos para evitar ese desenlace», concluye. Esta frase es muy importante, porque en cierto modo desmonta su polémica bravata de que «es mejor ningún acuerdo con la UE que un mal acuerdo».

Como «principios para las conversaciones», pide que se lleven a cabo «con un espíritu respetuoso de cooperación y constructivo». Reconoce también que el Reino Unido perderá influencia, pues su economía se verá afectada por leyes en las que no tendrá voz ni voto.

Comunitarios en el Reino Unido

Sobre el controvertido tema de los comunitarios afincados en el Reino Unido, que May se había reservado hasta ahora como moneda de cambio para las negociaciones, expresa su deseo de resolver su situación cuanto antes, y también la de los británicos en Europa continental, «porque para nosotros las personas son lo primero».

Pide expresamente que no se vuelva a una frontera dura entre Irlanda del Norte e Irlanda y que no se perjudique el proceso de paz.

Aboga por comenzar cuanto antes a estudiar las cuestiones técnicas para un nuevo acuerdo comercial, que «debería ser el de mayor alcance y ambición que cualquier otro anterior» y que abarque servicios financieros y redes industriales. Reclama que se mantenga «un ambiente de comercio justo y abierto» y por defender en el mundo «los valores compartidos».

Libre comercio y seguridad

En el último capítulo, el de «tareas por delante», vuelve a insistir en la necesidad de alcanzar un acuerdo en libre comercio y seguridad, «porque debilitar nuestra cooperación para la prosperidad y la protección de los ciudadanos sería un costoso error».

Concluye convencida de que se puede alcanzar un acuerdo en el plazo previsto de dos años. Toda la carta supone un cambio de tono notable respecto a sus proclamas bréxiters, constantes desde que en enero anunció que se inclinaba por un Brexit duro. La misiva de hoy indica que mucha de aquella pirotecnia dialéctica era para calmar a su insaciable bancada eurófoba. A la hora de la verdad, la primera ministra, que al fin y al cabo hizo campaña por la permanencia, aspira a lograr el máximo acceso a la UE que ahora dejan los británicos. La duda es cómo responderá la otra parte a su interesada propuesta, que viene a ser querer disfrutar de todo lo bueno de la UE sin poner dinero ni someterse a sus reglas.

Ver los comentarios