Audiencia contra Salvini en Palermo por bloquear el desembarco del Open Arms

La Fiscalía acusa al exministro del Interior de secuestro de personas. El líder de la Liga replica: «Volvería a hacer todo igual»

El exministro del Interior de Italia, Matteo Salvini Mitello Mirto

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En el aula búnker donde se celebró el primer gran juicio de Palermo (Sicilia), instruido por los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, contra la Cosa Nostra con 475 procesados por diversos delitos, hoy el imputado es el exministro del Interior Matteo Salvini . Es la audiencia preliminar del juicio en el que se acusa al líder de la Liga por el presunto delito de secuestro de personas y denegación de documentos oficiales, al no permitir el desembarco, en la isla de Lampedusa, a 151 inmigrantes del buque español Open Arms , entre el 14 y el 20 de agosto 2019, cuando era ministro del Interior. Esta mañana Salvini llegó al aula búnker acompañada de su abogada, Giulia Bongiorno, senadora y exministra de Administración pública en el primer gobierno Conte. Para darle la «bienvenida», en el exterior del aula diversas asociaciones del movimiento contra el racismo exhibieron pancartas y gritaron la consigna «proceso al odio».

El juez ha admitido a 18 partes civiles -7 son inmigrantes del Open Arms- que han solicitado comparecer en la audiencia preliminar. En el aula han estado presentes los dirigentes Open Arms, con su fundador Oscar Camps, que se han constituido parte civil. En un tuit de la ONG, se subraya que «Salvini causó dolor y sufrimiento innecesario a 151 personas a bordo del Open Arms exclusivamente para utilizarlo en su propia campaña electoral. Todo esto tiene un precio y es de ley que se haga justicia». Arturo Salerni, uno de los abogados de la parte civil, ha comentado: «Fue un verdadero secuestro de persona».

La abogada de Salvini ha reiterado que no hubo secuestro, porque Matteo Salvini siguió «las decisiones adoptadas por todo el Gobierno a favor de un interés público para realizar un correcto control y gestión de los flujos de la inmigración, así como la plena protección del orden público». En cambio, la Fiscalía acusa a Salvini de «secuestro de personas agravado por haber sido cometido por un funcionario público con abuso de las facultades inherentes a sus funciones, así como haber sido cometido incluso en perjuicio de menores».

Acto ilícito

El líder de la Liga se sentó ya en el banquillo de los acusados ante un juez de Catania (Sicilia), el pasado 3 de octubre, acusado también del presunto delito de secuestro de personas al no permitir el desembarco de 131 inmigrantes de la nave de la Marina militar Gregoretti a finales de julio 2019. En esa ocasión, el fiscal pidió archivar la causa porque « no hubo secuestro ». Pero el juez de la audiencia preliminar, Nunzio Salpietro, dispuso entonces profundizar en el caso, citando a Giuseppe Conte y otros ministros, para verificar el argumento de Salvini: su decisión de impedir el desembarco de inmigrantes fue adoptada de acuerdo con todo el gobierno.

En cambio, la diferencia en esta audiencia preliminar de Palermo es que la Fiscalía no tiene dudas sobre su decisión de acusar a Salvini por el presunto delito de secuestro de personas , aportando dos cartas del jefe del gobierno Conte en las que instó al entonces ministro del Interior para que fueran desembarcados los 27 menores no acompañados lo antes posible porque la situación en el Open Arms ya era dramática desde el punto de vista sanitario. La fiscalía de Palermo, dirigida por Francesco Lo Voi, ha considerado que el no permitirles desembarcar fue «un acto ilícito».

Volvería a hacerlo

Matteo Salvini ha reiterado que actuó «para defender los confines del país », y ha vuelto a su lucha política contra la inmigración: «Volvería a hacer todo igual, y así lo haré en cuanto vuelva al gobierno».

La audiencia preliminar concluyó con el aplazamiento al 20 de marzo, porque el juez ha admitido nuevas pruebas de la defensa de Salvini. A la salida se produjo cierta tensión entre los defensores de la parte civil y el líder de la Liga. «Estamos hablando de un barco español autorizado para llevar 19 personas a bordo y que ha recogido 162 -subrayó Salvini-. Un barco que no quiso desembarcar en Malta y que también se negó a dirigirse a un puerto español. Puso en riesgo la salud de los inmigrantes a bordo, dos de los cuales continúan en prisión y otros 40 han desaparecido; mientras, un ministro que defendió la dignidad, las fronteras y la seguridad del país que representaba, está sometido a juicio». A las acusaciones de Salvini respondió uno de los abogados de la parte civil: «El desembarco en Malta nunca fue posible, el capitán debe tener en cuenta la seguridad del barco y sobre esto hay una documentación muy extensa; y a España era también imposible ».

Salvini se presentó el viernes en la capital siciliana con una mascarilla en la que tenía impresa una imagen de Paolo Borsellino, lo que suscitó muchas críticas en las redes sociales. El hermano del magistrado Borsellino, asesinado en julio 1992 en un atentando de la mafia en el que también murieron sus cinco escoltas, ha criticado a Salvini: «Instrumentaliza la mascarilla y hace todo con el objetivo de la propaganda, me produce vómito», dijo Salvatore Borsellino.

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