Wasil Ahmad, el niño de 10 años asesinado en Afganistán
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Asesinado en Afganistán el niño de 10 años que luchó contra los talibanes

Wasil Ahmad, que en junio del año pasado llegó a dirigir durante 43 días combates contra los insurgentes, recibió dos disparos en la cabeza. Las autoridades investigan si le mataron por ser sobrino de un comandante de la Policía local

KABUL Actualizado: Guardar
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Las autoridades afganas investigan el asesinato de un niño de diez años que llegó a dirigir combates contra los talibanes para determinar si el crimen ha sido una venganza de los insurgentes. Los talibanes han reivindicado la acción, calificándola como «un ataque táctico» contra una «marioneta» de la Policía local.

Wasil Ahmad recibió dos disparos en la cabeza cuando iba a comprar fruta cerca de su casa en Trinkot, capital de la provincia de Uruzgan (sur de Afganistán), y falleció en un hospital de la vecina Kandahar al que fue trasladado en helicóptero.

«Nuestros órganos de seguridad han emprendido una investigación sobre el asesinato y están trabajando para recoger información creíble", dijo el gobernador de Uruzgan, Nazir Kharotai.

El gobernador indicó que en la actualidad el niño era un estudiante de sexto grado sin participación alguna con el conflicto armado, después de que en junio del año pasado llegara a dirigir durante 43 días combates contra los insurgentes en el distrito de Khas de esta provincia y fuera reconocido públicamente por ello.

El portavoz del gobernador, Dost Nayab, afirmó que «incluso los miembros femeninos de la familia participaron en la lucha, pero nunca fue contratado oficialmente como policía».

«Aparentemente, fue asesinado por los talibanes por ser sobrino de un comandante de la Policía local, pero la investigación determinará si fue o no una venganza por haber combatido contra ellos», añadió.

Nayab apuntó que «alguna información revela que fue asesinado para amenazar a su tío, el mulá Abdul Samad, para que no regrese al distrito (de Khas) como comandante policial».

El chico fue entrenado por su tío en el manejo de armas y tomó el mando después de que él resultara herido, según relató a Efe el propio Samad, un excombatiente talibán que hace cuatro años dejó a los insurgentes para unirse a las tropas afganas en el conflicto que desde hace más de 14 años castiga al país asiático.

El tío cuidaba de su sobrino desde que su padre, también policía, murió hace tres años en luchas con los talibanes.

Samad aseguró que el menor nunca estuvo enrolado formalmente en la Policía, aunque combatiera contra los insurgentes.

A su regreso a Trinkot tras participar en la lucha, Wasil Khan fue recibido por las autoridades y homenajeado, recordó un comandante policial que participó en los actos, Gulagha Hashimi.

Posible negligencia

«Las evidencias que hemos recibido y la situación que el chico ha afrontado son preocupantes», declaró un colaborador de la organización de derechos humanos Human Rights Watch en Afganistán, Ahmad Shuja.

«Parece que la Policía local de Uruzgan y la nacional fueron negligentes con el chico», advirtió el activista, quien reclamó que el Gobierno afgano investigue lo sucedido y actúe en consecuencia, ya que las leyes internacionales prohíben la participación de menores en combates.

Shuja agregó que el presidente afgano, Ashraf Gani, aprobó en febrero del año pasado un decreto que prohíbe la presencia de menores en el Ejército y la Policía del país.

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