Corea del Norte depende de una agricultura donde todavía se ara con bueyes, como en estas tierras camino de Kaesong.
Corea del Norte depende de una agricultura donde todavía se ara con bueyes, como en estas tierras camino de Kaesong. - PABLO M. DÍEZ

La ONU alerta de que dos de cada cinco norcoreanos sufren desnutrición

En su último informe, pide a la comunidad internacional 105 millones de euros para atender a 13 millones de personas que necesitan comida y atención sanitaria

CORRESPONSAL EN PEKÍN Actualizado: Guardar
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Mientras el joven dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, se sigue gastando una millonada en misiles y bombas atómicas, su sufrido pueblo apenas tiene para comer. A tenor de un informe de la ONU, dos de cada cinco norcoreanos están desnutridos y uno de ellos carece de agua y acceso a las más elementales condiciones sanitarias.

De los 25 millones de habitantes con que cuenta este país, el más hermético y aislado del mundo, 18 millones dependen del Sistema Público de Distribución de Alimentos que el anacrónico régimen de Pyongyang gestiona al más puro estilo comunista. Debido a la escasez de las raciones, que fluctúan entre los 300 y 400 gramos de arroz por persona y día, la desnutrición afecta a 10,5 millones de norcoreanos, el 41% de la población.

«Para atender este año a 13 millones de personas con serias necesidades de seguridad alimentaria, sanidad, nutrición, agua e higiene, el país necesita 114 millones de dólares (105 millones de euros)», explica el coordinador residente de Naciones Unidas en Pyongyang, Tapan Mishra, en el informe «República Democrática Popular de Corea: necesidades y prioridades». La mayor parte de ese dinero (39 millones de dólares / 36 millones de euros) se destinará a cubrir las necesidades de nutrición de 2,5 millones de personas, mientras que otros 37 millones de dólares (34 millones de euros) servirán para mejorar la salud de 12,8 millones de norcoreanos. Por su parte, la seguridad alimentaria requiere 30 millones de dólares (27 millones de euros) para beneficiar a 4,2 millones de personas y la partida en agua e higiene otros ocho millones de dólares (7,4 millones de euros) para atender a medio millón más de norcoreanos.

Con el fin de recaudar este dinero, la ONU ya ha abierto una campaña pública de donaciones en la que se puede participar a través de estos enlaces de internet: http://reliefweb.int/country/prk y www.unocha.org/cerf/our-donors/how-donate. El objetivo es seguir ayudando a la población de Corea del Norte, que depende en gran medida de la ayuda humanitaria mientras Kim Jong-un dedica la mayor parte de sus escasos recursos económicos a su loca carrera armamentística para perpetuarse en el poder.

Cartilla de racionamiento

Con el país cerrado al exterior para preservar su arcaico sistema estalinista, la subsistencia de sus habitantes se basa en su también atrasada agricultura, claramente insuficiente para alimentar debidamente a toda la población. La mayoría de la comida procede de las 3.900 cooperativas que opera el régimen, donde destacan un centenar de granjas estatales especializadas en gallinas y cerdos. Con un modelo de economía planificada, dichas cooperativas surten al Sistema Público de Distribución de Alimentos, que reparte la comida a través de una cartilla de racionamiento. Básicamente se trata de arroz, maíz y algún que otro cereal como cebada, así como legumbres y aceite para cocinar.

Los campesinos norcoreanos aran con bueyes por la falta de tractores y gasolina.
Los campesinos norcoreanos aran con bueyes por la falta de tractores y gasolina. - PABLO M. DÍEZ

Dependiendo de las cosechas, las raciones empezaron el año pasado por 380 gramos por persona y día y entre julio y septiembre se redujeron a 300 gramos, la mitad de las calorías que necesita un adulto cada jornada. Aunque en enero volvieron a subir a 400 gramos diarios por persona, aún están lejos del objetivo de las autoridades: 573 gramos.

Salvo para los cereales, suministrados por el Estado, cada vez son más los norcoreanos que acuden a los mercados privados para comprar comida. En un todavía incipiente modelo de economía capitalista, a los campesinos se les permite cultivar verduras y criar gallinas en los patios de sus casas para venderlas luego en los mercados de los pueblos y ciudades. Pero, al igual que las cooperativas estatales, la suerte de estos agricultores privados depende de la benevolencia del tiempo con sus diminutas parcelas, que no suelen tener más de 30 metros cuadrados.

A la adversa orografía del terreno, tan montañoso que solo el 17% del territorio es cultivable, se suma la falta de maquinaria agrícola y de semillas y fertilizantes de calidad. Además, Corea del Norte sufre frecuentes desastres naturales, como sequías e inundaciones en un mismo año, que arrasan sus cultivos y sus ya de por sí precarias infraestructuras, poniendo a su población al borde de la hambruna. Así ocurrió durante la «Ardua Marcha» a mediados de los 90, cuando las malas cosechas se aliaron con el desmoronamiento en la Europa del Este del bloque comunista que mantenía al régimen y unos dos millones de personas perecieron de hambre (300.000 según reconoce la propaganda oficial).

La ONU calcula que casi un tercio de los niños norcoreanos están desnutridos.
La ONU calcula que casi un tercio de los niños norcoreanos están desnutridos. - PABLO M. DÍEZ

Desde el año 2000, la situación de Corea del Norte ha mejorado notablemente gracias a la ayuda humanitaria. Pero las precariedades continúan porque 5,6 millones de personas se han visto afectadas por las catástrofes naturales entre 2004 y 2015. Tras la peor sequía en un siglo, las inundaciones del año pasado en la provincia de Hamgyong del Norte dejaron 600.000 damnificados, de los que 69.000 tuvieron que ser evacuados, al anegar tierras de cultivo, sistemas de riego, clínicas y colegios.

Niños y embarazadas, los más castigados

Como siempre, los más castigados fueron los sectores de población más sensibles, entre los que destacan los niños, las mujeres embarazadas y los ancianos. Tal y como detalla el informe de la ONU, el 21% de la población norcoreana son menores de 15 años, de los que 1,3 millones tienen menos de cinco años. Su situación es especialmente delicada porque la desnutrición crónica afecta al 27,9% de estos niños y la aguda al 4%. Debido a dicha desnutrición y a la falta de adecuadas condiciones higiénicas, las diarreas y la neumonía son las principales causas de mortalidad infantil.

Por falta de agua corriente, mujeres norcoreanas lavan la ropa en el río Tumen, en la frontera con China.
Por falta de agua corriente, mujeres norcoreanas lavan la ropa en el río Tumen, en la frontera con China. - PABLO M. DÍEZ

Con graves carencias de hierro, zinc, vitamina A y yodo, el 23,3% de las embarazadas y parturientas también sufre malnutrición. Según un informe del Ministerio de Salud Pública elaborado en 2014, un tercio de las embarazadas padecía anemia y el 5% de sus bebés nacía por debajo del peso ideal. Por culpa de estas deficiencias estructurales, Corea del Norte presenta un alto índice de mortalidad materna en el parto: 65,9 por cada 100.000 nacimientos. Con grandes diferencias entre las zonas urbanas y las rurales, dos tercios de la población no tienen acceso a equipamientos médicos adecuados y el 9% de las embarazadas da a luz en sus propias casas, donde se registra el 67% de la mortalidad materna por las hemorragias post-parto y la falta de higiene. Aunque, en teoría, el 82% de la población tiene agua corriente, sus cortes de suministro son tan frecuentes como los de luz y 3,5 millones de personas no pueden abrir sus grifos por la falta de mantenimiento de las tuberías.

A todo ello hay que añadir las sanciones internacionales impuestas por la ONU contra el régimen de Kim Jong-un por sus ensayos nucleares y de misiles. Dichas sanciones no apuntan a la ayuda humanitaria, pero el informe de Naciones Unidas alerta de que la colaboración internacional ha «caído radicalmente desde 2012» por las trabas puestas a los bancos para enviar fondos a Corea del Norte y por los recelos con este país. En la actualidad, solo operan en Pyongyang 13 organismos mundiales y ONG que, además, están muy controlados por el régimen. Con el acceso restringido a buena parte del país, hay provincias enteras completamente cerradas a los extranjeros, como Jagang.

A pesar de todas estas dificultades, el informe de la ONU recuerda los logros obtenidos el año pasado, cuando el 90% de los menores de cinco años fueron tratados contra la desnutrición, 1,2 millones de niños y embarazadas tuvieron acceso a mejores alimentos, se redujo en un 31% la malaria y 130.000 parturientas fueron atendidas por nuevos equipos de emergencia en 223 hospitales. Todo ello, y pese a las constantes amenazas de Kim Jong-un, gracias a la solidaridad internacional.

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