El presidente de Estados Unidos, Barack Obama
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama - reuters

Obama desmonta «de facto» la mitad del embargo a Cuba

Por primera vez, EE.UU. podría no oponerse a la exigencia de la ONU de acabar con las prohibiciones

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Sin prisa pero sin pausa y por la vía de los hechos, la Administración Obama va echando abajo el embargo comercial al que Estados Unidos ha sometido a Cuba durante medio siglo. La decisión inédita de Estados Unidos de no oponerse a una condena de Naciones Unidas, que podría hacerse efectiva durante la próxima Asamblea de principios de octubre, refuerza aún más las últimas medidas liberalizadoras que han entrado en vigor este lunes. Frente al muro imposible de la mayoría republicana en el Congreso para el fin legal del embargo, el Gobierno y la diplomacia de Obama siguen dando pasos para convertir las históricas prohibiciones a la isla en papel mojado. Bajo el amparo y el impulso inicial del Papa Francisco, a punto de dejar Cuba para aterrizar mañana en Washington, Estados Unidos sigue el guión liberalizador a la espera de que el régimen ayude con algún gesto de apertura.

Apenas tres días después de que la Administación Obama anunciara el paquete más ambicioso de todas las normas aprobadas en favor del comercio con Cuba, este domingo se filtró la intención de la diplomacia norteamericana de hacer historia también en el seno de la Asamblea de Naciones Unidas. Aunque la decisión todavía no estaría tomada, según informa AP, las fuentes consultadas valoran seriamente no rechazar una nueva iniciativa de condena del embargo y de exigencia de que Estados Unidos le ponga fin. La abstención sería un paso político más en el deshielo en las relaciones entre ambos países, que tuvo su medida simbólica reciente en la reapertura de ambas embajadas en Washington y La Habana.

En un contexto favorecido por el viaje del Papa Francisco primero a Cuba y después a Estados Unidos, la Administración Obama aprobó el pasado viernes un paquete liberalizador aún más ambicioso que el que impulsó el pasado enero. Las medidas que han entrado en vigor hoy permiten a ciertas empresas norteamericanas abrir negocios en Cuba, la retirada de los límites a las llamadas remesas de dinero enviadas a la isla, la autorización a familiares de cubanos a viajar a la isla y la contratación de cubanos por parte de empresas tecnológicas estadounidenses.

Para el presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, John S. Kavulich, con las nuevas medidas aprobadas «calculo que se ha neutralizado ya un 40% del embargo». A su juicio, estamos ante «la decisión más ambiciosa de la historia en décadas en la relación comercial de ambos países».

Las medidas de Obama en favor de Cuba han sido criticadas unánimemente por los republicanos, y en especial por el aspirante en la carrera presidencial e hijo de cubanos Marco Rubio, quien afirma que «no sólo perjudican a la causa de una Cuba libre, sino que plantean serias dudas sobre la legalidad de algunas de las regulaciones de la Administración Obama».

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