Panayotis Lafazanis (izda) junto con el presidente griego Prokopis Pavlópulos
Panayotis Lafazanis (izda) junto con el presidente griego Prokopis Pavlópulos - efe
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Panayotis Lafazanis, el más radical que hizo dimitir a Alexis Tsipras

En la presentación de su nuevo partido, cuyo símbolo es una estrella roja, insistió en la anulación de todos los programas de reformas, anunciando el final de la austeridad

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Es un hombre de apariencia tranquila, familiar y educado. Un hombre de partido, primero del partido comunista KKE y posteriormente de la Coalición de la Izquierda, el Synaspismós, que se convirtió en la Coalición de la Izquierda Radical.

Ahora es el dirigente de la nueva formación Unidad Popular, que le robó muchos escaños a Tsipras (obligándole a dimitir) y aspira a ser la tercera fuerza política del país, tras los radicales y los conservadores. Es profundamente antieuropeo y partidario de otra salida para Grecia, aunque suponga regresar a la dracma.

Nunca ha trabajado en el sector privado, desconoce la economía de mercado y es apoyado por muchos empleados públicos y sindicalistas. Pero también por quienes creyeron en el programa electoral de Tsípras, cuyo gobierno llevo a cabo una parte muy reducida.

Opuesto a toda privatización, empezando por el sector energético, siempre ha creído en el apoyo de Moscú. Los comentaristas políticos dan a su nueva formación un margen entre el 2 y el 10% de los votos, mientras que en los sondeos hasta ahora no supera el 5% en intención de votos. Esto significa que entrará sin dificultades en el parlamento convirtiéndose en oposición frontal a quienes tengan que aplicar las medidas acordadas en el tercer rescate.

El único sondeo en el que figura con el 10% es el publicado por Iskra, la pagina web del sector más radical de Syriza y cercano a Lafazanis. «Vamos hacia una moneda nacional, aunque no lo queramos, para sobrevivir. El memorando no puede aplicarse, se quedará a medio camino» afirma en Lafazanis.

Y en la presentación de su nuevo partido, cuyo símbolo es una estrella roja, insistió en la anulación de todos los programas de reformas, anunciando el final de la austeridad, la eliminación de todos los recortes de sueldos y pensiones y el aumento gradual del sueldo mínimo.

Asimismo quiere la desaparición del impuesto inmobiliario, la aplicación de los convenios colectivos, la nacionalización de todos los bancos, el cierre del organismo para las privatizaciones y el control público de toda empresa de importancia estratégica.

Insiste en la imposición de una moneda nacional para recuperar liquidez monetaria, la salida de la eurozona y una nueva política exterior.

Lafazanis nació en 1951 en Eleusis (en griego Eleusina), una pequeña ciudad industrial de la región de Atica, a veinte kilómetros de Atenas. Desde hace más de un siglo sus habitantes conviven con el cinturón industrial de la capital y las refinerías de petróleo, pero también con el santuario arqueológico con el mismo nombre, dedicado a las diosas Remeter y Perséfone.

La diferencia ahora es que la gran mayoría de las pequeñas industrias de la zona han cerrado, sus familias trabajadoras malviven en el paro y la contaminación atmosférica debido a la cercanía de las refinerías es muy alta.

Panayotis estudió matemáticas en la Universidad de Atenas pero se dedicó desde su juventud a la política desde el partido comunista KKE, legalizado en 1974 pero que sigue siendo marxisto-leninista. Fue miembro del Comité Central de las Juventudes comunistas desde su adolescencia y miembro del comité de ocupación de la universidad en 1973 durante la junta de los coroneles.

Posteriormente de su Comité Central a partir de 1989 (uno de los miembros más jóvenes) y de su Oficina Política, siendo el encargado de su primera oficina de prensa. En 1992 fue miembro fundador y del Comité Central de la Coalición de la Izquierda (en griego Synaspismós) que se convirtió posteriormente en la coalición de la Izquierda Radical (Syriza), donde también era miembro destacado del Comité Central.

A partir del 2000 ha sido elegido diputado de la zona conocida como Pireos B, es decir los alrededores de dicho ayuntamiento que incluyen la ciudad de Eleusis, en todas las elecciones hasta ahora. Entre el 2012 y el 2014 fue también el portavoz parlamentario de Syriza.

Nada mas ganar las elecciones su partido, Alexis Tsipras le confió una de las carteras ministeriales más importantes del país en la que se habían unido varios ministerios: la cartera de la Reconstrucción Productiva, Medio Ambiente y Energía, desde el 27 de Enero hasta el 17 de Julio.

En la práctica consiguió paralizar las grandes privatizaciones que había acordado el gobierno anterior y eso si, efectuar un viaje oficial a Moscú a finales de mayo para mantener contactos con las autoridades rusas sobre temas energéticos (sin resultado aparente).

Su abierta oposición a un acuerdo con los acreedores, a la aprobación de las primeras medidas exigidas y al tercer rescate hizo imposible su permanencia en el gobierno de Tsipras que le sustituyó con el hasta entonces Ministro de Trabajo, Pános Skurlétis.

Siguió oponiéndose a la política gubernamental hasta anunciar el 21 de Agosto, un día antes de la disolución del parlamento, por carta dirigida a su Presidenta, su decisión de crear un grupo parlamentario independiente, Unidad Popular, con el apoyo de otros veinticuatro diputados radicales más.

Durante años fue el líder de la Plataforma de la Izquierda dentro de Syriza, el sector mas cercano a Moscú y contrario a cualquier compromiso europeista efectuado por los gobiernos anteriores.

Al convertirse en la tercera formación parlamentaria griega debido a sus 25 diputados en total, el Presidente de la República Procopis Pavlópulos le entregó el mandato para formar gobierno. Fue cuando se expresó mas claramente: denunció lo que denominó «elecciones express», que obligan a un proceso electoral en pocas semanas (sin nombrar a Tsipras) e insistió en que «utilizaremos este mandato para demostrar que un gobierno contrario al memorando puede y debe existir en este país», refiriéndose al programa de reformas, recortes y ajustes que acompaña al tercer rescate.

«Utilizaremos el mandato para hablar con la sociedad y las organizaciones sociales»

Se entrevistó con pocos políticos, pero también con representaciones de trabajadores. Pero como era de esperar, Lafazanis no consiguió formar gobierno contrario al rescate ya aprobado por 222 diputados (dos tercios de los radicales, conservadores, socialistas y centristas de El Rio) en la madrugada del 14 de Agosto. Porque hasta ahora contrarios al tercer rescate sólo han votado con Lafazanis y sus seguidores los diputados comunistas (que no quieren aliarse con Lafazanis) y los del partido de extrema derecha Amanecer Dorado.

La nueva dracma y el asalto a la Casa de la Moneda

Lafazanis nunca ha explicado en público en detalle, como se llegaría a la nueva dracma, con que medios y como se realizaría, ahora que es seguro que no existe la posibilidad de recibir financiación extranjera fuera de las instituciones europeas y del FMI.

Se le considera sin embargo la fuerza tras un proyecto secreto diseñado cuanto Tsipras llegaba a un acuerdo en Bruselas, revelado por distintos medios, comenzando por el Financial Times, este mes de julio: incluía el control del Banco de Grecia y el arresto de su Gobernador si se oponía a ello, así como la toma de la Casa de la Moneda para hacerse con los 22.000 millones de euros que (supuestamente) contenía, para hacer frente a las primeras necesidades en sueldos, jubilaciones y ayuda en alimentos y combustible en general durante los meses necesarios para crear la nueva dracma. Lafazanis lo desmintió.

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