El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una comparecencia sobre Irán
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, durante una comparecencia sobre Irán - reuters

Obama pide al Congreso un debate «robusto» sobre Irán, pero vetará un «no»

El presidente ha admitido como legítimo que haya quien siga preocupado sobre las intenciones del país asiático, pero ha remitido a las limitaciones que ahora se imponen al régimen de los ayatolás

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Barack Obama ha retado este miércoles al Congreso de Estados Unidos a que presente una mejor alternativa, si la encuentra, para impedir que Irán alcance la bomba atómica que el acuerdo cerrado con ese país que limita su programa nuclear. También ha preguntado a Israel y Arabia Saudí si, al margen de un ataque militar, se les ocurre «una solución pacífica distinta» a la firmada para asegurarse de que la república islámica no desarrolla armamento nuclear.

El presidente estadounidense ha comparecido en rueda de prensa en la Casa Blanca con el propósito de «vender» el acuerdo alcanzado con Irán, mirando sobre todo hacia el Congreso, donde la mayoría republicana amenaza con intentar boicotear el documento negociado. Obama ha amenazado con vetar cualquier decisión que no sea ratificar el texto.

Para superar el veto, los críticos al acuerdo han de sumar más de dos tercios. Aunque también hay demócratas que discrepan, de momento no parece que pueda lograrse esa mayoría cualificada.

Obama ha pedido un debate «robusto» e invitó a los miembros del Senado y de la Cámara de Representantes a que leen todas las páginas del acuerdo con detenimiento. «Los detalles importan mucho, por eso a nuestro equipo negociador le costó tanto tiempo», afirmó.

También ha insistido en que el acuerdo es bueno porque «corta todos los caminos de Irán hacia la bomba», mientras que la alternativa de falta de acuerdo abría la posibilidad de que en poco tiempo Teherán alcanzase la producción de armamento nuclear.

Ha admitido como legítimo que haya quien siga preocupado sobre las verdades intenciones de Irán, pero ha remitido a las limitaciones que ahora se imponen al régimen de los ayatolás en su programa nuclear.

«Nadie me ha presentado una mejor alternativa, porque la alternativa no es obligar a Irán a que renuncie a un programa nuclear pacífico, algo que en la comunidad internacional muchos no apoyarían, sino el uso de la fuerza», ha explicado. Según Obama, en el caso de que en los próximos años Irán mienta al exterior e incumpla los compromisos a los que se ata, Estados Unidos siempre tendrá la opción de una salida militar. Si esto ocurriera, EE.UU. podría entonces alegar una flagrante violación de un acuerdo que va a tener el respaldo de la ONU para su acción. Ha asegurado que dentro de diez o quince años «el presidente de Estados Unidos estará en mejor posición» para responder a Irán que si no se hubiera cerrado este acuerdo.

Obama ha defendido la cláusula del documento que acepta levantar el embargo de armas a Irán. Preguntado sobre unas recientes del jefe del Estado Mayor estadounidense, que ha asegurado en el Congreso que eso no podía permitirse, Obama ha respondido que aunque en un plazo de cinco a ocho años la ONU levante ese embargo, EE.UU. podrá seguir persiguiendo la entrega de armas iranís a grupos como Hizbolá.

El presidente ha expresado su «esperanza» de que todo esto lleve a un Irán «menos hostil y menos agresivo», y confió en que la mejora económica que supondrá la retirada de las sanciones internacionales contra Irán no suponga una transferencia de fondos a grupos extremistas financiados por ese país.

Ha aseverado que EE.UU. y la república islámica no están buscando normalizar sus relaciones diplomáticas. Además indicó que no entra entre sus previsiones ningún acuerdo con Irán para luchar conjuntamente o de forma coordinada contra el Estados Islámico.

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