El primer ministro griego, Alexis Tsipras a su llegada a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona en Bruselas
El primer ministro griego, Alexis Tsipras a su llegada a la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Eurozona en Bruselas - efe

Los principales puntos del acuerdo de la Unión Europea con Grecia

Cuestiones como la negociación sobre las pensiones o la privatización de la red eléctrica (ADMIE) son clave

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Un primer paquete de medidas urgentes

Antes del miércoles Grecia debe aprobar en el Parlamento de Atenas una serie de medidas urgentes y reformas que prueben su determinación de cumplir con las exigencias de los acreedores en los asuntos más sensibles, incluyendo los primeros recortes de pensiones, el aumento del IVA en todos los tramos y excepciones geográficas, la reforma de la justicia, la salvaguardia de la independencia del organismo que controla las estadísticas y adoptando la legislación pendiente sobre gobernanza económica de la zona euro que limita el margen de maniobra presupuestario del Gobierno. También debe transponer la directiva sobre resolución bancaria, teniendo en cuenta que algunos bancos podrían no sobrevivir a este prolongado periodo de cierre.

Negociación inmediata del tercer rescate

Si se aprueban esas medidas, el Eurogrupo podría considerar aprobar el mandato para que empiece la negociación del tercer rescate con la Comisión Europea. En esa negociación Grecia debe asumir que tendrá que presentar también un calendario preciso, exacto y obligatorio de medidas, cantidades y fechas que se comprometerá a cumplir. Pero antes, ese mandato debe pasar por la ratificación de los parlamentos nacionales en los que se requiere constitucionalmente. Este escollo ahora se presenta muy complicado en varios de los seis países donde este trámite es obligatorio (Alemania, Finlandia, Eslovaquia, Estonia, Holanda y Austria). Sin el cumplimiento previo del primer paquete de medidas sería virtualmente imposible.

Las pensiones deben ser sostenibles este año

Además de los recortes que ha de aprobar antes del miércoles, a lo largo de este rescate de tres años debe regular el sistema de pensiones de manera que llegue de forma real al equilibrio presupuestario, es decir que no le cueste más al Estado que lo que ingrese por cotizaciones, antes del mes de octubre de este año. Para ello deberá compensar los efectos de una sentencia del Tribunal Constitucional que anuló una reforma hecha previamente por el gobierno conservador. Este es uno de los elementos que más daño político le va a causar a Syriza, que ha proclamado continuamente que defendería a los pensionistas a capa y espada. Los acreedores le insisten en que no puede financiar las pensiones pidiendo dinero a otros países que tienen que exigir sacrificios a sus jubilados.

Modernización de la economía

Reforma ambiciosa del mercado en línea con lo que le aconsejó la OCDE, con desregulación de todas las profesiones y servicios, incluyendo farmacias, panaderías, productos lácteos, líneas de ferry, las rebajas y los horarios comerciales. Una vigorosa revisión de los procedimientos de negociación colectiva en las empresas incluyendo la regulación de los despidos colectivos. Las fórmulas de la reforma laboral deben alinearse con los usos de otros países europeos y debe excluirse la vuelta a las viejas prácticas que no son compatibles con las políticas de crecimiento. En coordinación con la Comisión Europea, desarrollar un programa urgente de modernización de la Administración pública para reducir costes de funcionamiento y presentarlo antes del día 20 de julio.

La red eléctrica (ADMIE) al sector privado

En el primer paquete a poner en marcha en 72 horas ya se menciona expresamente la privatización del operador de la red eléctrica (ADMIE), que es uno de los principales activos del Estado. El resto del sector público debe entrar en un calendario de ventas de activos con una gestión mejor que ahora pero ineluctable. Algunos países piden que las empresas públicas u otros activos del Estado hasta un valor de 50.000 millones sean entregados a un fideicomiso con sede en Luxemburgo, para ser vendidos más adelante si Grecia no pagase sus deudas, como una especie de aval. Sin embargo, no todos los ministros estaban de acuerdo en asumir una medida que se parece a lo que se hacía en el siglo XIX con las aduanas de los países morosos.

Vuelve la «troika» a trabajar en Atenas

La vuelta de las negociaciones con «las instituciones» (la vieja troika) a Atenas para mejorar la supervisión del cumplimiento de las medidas pactadas. Esta es una medida de alto contenido simbólico, porque ha sido una exigencia de Tsipras y del anterior ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, que consideraban que la presencia de los «hombres de negro» en los ministerios griegos era una especie de «ocupación». Eventualmente los países más duros quieren que Tsipras se comprometa a revertir todas las decisiones legales que ha adoptado estos meses sin el acuerdo con las instituciones supervisoras, lo que incluiría por ejemplo la reapertura de la televisión o la readmisión de miles de funcionarios. Se le daría la opción de tomar medidas equivalentes en recortes en otros sectores.

86.000 millones en tres años

Las necesidades financieras identificadas por la Comisión, el BCE y el FMI ascienden a un volumen de entre 82.000 y 86.000 millones de euros. El acuerdo pide que en las negociaciones se exploren posibilidades de reducir esa cifra a través de mayores ingresos fiscales o de más privatizaciones, teniendo en cuenta que se trata ya del tercer rescate.

Se explicita que si se cumplen las condiciones más urgentes, Grecia podría recibir a tiempo la ayuda que necesita con más rapidez, los 7.000 millones antes del 20 de julio y otros 5.000 a mediados de agosto, ya que si cayese en impago ante el BCE en la primera fecha, el sistema bancario de todo el país se derrumbaría y con el las finanzas públicas. Pero es necesario que para entonces haya asumido todas las exigencias.

No habrá quita salvo si sale del euro

La principal demanda de Grecia, la renegociación de la deuda, queda totalmente marcada en rojo: las quitas «son imposibles» y las autoridades griegas reiteran su compromiso inequívoco para honrar sus obligaciones financieras completamente y a tiempo. En cuanto a la posible renegociación de los plazos de carencia e intereses de la deuda, el documento no lo descarta, pero establece que no podrá ni siquiera considerarse antes de que se haya llevado a cabo la primera revisión del complimientos del programa de rescate. Aunque no todos los países estaban de acuerdo, la propuesta de que Grecia saliera del euro temporalmente si no acepta estas condiciones fue discutida abiertamente por los líderes europeos. En tal caso si se negociaría una quita.

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