Fotografía de Goto junto a su madre
Fotografía de Goto junto a su madre - efe

Japón confirma la autenticidad del vídeo del Estado Islámico con la muerte del rehén Goto

Los terroristas lo habrían decapitado al igual que al otro ciudadano de esa nacionalidad hace una semana

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Cumpliendo su amenaza, los terroristas del autoproclamado Estado Islámico han decapitado al periodista japonés Kenji Goto, de 47 años y secuestrado en Siria desde octubre. En un horrible vídeo difundido el sábado por la noche en internet, cuya autenticidad ha sido confirmada por las autoridades nipones, el reportero «free lance» es degollado por un encapuchado con acento inglés que parece ser el mismo de asesinatos anteriores.

En las siniestras imágenes, que llevan el logotipo de Al Furqan, la «televisión» del Estado Islámico, el verdugo amenaza con llevar la pesadilla a Japón por unirse a la lucha contra el Estado Islámico, que ya mató la semana pasada a otro rehén nipón, Haruna Yukawa. «Abe, por tu temeraria decisión de tomar parte en una guerra que no podéis ganar, este cuchillo no sólo degollará a Kenji, sino que además traerá una carnicería allá donde esté tu gente.

Que empiece la pesadilla para Japón», advierte el terrorista al primer ministro nipón.

Como rescate por Kenji Goto y por el piloto jordano Muaz al-Kaseasbeh, cuyo avión fue derribado en Siria en diciembre, los terroristas habían pedido la liberación de Sajida Al-Rishawi, una mujer iraquí condenada a muerte por una cadena de atentados contra hoteles de Amán que dejaron casi 60 muertos en 2005. Sajida, hermana de un lugarteniente de Abu Musab al-Zarqawi, difunto líder de Al Qaida en Irak, fue detenida entonces al fallar el cinturón de explosivos con el que pretendía inmolarse.

Reacción de Abe contra la barbarie

«Siento indignación por este inmoral y atroz acto de terrorismo. Cuando pienso en el sufrimiento de la familia, me quedo sin palabras», se lamentó el primer ministro nipón, Shinzo Abe. Además de recordar que «el Gobierno ha estado haciendo todo lo posible para obtener su liberación», aseguró que Japón no cederá ante los terroristas y seguirá prestando ayuda humanitaria a los países que combatan al Estado Islámico. Precisamente, su promesa de 200 millones de dólares (170 millones de euros) para estos fines fue respondida con el primer rescate que los terroristas exigían a cambio de los dos rehenes nipones, que ascendía a esa misma cantidad. Posteriormente, y tras matar a Haruna Yukawa, un aventurero de 42 años que había ido a Siria a montar una empresa de seguridad, el Estado Islámico cambió el rescate económico por la liberación de la terrorista iraquí presa en Amán. Aunque el Gobierno jordano estaba dispuesta a liberarla, el estancamiento de las negociaciones hace temer lo peor sobre su piloto tras esta nueva decapitación.

Desde la semana pasada, los familiares de los rehenes nipones venían pidiendo clemencia a los terroristas, que finalmente han cumplido su amenaza.

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