El Papa Francisco será el primer huésped del nuevo palacio de Erdogan

El gigantesco edificio, uno de los más grandes del mundo, ha desatado la polémica por su elevado coste

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El Papa Francisco será el primer invitado en pernoctar en el recién inaugurado palacio presidencial durante su próximo viaje oficial a Turquía, previsto para finales de este mes. Según ha informado la prensa turca, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibirá al Pontífice en una ceremonia de altísimo nivel en el palacio al inicio de su visita.

El edificio ha desatado un torrente de críticas tanto por su tamaño –superior al de la mayoría de construcciones de finalidad similar en el resto del mundo, incluyendo el Palacio Apostólico Vaticano- como por su coste final, 615 millones de dólares, prácticamente el doble de lo proyectado en un inicio. La nueva residencia presidencial, llamada AK Saray («Palacio Blanco» o «Palacio Puro», en turco, aunque también un juego de palabras con el AKP, el nombre del partido de Erdogan) tiene más de mil habitaciones y ocupa una superficie de más de 289.000 metros cuadrados.

Además de este lugar, está previsto que Su Santidad visite el mausoleo del fundador de la moderna República de Turquía, Mustafá Kemal «Atatürk», en Ankara, y el museo de la antigua basílica y mezquita de Santa Sofía, así como la Mezquita Azul, la Iglesia Católica del Espíritu Santo y el Patriarcado Ortodoxo, en Estambul. Se trata del cuarto Papa en desplazarse de forma oficial a este país: antes que él lo hicieron Pablo VI en 1967, Juan Pablo II en 1979, y Benedicto XVI en 2006.

En parte, uno de los motivos de este viaje es devolver la visita que el líder de la Iglesia Ortodoxa Griega de Constantinopla, Bartolomé I, hizo a Francisco el año pasado. El Patriarca decidió asistir a la investidura del Pontífice, el primer acercamiento de este tipo desde el Cisma de Oriente en 1054.

«Un buen mensaje al mundo»

«La visita del Papa a Turquía y sus conversaciones con Bartolomé I serán un buen mensaje al mundo tanto para Turquía como para las comunidades cristianas», declaró Kenan Gürdal, vicepresidente de la Iglesia Siriaca del barrio estambulí de Beyoglu, a la agencia oficial Anadolu. «Ojalá tuviésemos todos los mismos ritos y la misma doctrina; pero nuestro camino es el mismo: todos estamos unidos en Jesucristo a pesar de nuestras diferencias», afirmó.

«Estoy seguro de que su visita no será meramente simbólica, y que enviará un mensaje a la gente que apoya el diálogo entre sectas y religiones», ha dicho el ortodoxo Pandeli Laki Vingas, director de la Fundación para las Minorías, una organización que administra las propiedades de las comunidades religiosas minoritarias reconocidas por el estado turco desde los tiempos del Imperio Otomano.

«Para la unidad cristiana, el Vaticano ha estado haciendo esfuerzos durante muchos años, pero no son fáciles de unir, porque hay gente que no quiere esta unidad. Pero la mayoría de los cristianos busca la unidad, no la división. Los líderes religiosos deberían conducirnos hacia esta unidad. Estoy seguro de estos son pasos sinceros», ha dicho Vingas.

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