Rocío Jurado se declaró folclórica y feminista

Su figura cobra protagonismo con el concierto ‘Mujeres cantan a Rocío Jurado’ este 8M. Rescatamos una entrevista que concedió a la revista ‘Blanco y negro’

Pintadas de aliento para Rocío Carrasco en el muro de la casa de Chipiona

Rocío Jurado GTRES

Antonio Albert

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Rigoberta Bandini, Beatriz Luengo , Edurne, Ruth Lorenzo y Sole Giménez, actuarán en el concierto ‘Mujeres cantan a Rocío Jurado’ este martes, acompañadas de invitadas como Carlota Corredera, Laura Sánchez o Mercedes Milá. Es un merecido homenaje a ‘La más grande’ en el Día Internacional de la Mujer. Como su abuela, como su madre, como tantas otras predecesoras de una estirpe de mujeres fuertes, o que aprendieron a serlo de tanto aparentarlo durante años, Rocío Jurado no solo hizo la promesa de cuidar de los suyos, sino que la cumplió costara lo que costara, sacando adelante a sus hermanos, a los que se llevó consigo a Madrid, y a toda una familia que dejó en Chipiona, como su corazón, pero a la que siempre tuvo cerca. Diva histriónica de puertas para afuera, mujer pendiente de los más sencillos detalles de puertas para adentro, la Jurado era tan fiera como vulnerable, tan impulsiva como temerosa, tan libre como esclava de su amor por aquellos a los que amaba. ‘Más leona que paloma’, la definía Almudena Guzmán en un entrevista publicada el 24 de junio de 1990, aunque Rocío Jurado matizaba: «Tengo cosas de paloma, pero de paloma brava. Soy una luchadora y sé agarrar el toro por los cuernos. Toda mi trayectoria está marcada por la lucha porque esta profesión, sobre todo si eres mujer, es difícil de sobrellevar si no tienes ese espíritu». Este 8 de marzo conviene recordar las palabras claras y contundentes de Rocío Jurado a ‘Blanco y negro’: «Soy folclórica y feminista», una declaración de principios que fue desgranando en una conversación que nos permite conocer mejor a la mujer que había tras la artista.

Cartel promocional del concierto

De su carrera, Rocío Jurado afirmaba: «La mujer se expone mucho más en la profesión. La mujer es madre. Yo, sin ir más lejos, he tenido que renunciar a ser madre en determinados momentos para servir a mi profesión. Sigue existiendo una gran diferencia en cómo se ve al hombre y cómo a la mujer en cualquier trabajo. Es cierto que la mujer se ha liberado un poquito, pero también ha tenido que renunciar a cosas a las que el hombre, no». Y sus canciones, aunque no fueran escritas por ella lo estaban para ella, asumían su visión: «Mis letras no hablan de mujeres lánguidas esperando al hombre. Yo creo que la mujer es un ser muy activo que sabe reaccionar y plantar cara a los problemas. Fíjese en mí. Aunque no lo parezca, soy muy tímida, pero he tomado una postura diferente ante la vida para expresar en el escenario, y fuera de él, todo lo que sentía». Poco dada a meterse en berenjenales políticos, Rocío tuvo claras algunas prioridades de su lucha, como su apoyo a la comunidad LGTBI, que la idolatraba, y a la que ella se veía con la obligación moral de defender con uñas y dientes. En esta entrevista, sin embargo, fue más lejos: «Políticamente me defino como un picadillo andaluz . Por una parte soy conservadora; por otra, muy liberal, muy moderna. Lo que más me gusta es que a las personas les den todo lo bueno que la vida ofrece, desde cultura a amor. Por eso sí me gusta luchar. Mi política es la humanidad. No pertenezco a ningún partido porque quiero ser libre».

La entrevista fue portada del suplemento de ABC el 24 de junio de 1990 y realizada por la compañera Almudena Guzmán ABC

A Rocío le decían que había «mucha mujer en ese cuerpo» y que daría «miedo a los hombres». Pero ella negaba la mayor: «Para nada, soy muy tierna». A ella, en todo caso, le preocupaba otro miedo, el escénico, el de no estar a la altura de su público: «Al salir al escenario, por más claveles que me tiren, el miedo no me lo quita nadie». Porque, como buena virgo, era tan perfeccionista como autocrítica.

Y al hablar de los hombres, Rocío Jurado sabía muy bien lo que quería: «Lo que más me importa de un hombre es que sea bueno, con personalidad. Me interesa mucho más la altura mental que la física. También veo esencial que tenga sentido del compañerismo y que sea una persona tierna». Al menos, como ella: «Es que falta mucha ternura en este mundo, mucha, y todos andamos muy necesitados de ella». Han pasado más de 20 años y seguimos necesitados de ternura. Algunas mujeres nos la darán con sus canciones este martes.

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