El radical cambio de Meghan Markle

A raíz del derrame cerebral que le dio a su padre la pasada semana, la duquesa se ha dado cuenta de que no merece la pena estar alejada de su progenitor. Intenta solucionar las cosas después de cuatro años de distanciamiento público

El exmarido de Meghan Markle contará los secretos de su matrimonio con la duquesa en un libro

Meghan Markle, durante los Juegos Invictus GTRES

ABC

Meghan Markle está muy cansada de la eterna disputa que mantiene con su padre, Thomas , desde que tramó unas fotografías robadas suyas semanas antes de su boda con el príncipe Harry . Es cierto que la relación no era del todo buena antes, pero, desde entonces, la cosa ha ido de mal en peor. Es habitual que el exdirector de iluminación y fotografía conceda entrevistas hablando mal de su hija o del marido de esta, incluso ha tenido críticas para la Familia Real británica.

Esto ha motivado un distanciamiento entre padre e hija, pero el derrame cerebral que le dio a Thomas la pasada semana ha hecho que la duquesa reconsidere las cosas. Se ha dado cuenta de que es mejor no mantener una disputa, según han desvelado varias fuentes cercanas a la mujer del nieto de la Reina Isabel II al medio 'Sunday Mirror'. La preocupación y las ganas por encauzar su relación han hecho que mantengan varias videollamadas tras cuatro años de tensa relación.

«A pesar de su distanciamiento, Meghan claro que está preocupada. Y ha buscado saber si hay alguna forma de contactar con su padre de manera privada, sin que otros familiares se enteren o busquen involucrarse», dijo una de las fuentes.

Una versión que contrasta con la ofrecida por su hermanastra Samantha , que ha asegurado a varios periódicos que Meghan Markle no se ha preocupado por su padre durante su ingreso hospitalario. Ni ha hablado con él ni lo ha intentado. Bien es cierto que podría no haber tenido conocimiento de las videollamadas, como así defienden las mismas fuentes.

Está claro que la relación con sus hermanos es todavía peor que con su padre. De hecho, las mismas fuentes han asegurado que Meghan Markle no quiere saber nada de ellos. Solucionar los problemas con su progenitor no implica que vaya a mantener conversaciones con ellos: «Meghan no puede contactar con sus hermanastros porque cree que están demasiado en su contra. Si pudiese quedar con su padre le gustaría que fuese totalmente en privado. No habrá fotografías y por supuesto no habrá cerca ningún paparazi».

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