Son los protagonistas involuntarios de la prensa del corazón. Todos hablan acerca de la información publicada por 'Lecturas' en la que se explicaba que
Antonio David Flores y Olga Moreno habían decidido separar sus caminos . Desde la difusión de la noticia, uno y otra guardan un escrupuloso silencio.
Callan ante las preguntas de la prensa. Olga , físicamente desmejorada, se deja ver pero no responde ante el interés de los reporteros que siguen sus pasos. Ha cambiado de estrategia tras años de entrevistas y exclusivas concedidas en prensa y televisión. Por su parte, Antonio David, que llegó a denunciar estar «vetado» en los medios de comunicación, se encuentra enclaustrado en su casa y apaga su telefóno durante días para evitar el asedio de los periodistas.
El exguardia civil, que durante los últimos veinte años ha amasado una gran fortuna poniendo precio a su intimidad, no quiere pronunciarse sobre la noticia de la que todo el mundo habla. El todavía matrimonio estaría cumpliendo, a rajatabla, el acuerdo o pacto de silencio que han sellado siguiendo las directrices del abogado de Antonio David . Quieren demandar.
Antonio y Olga comparan su caso con el de José María Aznar y Ana Botella , de quienes en 2005 alguien contó que se separaban. El expresidente llevó el caso a los tribunales. Desmedido. Nada que ver. La hemeroteca habla por sí sola.
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