«Sábado deluxe»

Belén Esteban responde contundente a Campanario: «No he sido un polvo de una noche»

A las 22.15, vestida de negro, el pelo recogido en una coleta que despeja su rostro, Belén rechaza el atril del «Sábado deluxe» para responder una ristra de titulares que hilvana en un monólogo digno de un drama victoriano

Belén Esteban Vídeo: EP

Antonio Albert

Acto I

Exterior Día

Barrio de Salamanca, Madrid.

Belén Esteban pasea con su marido por la calle Goya y recibe un mensaje de Jesús Manuel , quien le envía la carta que Campanario escribió en un arrebato a las 4.30 de la madrugada. Belén, a punto de una subida de azúcar, le entrega el móvil a Miguel, que le dice, ‘estate tranquila.’ Una vez pasado el susto, Belén lee la carta...

Por la tarde, «Viva la vida» ceba la respuesta de la «princesa del pueblo» a la «mudita de Ubrique».

Interior Noche.

Plató de Tele 5.

A las 22.15, vestida de negro, el pelo recogido en una coleta que despeja su rostro, Belén Esteban rechaza el atril del «Sábado deluxe» para responder una ristra de titulares que hilvana en un monólogo digno de un drama victoriano.

Esteban, durante su intervención

«Yo no he sido un polvo de una noche, cariño. Nuestra primera hija, la de Jesulin y mía, no la tuya, fue una niña buscada con mucho amor. En 18 años, he hablado solo de mi vida. Y la de tu marido, sí, porque en un tiempo fue parte de mi vida. A mi marido, ni le nombres. Yo puedo nombrar a toda tu familia porque han pasado todos por aquí, por el plató. Demándame. Aquí la única condenada eres tú: 1 año y 11 once meses. Estoy curada. espero que tú también, que estás enferma de maldad. A la niña ni la toques, ni la nombres. Tú no. Ni tú ni su padre. Que no la conoces. Y él, tampoco».

Jorge Javier apenas interviene. No hace falta.

Acto II

A la vuelta de publicidad, bien cebado el tema con el monólogo inicial. El programa le ofrece la segunda parte de la carta. Belén prosigue, el azúcar subiendo por momentos: «Dedicada a mi familia estoy, en cuerpo y alma. El que no lo ha estado es tu marido. Duermes de días y jodes de noche, como los bebés.Todos pensábais que llevaría de la mano a mi hija por los platós y ahora no sabéis ni dónde estudia, ni cómo se llama su novio».

Silencio. Belén se gira, va al fondo del decorado y coge su móvil: «Como saque lo que hay aquí (lo enseña al público), tú y tu marido vais a quedar fatal. Que sea la última vez que le gritas a alguien de mi familia. Si tienes lo que hay que tener me gritas a mí. Yo hablo de ti cuando tú hablas. Mi historia con él tú no la conoces. Recuerda que yo llevé a mi hija a Ambiciones y a ti te tuvieron que esconder en un cuarto. Tú, en su vida pintas nada. Na-da. La vida de mierda que llevas para hablar de mi ex, porque yo no hablo de los tuyos». Sin soltar el móvil, la Esteban empieza a caldear el ambiente con amenazas a las amenazas de Campanario: «¿Qué hacía yo en la trastienda? ¿Lo mismo que tú cuando decías que ibas al campo de fútbol?».

A esas alturas, Belén, que no teme la guerra con Campa, ‘Ni que fuera King Kong’, tiene leña para ella («¿De qué teta mamas tú? Que tú has ido a «El Hormiguero» a decir que te tiras «pedos de princesa») y para él («Vas a ser Jesulín», «El Calzonazos»: que tienes tres hijos, no dos»).

La guerra ha comenzado.

«Y mando un beso a Ubrique». No todo iban a ser ataques...

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