Antonio Carmona: «A mi mujer la llamo 'Mariobra' porque cuando entra dinero quiere hacer obra en casa»

El artista prepara nuevo disco mientras que prosigue con su gira de conciertos por toda España

Antonio Carmona: «La que se lleva las medallas en mi casa es mi mujer, trabaja como una bestia»

Antonio Carmona, en su Citroën C5X CITROËN

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Antonio Carmona tiene mucho de lo que poder presumir en su vida. El orgulloso nieto de José Carmona e hijo del guitarrista Juan Carmona 'El Habichuela' es uno de los mejores representantes del nuevo flamenco y ha conseguido que muchas de sus canciones sean ya parte de un recuerdo imborrable. Pero su mayor orgullo es su familia. Lleva casado casi tres décadas con Mariola Orellana , la mujer de su vida y a la que le hubiera gustado conocer mucho antes, como reconoce en un encuentro con ABC, y eso que sus inicios no fueron nada fáciles. «Me costó tener cierta estabilidad porque no se veía bien en esa época que se casaran un gitano y una paya», cuenta en la presentación de la nueva berlina coupé de alta gama C5X de la casa francesa Citroën, marca de la que es embajador.

«El mejor año que me pegué yo con mi mujer fue el que nos dejaron de hablar su familia y la mía, fue el mejor de mi vida. Luego empezaron a venir sus hermanos, mis 40 sobrinos… se acabó la tranquilidad. Mi casa es de gente», dice con la gracia y espontaneidad que le caracteriza sobre aquella etapa de su vida. Tuvieron muy claro desde el principio que no iba a ser fácil y, quizá para Carmona, ese sea el secreto de su matrimonio: «Sabíamos que lo íbamos a tener muy duro y ahí se hace una piña tan potente que ya tiene que venir una cosa muy gorda para que pase algo. Y después mucha pasión».

Con su mujer, Mariola Orellana GTRES

Fruto de su amor nacieron sus dos hijas Marina y Lucía Fernanda , quienes han seguido los pasos de su padre en la música. En una casa de músicos o dedicados a la industria, como el caso de Orellana, que es representante de artistas, es lógico que en la mesa se hable de la profesión. Sin embargo, hay otro tema más recurrente todavía. «Hablamos mucho de obras. A mi mujer le digo ‘Mariobra’ porque en el momento en el que entra pasta, ya está pensando en hacer una obra en casa. Le compensa poner un albañil en casa, mejor que conmigo», reconoce entre risas.

No es algo que le preocupe. Sí sus hijas, que han elegido una profesión tan bonita como difícil. «Ahora el peso lo llevan las niñas, tienen el apellido y el arte. Esas me dan más miedo porque yo tuve mucha suerte y espero que tengan la mitad de suerte que yo», dice Carmona. Sus principios en la música no fueron fáciles: «Los puristas nos dieron mucha caña, iba de lado a lado. Tocaba en un sitio y nos decían que era un sacrilegio. Con el tiempo empezaron a reconocernos».

Carmona siempre ha tenido una mente mucho más abierta que, junto con su inquietud innata, le ha llevado a tocar por todo el mundo y a conocer a grandes artistas. Y se siente muy agradecido. «He tenido la suerte de tocar con Prince, teloneros de Frank Sinatra... eso no lo tuvieron todos en mi gremio del flamenco. Había gente muy buena que tocaba y cantaba pero se diluyeron y no sacaron ni disco. En mi caso, estuve en el momento adecuado con los amigos correctos y una compañía muy importante, con Universal», reconoce.

Carmona sigue en lo más alto y sin hueco en su agenda. Prepara nuevo disco, que saldrá a finales de año, mientras continúa con su gira de conciertos por toda España. Además tiene un proyecto solidario en marcha para «personas invisibles y acercar la cultura a los colectivos más vulnerables y desfavorecidos celebrando conciertos acústicos». Para él es una forma de devolver lo que le ha dado vida.

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