Vino

Corcho natural: ¿fetiche de los amantes del vino o garantía de calidad para las botellas premium?

Los consumidores asocian el corcho con etiquetas de guarda y buena calidad, y tapones de rosca o sintéticos con vinos jóvenes de consumo rápido

Los tapones de corcho natural como material necesario para el vino de alta calidad Instituto Catlaán del Corcho

Francisco Valente

Tradición por cercanía han hecho del corcho natural y el vino una dupla indisociable en España. Pero qué es lo que aún mantiene sólido este vínculo a pesar de los avances tecnológicos en los tipos de cierre. A estas alturas ¿es el corcho un fetiche en el imaginario colectivo de los consumidores de vino o verdaderamente es un ingrediente más dentro del producto que finalmente llena nuestras copas? La persona promedio parece tenerlo claro a la hora de decidir y los expertos comparten sus argumentos a base de estudios enológicos .

Según una investigación reciente realizada por Nielsen —empresa líder mundial en información, datos y análisis de audiencias— los consumidores estadounidenses perciben los tapones de corcho natural como material necesario para el vino de alta calidad . El estudio revela que «entre 2010 y 2020, las ventas de las 100 mejores marcas de vino premium conservadas con corcho aumentaron un 97 por ciento, en comparación con el 6 por ciento de las marcas de vino que utilizan cierres y materiales de conservación artificiales». Durante los últimos diez años, la cuota de mercado de los vinos premium en los que se utiliza el corcho creció más de un 20 por ciento, pasando de un 47 por ciento a un 67,6 por ciento.

Los últimos datos anuales mostrados por Nielsen reflejan que entre los consumidores de vino de EE.UU. existe una notoria preferencia por el uso del corcho natural a la hora de comprar vinos premium (definido como vino premium aquel con un precio de seis dólares por botella o superior). De esta forma, a finales de 2020, las 100 mejores marcas de vino premium en EE.UU. contaban con un 72 por ciento de botellas selladas con corcho .

Albert Hereu, director del Instituto Catalán del Corcho Instituto Catalán del Corcho

En conversación con ABC, el director del Instituto Catalán del Corcho, Albert Hereu , señala que fue en los últimos años de la década del '90 y principios del 2000 cuando los países alejados de la zona mediterránea, tales como los nórdicos, Sudáfrica o Australia, viraron hacia la utilización de roscas o tapas sintéticas para el encorchado de vinos. En aquella época se llevaron a cabo campañas masivas para estimular otro tipo de cierres, y ciertas corrientes concebían el reemplazo del corcho natural como innovación y modernidad .

«Empresas nuevas comenzaron a utilizar estas alternativas y lograron ganar cuota de mercado durante algún tiempo, pero los estudios enológicos respecto a las ventajas del corcho en la guarda del vino y el interés por la sustentabilidad han desestimado por completo cierres alternativos en los buenos vinos . Los vinos que requieren de evolución en botella precisan del corcho», dice Hereu.

Para José Luis Benítez , director general de la Federación Española del Vino (FEV), algunas bodegas españolas comenzaron con la utilización de la rosca y los tapones sintéticos —más allá de la cuestión práctica— por la fuerte demanda de los países anglosajones en un momento en el que aún el tratamiento del corcho podía dejar vestigios de sabor en el vino . Sin embargo, Benítez asegura que la industria corchera supo reaccionar a tiempo y montar un centro tecnológico para resolver ese problema. «De ese modo la tendencia alternativa se quedó sin la única ventaja diferencial que tenía, porque no es más económico y mucho menos sustentable», refiere.

José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV) FEV

Factor Enológico

Para Hereu la asociación entre vino de alto estándar y corcho, que predomina en la mente del consumidor, no es producto de un mito sino que hay vastos argumentos en favor de ello. « La rosca o el sintético son una solución viable para un vino joven y económico ; que se produce, se embotella y se vende para ser consumido rápido. Pero un vino que necesite unos años de maduración en bodega y por lo tanto su valor económico es mayor, no arriesgará su potencial a los contratiempos de los cierres alternativos», asegura.

El director del Instituto Catalán del Corcho explica que las investigaciones de la industria han detectado que e l cierre hermético de la rosca no permite una correcta oxigenación del vino , y esto provoca aromas indeseados de carácter reductivo. Por el contrario, el tapón sintético y de plástico deja pasar demasiado oxígeno , el vino se oxigena y aparecen gustos y aromas desfavorables.

Además, el especialista indica que el corcho es un material vegetal natural con una estructura interna muy curiosa, formada por celdas huecas en forma de panal de abeja rellenas de aire. «Esta estructura interna hace que el corcho posea unas características muy aptas para esta función de cierre: impermeabilidad, elasticidad, compresibilidad, microoxigenación, entre otras, que no pueden proporcionar otros tipos de cierre como la rosca o los sintéticos», afirma.

Por su parte, Benitez agrega que en España más del 90 por ciento de los tapones que se utilizan son de corcho natural . «No es solo una cuestión histórica o estética, es una cuestión cualitativa», señala.

Los vinos que requieren de evolución en botella precisan del corcho Instituto Catalán del Corcho

Tradición por cercanía

Albert Hereu menciona que el alcornoque — árbol del cual se extrae corcho— crece en clima mediterráneo, y por lo tanto solo se encuentra en la península ibérica, en el sur de Francia, en alguna parte de Italia y en de norte de África. « Las primeras fábricas de tapones de corcho en el mundo han sido en España a finales del siglo XVIII. Zona donde además se produce gran parte del vino, de ahí que estén históricamente ligados», señala.

Según datos brindados por el Instituto Catalán del Corcho, España tiene 574 mil hectáreas de bosque de alcornocal . Y la península ibérica (incluyendo Portugal) cuenta con el 61 por ciento de la superficie mundial de bosque de alcornoque. Estamos hablando de uno de los ecosistemas con más altos índices de biodiversidad del mundo y en él habitan especies en peligro de extinción. «La gestión sostenible del alcornocal para la fabricación de tapones de corcho favorece la conservación de este ecosistema», indica Hereu.

Sustentabilidad y medioambiente

Otra arista para pensar el sector es a través de su cadena de valor. Cuando se saca el corcho no se está cortando el árbol , se saca una capa y al cabo de un tiempo vuelve a crecer. Se cuida el bosque, se lo mantiene porque es productivo, se hacen caminos, se mantiene limpio para evitar incendios, y genera trabajo y asentamientos en zonas rurales deprimidas; eso deviene en una gestión sostenible del bosque.

El corcho es un material vegetal natural Instituto Catalán del Corcho

El alcornoque puede absorber 20 toneladas de CO2 de la atmósfera, por lo que es un material sostenible que reduce el efecto invernadero y ayuda a combatir el cambio climático al preservar los bosques de alcornoques más grandes de Europa de la deforestación.

«Dentro del carácter ambiental de los tipos de cerrado, la rosca es aluminio y plástico ; el aluminio proviene de minas de bauxita generalmente a cielo abierto y con un impacto ambiental importante, y ni hablar del plástico», indica Hereu. Las bodegas y los consumidores son cada vez más sensibles a estos temas y reconocen la nobleza del tapón de corcho.

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