A partir de qué edad puede estar tu hijo al sol y por qué no debes ponerle tu crema

Una dermatóloga explica los detalles para proteger la piel bajo el sol

Laura Peraita

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En cuanto el sol empieza a apretar, y conscientes de los riesgos que supone para la piel, muchos padres se cuestionan si es necesario poner crema solar a sus bebés cuando aún van en cochecito de paseo o bajo una sombrilla. La respuesta es contundente, según apunta a ABC la doctora María Agustina Segurado , d ermatóloga asesora de Nivea : «La protección solar temprana no solamente es importante para cuidar a nuestros pequeños, sino que condicionará su salud en el futuro».

Según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) , el 80 % de los casos de cáncer de piel podrían evitarse con el uso fotoprotección desde la infancia. Un dato que pone de relevancia lo importante de educar en el cuidado de la piel desde niños, creando hábitos saludables de fotoprotección e inculcando el uso de protección solar y ropa adecuada, para evitar padecer enfermedades cutáneas en el futuro.

«Como fuente de Vitamina D, el sol es muy importante en el crecimiento y desarrollo infantil, pero no por ello debemos exponerlos sin protección. Es necesario —advierte esta dermatóloga— que seamos extremadamente cautos, sobre todo en las primeras etapas de su vida, cuando los rayos solares resultan aún más agresivos. L a piel de los bebés es mucho más fina y delicada que la de un joven o un adulto , ya que sus melanocitos aún no son capaces de regular la producción de melanina necesaria para autoprotegerse, siendo recomendable evitar exponerla al sol de forma directa ya que los rayos pueden dañar gravemente su piel. Además, es importante el uso de gafas de sol, ya que sus ojos también son especialmente delicados, para prevenir lesiones y problemas de visión en un futuro».

Al igual que la piel de un adulto experimenta cambios importantes de los 30 a los 40 años, María Agustina Segurado explica que la piel de los niños no es igual dependiendo de su edad y, por supuesto, de la melanina que produzca o no su tipo de piel. Por todo ello es importante tener en cuenta lo siguiente:

Menores de 6 meses. Los bebés menores de 6 meses no se deben exponer al sol directo, por tanto, evitar la exposición solar es lo más adecuado en el caso de los bebés. Durante esta etapa, su piel no tolera los rayos del sol, por lo que es recomendable mantenerlos siempre en la sombra (incluso en la sombra les alcanza la radiación UV), utilizar prendas (sin olvidaros de sobreritos y gorritas), a ser posible de colores claros y tejidos frescos (lino, algodón). Además, el uso imprescindible de sombrillas durante los paseos al aire libre e intentar siempre ir por la sombra.

Mayores de 6 meses hasta los 3 años. Ya pueden comenzar a exponerse al sol, pero siempre con extrema precaución (por las mañanas hasta las 11:00 h y por las tardes a partir de las 16:00 h). Durante esta etapa, comenzamos a utilizar primeras lociones y protectores solares, pero estos deben ser adecuados a su tipo de piel, aún muy delicada. Por ello, es aconsejable utilizar protectores solares específicos para su edad y piel. Son muy recomendables los solares con una protección UVA y UVB muy alta (FP50+), con fórmula calmante, sin perfume e ingredientes como la camomila orgánica, siendo también adecuada para niños con piel atópica y propensa al eczema. También que sean extrarresistente al agua, para que nuestros pequeños, y de forma indirecta también sus padres, puedan disfrutar del sol sin estas preocupaciones.

A partir de los 3 años. A medida que los niños crecen, sus necesidades bajo el sol también cambian. Con esta edad, la piel de los niños empieza a tolerar mejor el sol, aunque siempre debemos exponerlos con protección solar inmediata muy alta y extrarresistente al agua, así como con prendas que les protejan mientras juegan al aire libre (gorra y camiseta de algodón).

¿Debo ponérsela aunque vaya en el cochecito cubierto con la capota o en su sillita bajo una sombrilla?

Sí. Debemos tener en cuenta que incluso en la sombra les alcanza la radiación UV. Por ello, además de evitar la exposición solar, extremar las precauciones es lo más adecuado en el caso de los bebés. Durante esta etapa, su piel no tolera los rayos del sol por no haber desarrollado aún sus mecanismos de defensa, por lo que es recomendable mantenerlos siempre en la sombra, utilizar prendas (sin olvidaros de sobreritos y gorritas), a ser posible de colores claros y tejidos frescos (lino, algodón). Además, el uso imprescindible de sombrillas durante los paseos al aire libre e intentar siempre ir por la sombra.

¿Si salimos de caminata o a pasar un día en la playa con muchas horas expuestos al aire, ¿resulta conveniente volver a ponerle crema? ¿Cada cuánto tiempo?

Si salimos de caminata o a pasar un día en la playa con muchas horas expuestos al aire, ¿resulta conveniente volver a ponerle crema? ¿Cada cuánto tiempo?

Hasta los 3 años, las exposiciones al sol deberán ser cortas y siempre con protección solar generosa en su piel, reaplicación frecuente y debe utilizar prendas con tejidos adecuados (algodón). La posibilidad de sufrir quemaduras o daños en la piel durante esta etapa es aún muy alta y los daños son irreversibles.

Si se ha mojado o bañado, ¿también debo volver a ponérsela?

Dentro de las características necesarias para un fotoprotector infantil seguro es que sea extrarresistente al agua, es decir, que su protector solar mantenga su función protectora en al menos un 50% tras cuatro baños de 20 minutos. No obstante, teniendo esto en cuenta, es importante reaplicar con frecuencia el protector solar y siempre después de cada baño, de secar con la toalla y de transpirar, para mantener una correcta y completa protección solar.

Y si el día está nublado, ¿también es importante? ¿Por qué?

La radiación UV sigue presente incluso en los días nublados. Los rayos del sol siguen impactando en nuestra piel, aunque no podamos verlos o creamos que no llegan con la misma intensidad. Por ello es aún más importante prestar atención al cuidado de la piel, especialmente a la de los más pequeños, ya que es aún más vulnerable en esta etapa de la vida.

¿Puedo ponerle mi crema solar de adulto?

Los niños necesitan una protección solar específica. Su piel es más delicada que la piel de los adultos, porque no tiene desarrollados aún todos los mecanismos de defensa frente a la radiación solar. Las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia son un importante factor de riesgo para el desarrollo de lunares y daños que aparecerán en la edad adulta: manchas, lentigos y otros daños más importantes como los tumores de piel, tanto los de tipo carcinoma como el melanoma, el más peligroso. Por tanto, los protectores solares para niños tendrán que ofrecer protección inmediata tras la aplicación, incluir filtros de protección muy altos (FP50+), que cubran tanto los rayos UVA como los UVB y extra-resistencia al agua. Y además, deberán complementarse con otras medidas de fotoprotección como utilizar gorras, sombreros, camisetas y gafas protectoras de calidad.

¿Qué les resulta mejor a los bebés, una solar en crema, en spray...?

Lo más importante es que la fórmula ofrezca una protección solar específica para ellos y completa. El formato, dependerá de los gustos y preferencias, así como permitir que la aplicación del protector solar sea más cómoda, fácil o incluso divertida para los más pequeños. En el mercado hay tanto la tradicional loción o leche solar, pero también su práctica versión en spray e incluso el formato en roll-on, para cubrir todas las necesidades, usos y preferencias.

Un aspecto importante a tener también en cuenta es la sostenibilidad. Estos nuevos lanzamientos también cuidan tanto la piel como el medio ambiente, porque los expertos en protección de la piel de Nivea trabajan constantemente para hacer que sus productos sean aún más sostenibles y garanticen una protección segura para todos. Por este motivo, las fórmulas de esta línea incluyen ingredientes como el aceite de almendras orgánico o la camomila orgánica. Además, están libres de microplásticos y filtros UV como el octinoxato, oxibenzona y octocrileno, por lo que son respetuosas con los océanos. Sus productos también comunican en su etiquetado el porcentaje de biodegradabilidad de su fórmula (un mínimo del 62 %).

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