Llanto de los bebés: Claves para identificarlos y cómo evitar el cólico del lactante

El lloro del bebé indica que tiene una necesidad no cubierta, pero hay que saber cuál para poder clamarle

Padres en 'modo avión': Por qué ellas oyen mejor que ellos el llanto del bebé por la noche

Laura Peraita

Si hay algo que pone nervisos a los padres es escuchar el llanto de su bebé. «¿Pero, qué le ocurre, por qué no deja de llorar?», «¿Qué puedo hacer para que se calme?»... Todos se han hecho en alguna ocasión estas preguntas, intentando descubrir el motivo del llanto de sus pequeños . Sin embargo, pocos progenitores caen en la cuenta de que el llanto es una de las principales formas de comunicación de un bebé, «tanto es así que su supervivencia depende de que llore cuando tiene alguna necesidad no cubierta y, por tanto, los padres son los principales proveedores de cuidados de sus recién nacidos», tal y como asegura a ABC Gema Magdaleno , matrona de Atención Primaria y especialista asesora de Chicco .

Asegura que sus lloros ponen en marcha mecanismos innatos y muy ancestrales en el cerebro de los padres y los sitúan en un estado de alerta: "si mi hijo está llorando es porque necesita algo, y yo se lo tengo que proporcionar". Es decir, «despierta en los padres un instinto de protección y cuidado de su hijo. Tan instintivo es este mecanismo, que hay estudios que demuestran que los padres serían capaces de distinguir a su bebé entre varios, tan sólo oyéndole llorar. La naturaleza —matiza— ha conseguido a la perfección que el llanto de un recién nacido sea muy intenso y muy “irritante” (está descrito como uno de los sonidos más angustiosos para el oído humano), precisamente para que no pase desapercibido , y consiga lo que precisa: satisfacer sus necesidades… y sobrevivir».

Es más, apunta que «podemos decir que la supervivencia de nuestra especie depende en gran medida de que los bebés lloren y que los adultos reaccionemos cubirnedo sus necesidades. Los bebés no lloran para chantajear o manipular a sus padres», señala esta especialista.

«Los bebés no saben lo que significa esperar y llorarán sin parar hasta que le atiendan»

Lo adecuado, por tanto, es satisfacer la necesidad que ha provocado el llanto. Pero además, considera que también hay que lograr que se sienta cuidado y protegido. «Los bebés no saben lo que significa esperar y llorarán sin parar hasta que le atiendan. No olvidemos que todos los seres humanos, durante toda la vida, necesitamos el contacto físico y que alguien nos consuele cuando lloramos».

Tipos de lloros

Pero no todos los lloros son iguales, ya que existen diferentes características que permiten identificarlos para poner solución al problema y lograr la tranquilidad deseada en el hogar. ¿Cuáles son los distintos tipos de llantos? En opinión de esta experta se pueden diferenciar según tenga:

Hambre: Cuando el bebé desea comer lo hará saber con algunos gestos característicos en el momento inicial como sacar la lengua o cerrando los puños. Después, llorará enérgicamente y de manera continuada hasta que consiga obtener el alimento.

Incomodidad: Si tiene frío o calor, o tiene el pañal sucio, o le molesta algo de ropa, llorará, y probablemente será un llanto estridente. Transmitirá nerviosismo y algunos gestos o signos que delatarán su falta de confort.

Sueño: Cuando tienen sueño o están cansados pero les cuesta dormir, manifiestan un llanto parecido a un lamento, que se acompaña también de algunos gestos como frotarse los ojos o signos que delatan el problema (ojos enrojecidos o medio cerrados).

Dolor: En este caso el llanto será muy estridente y agudo, casi como un grito, y puede acompañarse de signos físicos que indican la zona del dolor (la boca, el oído…).

El cólico del lactante, una gran preocupación

Uno de los llantos más freneticos en bebés se produce cuando tiene cólocos del lactante. Los padres piensan: ya le he dado de comer, le he cambiado el pañal, le he bañado... ¿Qué le puede pasar? Generalmente, los cólicos suelen comenzar durante los primeros quince días de vida, y se trata de un proceso benigno y autolimitado, es decir, no son una enfermedad, no requieren un tratamiento médico. Se define como un episodio de llanto súbito y sin motivo aparente, caracterizado por ir acompañado de rigidez del tronco o de extremidades y que suele ocurrir a última hora de la tarde, durando aproximadamente tres horas, de periodicidad diaria o durante varios días por semana. «Se manifiesta con signos de dolor en la tripa (se retuerce, empuja como si quisiera expulsar cacas o gases, se pone muy colorado, y la zona abdominal se le pone muy dura)», explica la especialista.

Añade que se desconoce la causa exacta. « Puede tener relación con la inmadurez del aparato digestivo , pero también pueden estar implicados factores emocionales de los padres (nerviosismo, inseguridad…). Suelen desaparecer antes del cuarto mes de vida, de forma espontánea (tal como vienen se van), y no dejan ninguna secuela en la salud del niño. Si se prolongan más allá de los cuatro meses, y no mejoran, es preciso que el pediatra descarte alguna enfermedad (intolerancias alimentarias, reflujo…)».

Los cólicos lo padecen un porcentaje muy alto de los niños (más del 30%, aunque casi todos los bebés tienen algún episodio más o menos aislado ), y los estudios demuestran que la frecuencia es muy similar tanto en niños amamantados como alimentados con leche de fórmula.

Mitos y desinformación

Esta matrona de Atención Primaria señala que hay una serie de mitos respecto a los cólicos:

—Se tiende a considerar cólico del lactante a cualquier episodio de llanto intenso que tenga el bebé (y esto no es siempre así, el bebé llora por múltiples razones)

—Hay madres que piensan que los cólicos dependen de lo que ellas coman, y que pueden empeorar si la madre come determinados alimentos (legumbres, bebidas con gas….). Esto no es cierto. Los cólicos no dependen en absoluto de la alimentación de la madre, y no se deben retirar alimentos de la dieta, salvo que un profesional lo indique.

—Hay que tener cuidado con dar infusiones a un bebé . No todas las infusiones son inocuas, y no son demasiado eficaces para calmar los cólicos. Realmente el bebé sólo debe ingerir leche (ya sea materna o de fórmula), ni agua ni infusiones ni ninguna otra bebida. Igualmente, no debemos darle ninguna medicación que no esté prescrita por un médico.

—Si el bebé tiene cólicos y se alimenta con leche de fórmula, muchos padres creen que cambiando de leche , el problema se va a solucionar. Esto lleva a una situación de cambio constante de leche, que no sólo no mejora el problema, sino que puede empeorar, porque sometemos el aparato digestivo del niño a demasiado estrés. Por lo tanto, antes de cambiar de leche, lo mejor es consultar con el pediatra.

Cómo solucionarlo

No obstante, y para tranquilidad de padres, existen algunas claves para que puedan ponerle solución :

—Los masajes en la tripita es uno de los remedios que mejor funciona para calmar al bebé.

—Portearle o colocarle boca abajo un rato, pero nunca para dormir y siempre bajo supervisión.

—Si se alimenta con leche de fórmula, es importante elegir un biberón que no permita que trague aire en las tomas, para no empeorar la situación. Es importante contar con un buen biberón anticólicos para evitar que se produzca ese episodio, logrando la tranquilidad del pequeño y, por consiguiente, la de mamás y papás.

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