«Asúmelo, tu hijo no es ni el más listo ni el más guapo»

Claves de Toni García, profesor de Primaria, para educar en fortalezas desde la infancia

Laura Peraita

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Quien es padre o madre, lo sabe. Para ellos su hijo es siempre «el más listo y el más guapo del mundo». Evidentemente esta afirmación es un acto de amor, pero según Toni García, autor de «La educación de las fortalezas: manual práctico» , « jamás debemos utilizarlo para minimizar un problema o debilidad».

Explica que los padres deben educar a sus hijos siempre, en la infancia y adolescencia. «Quién no lo hace en la primera etapa enseñándoles y estando pendientes de ellos en todo momento, sin desfallecer, y poniendo normas y límites para que sean responsables y autónomos, "lo pagará" después . Al aplazarlo a la adolescencia le saldrá caro. Si queremos que nuestro hijo tenga una adolescencia tranquila debemos habernos empeñado en la infancia a educarle y no a limitarnos a decirle que es el más guapo y listo y dejarle que haga lo que quiera».

Para García es muy importante que los padres no olviden que « no educan a sus hijos para ellos, sino para el mundo y, por ello, hay que facilitarles todas las herramientas posibles al alcance antes de que sea tarde. Hay que educarles y protegerles, sin olvidar que ellos deben tener su propia libertad y pensamiento».

Recuerda además este profesor de Educación Primaria, que es importante saber educar en el «no» y, aunque siempre es preferible enfocar cualquier situación de una manera positiva, «hay veces que sencillamente no se puede».

Aconseja que, para concienciar de las normas y desarrollar los hábitos, es mejor que el niño lo interiorice. Y, para ello, nada como explicar por qué se hacen las cosas y para qué sirven esas normas. Sin embargo, hay ocasiones en que la comprensión del pequeño no llega a alcanzar ese razonamiento , «por lo que no queda más remedio que recurrir a la imposición, ya sea a través del juego o de la recompensa».

Considera que, del mismo modo, hay que evitar que el niño caiga en el egocentrismo y el egoísmo «que llevan a la necedad, y la necedad es uno de los principales enemigos del aprendizaje. Deben también ser capaces de afrontar las primeras derrotas y soportar así la frustración de no conseguir aquello que persiguen. De lo contrario, tanto si lo animamos a abandonar como si lo justificamos en todo momento o, incluso, les eliminamos las dificultades, los estaremos haciendo débiles y estaremos perjudicando su propia autoestima. Y, por culpa de ello, mostrarán estados de ansiedad, estrés y agresividad. Saber esperar una recompensa , saber esperar a usar el móvil no cuando él lo quiera sino cuando sea el momento, comienza a educarse desde la más tierna infancia», concluye Toni García.

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