Violencia de Género

Las campañas contra la violencia de género: del «¡Denuncia!» al «Papá, no maltrates»

Durante años la mujer aparecía como responsable indirecta de la violencia que sufría; actualmente el foco se centra en el agresor

El iceberg de la violencia de género Amnistía Inernacional

Mara González

Históricamente las campañas contra la violencia de género de instituciones y administraciones han puesto a la víctima como centro y no a sus agresores . Se trataba de animar a la víctima a dar el paso de cortar con su relación, o con atreverse a denunciar a su pareja. Con el tiempo, este mensaje se ha dado de diferentes formas y tanto para madres como para adolescentes.

Imágenes de las campañas de los años 2015 y 2008

Año tras año estas campañas dieron su fruto y se popularizaron premisas básicas con las que identificar el maltrato, como si la mujer fuese la responsable del maltrato y pudiese decidir por sí misma acabar con esa situación. El número de denuncias aumentó, pero ¿qué ocurrió? Que el protocolo obviaba lo que ocurría entre víctima y agresor una vez se interponía esa denuncia. En los telediarios se empezaron a escuchar casos en los que ya existía un historial sobre el agresor, pero no se había actuado a tiempo. Para remediarlo, el protocolo de seguridad para las Víctimas de Violencia de género cambió en 2016 y por lo tanto, también el seguimiento de cada caso.

Cambio de enfoque

A lo largo de los años la visión de la sociedad sobre estos temas ha cambiado y de la misma forma que se modificó la ley, también era necesario hacerlo en las campañas de concienciación.

De hecho, la imagen que anterior data de una campaña del año 2008, que se viralizó en 2018 con una modificación:

En la campaña del año pasado, el Ministerio del Sanidad retiró una de las imágenes por un motivo parecido: si tu hijo se emborracha te advierten de las consecuencias para su salud; si tu hija de emborracha la pueden violar.

Unos meses más tarde, el Ministerio de Interior publicaba una campaña con una perspectiva diferente y que generaba un impacto mucho más eficaz, en la que el problema toca a todos:

Esta no es la única campaña que cambia la perspectiva. Ahora sabemos que el socorrido «si comparte esa foto es porque quiere que la miren», además de no justificar ningún comentario, también es una forma de ejercer violencia . Este tipo de comportamientos se explica en este vídeo de eslang . Por otra parte, hace un año la ONG de la FMP hacía reflexionar con este vídeo:

Y, para acabar, en los últimos días desde Argentina llegaba esta conversación entre dos amigos:

Aunque actualmente los discursos sobre la igualdad lleguen a todas partes y tengamos la sensación de que de repente todo es machista, en muchas ocasiones solo se trata de un cambio en la forma de ver las cosas que siempre han sido así por herencia cultural. Este cambio de enfoque ocurre gracias a lo que se llama perspectiva de género - si has llegado a este punto del artículo probablemente hayas escuchado hablar de la misma-.

Más allá de exageraciones y ruido, la realidad es que la violencia de género incumbe a todos y empieza mucho antes de lo que pretendían hacer ver aquellas primeras campañas de concienciación.

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