Josefa, más conocida por Paquita por los voluntarios de Amigos de los Mayores
Josefa, más conocida por Paquita por los voluntarios de Amigos de los Mayores - ENRIQUE TORIBIO
ENVEJECIMIENTO ACTIVO

Josefa, 94 años: «En mi casa me siento más bien sola»

La Fundación Amigos de los Mayores multiplica sus actividades para paliar la soledad de estas personas

MADRID Actualizado: Guardar
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Julio y agosto no son sinónimo de vacaciones de verano para todos. En estos calurosos meses del año, se acrecienta la soledad que aqueja a muchos mayores. Una de estas personas es Josefa, más conocida por Paquita por los voluntarios de Amigos de los Mayores. A esta mujer, de 94 años, las piernas «le empiezan a fallar», pero no ha dudado en apuntarse a las minivacaciones que todos los años organiza en la sierra madrileña esta ONG. «Con este calor en Madrid lo estamos pasando fatal y el fresquito de la sierra nos ayuda a sobrellevar el verano. Además, allí lo paso fenomenal, mientras en casa me siento más bien sola. Pero no quiero dar trabajo a mis hijas.

Mientras pueda, seguiré viviendo en mi casa y veraneando con los voluntarios de la Fundación, que son maravillosos, de verdad, extraordinarios. Y también yendo a gimnasia dos días por semana. ¡Yo me apunto a todo!. La pena es que dure tan poco, porque después casi te quedas con más pena». Esa «es la actitud», señalan desde esta organización, cuyo objetivo no es otro que mejorar la calidad de vida de personas como esta mujer.

Otra de las afortunadas que ha pasado este fin de semana en un hotel de Navacerrada con Amigos de los Mayores es Amelia García, que se declara «toda agradecimiento». «A estas alturas de la vida hay mucha soledad. El vacío poco a poco me va arañando –reconoce–. Pero así está hecha la sociedad: El 90% de los hijos de generaciones caducas como la nuestra trabajan o viven lejos. Por eso yo no encuentro calificativos para la labor tan humana que los voluntarios llevan a cabo. Son savia nueva que nos envuelve con su cariño».

De izquierda a derecha, Amelia, agarrada a Ana, (voluntaria de Amigos de los Mayores), Maricruz y Manuel
De izquierda a derecha, Amelia, agarrada a Ana, (voluntaria de Amigos de los Mayores), Maricruz y Manuel - ENRIQUE TORIBIO

Tejer nuevas relaciones

Estas estancias sin duda posibilitan que los participantes disfruten de distintas y enriquecedoras actividades, como baños en la piscina si el tiempo lo permite, paseos por la naturaleza, el pueblo, talleres y que, sobre todo, forjen nuevas amistades que les alejen de la soledad. Los contactos que surgen en estos encuentros ya se han hecho notar. Así lo corrobora Amelia García, quien relata como se ha «traído varios teléfonos de otras asistentes que venían de San Fernando de Henares, donde la asociación tiene una sede. Estas excursiones abren muchas vías para intercambio de conversaciones en el futuro que servirán para animarnos unas a otras. Como "repetidora" que soy, puedo hablar de mi experiencia y esta ha sido de felicidad y de armonía», concluye.

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