Trastorno madurativo: «¿qué le pasa a mi hijo?»

Antes de generar alarmas innecesarias, es importante definir conceptos

S. F.

Últimamente se escucha mucho hablar de «trastorno madurativo» en los niños. Puede que, como padre o madre, se lo hayas oído a alguien o puede que te lo hayan dicho en referencia a tu hijo. Y, es bastante probable, que no sepas muy bien qué te están queriendo decir o si lo que te dicen es grave, es normal, necesita que des algún paso más. Los padres generalmente estamos perdidos en muchos aspectos pero sin duda aquellos que hacen referencia a cuestiones neurológicas, asustan más.

¿Qué es una alteración en el proceso madurativo? ¿Tengo que alarmarme?«Antes de hacerlo deberás acudir a un especialista que, tras una valoración, te dirá qué sucede. Aunque en la mayoría de los casos no hay detrás ningún problema serio, en otros podemos encontrarnos causas graves como los trastornos del espectro autista», explica Manuel Antonio Fernández, neuropediatra .

Para este experto, antes de generar alarmas innecesarias, es importante definir conceptos:

Las principales causas de las alteraciones del desarrollo madurativo infantil son:

—El Retraso Psicomotor Simple o Retraso Madurativo Simple

—Los Trastornos del Espectro Autista / Autismo.

—También podemos encontrarnos otra variante particular como el Síndrome de Asperger.

Síntomas:

Según la edad en la que aparezcan, pueden simular otros y ser muy difíciles de detectar. Generalmente, provocan:

—Alteraciones en la comunicación

—Dificultades en las relaciones sociales,

—Problemas en la conducta y en el aprendizaje

En caso de que no se detecten a tiempo, explica este neuropediatra, «las consecuencias a largo plazo pueden ser muy negativas y provocar una evolución desfavorable. Debido a ello, lo más importante es conseguir un diagnóstico precoz que permita tomar las medidas adecuadas en cada caso».

El Retraso Madurativo Simple

Tal y como señala este doctor, el Retraso Piscomotor Simple se refiere a una evolución más lenta de lo habitual en alcanzar los diferentes pasos del desarrollo madurativo normal en los primeros 3 años de vida.

Hay que diferenciar el Retraso Psicomotor Global, (que afecta tanto al área motora como al área social y comunicativo), del Retraso Psicomotor Específico de un área (lenguaje, motor o social).

En función de qué área esté alterada, y de cómo de intensa sea esa afectación, debemos valorar la posible causa, las actuaciones a tomar y el pronóstico supuesto.

En ocasiones, el retraso psicomotor es el antecesor de otros cuadros como los trastornos del lenguaje, de la coordinación, el TDAH

El Autismo y los Trastornos del Espectro Autista

Los Trastornos del Espectro Autista son un conjunto de patologías de origen principalmente genético en el que se producen alteraciones del funcionamiento cerebral que provocan dificultades en la comunicación con los demás (verbal y no verbal), limitaciones en la capacidad de socialización (incapacidad para relacionarse con los demás) y conductas repetitivas e inflexibles.

La intensidad de estas dificultades puede ser muy variables y, por lo tanto, provocando problemas muy variables y de muy diferente índole. Podemos encontrar casos muy leves y otros muy graves.

Además, los chicos con TEA también pueden presentan TDAH (signos de hiperactividad, problemas de conducta o de concentración).

El Síndrome de Asperger

El Síndrome de Asperger es un tipo especial de Trastorno del Espectro Autista en el que se asocian los siguientes aspectos:

—Aparece un lenguaje precoz y avanzado de características muy particulares que no se ajusta a la edad.

—La persona presenta un nivel de inteligencia muy elevado junto con una importante atracción por algún tema concreto (Trenes, dinosaurios…)

—Encontramos importantes dificultades para entender las convenciones sociales habituales (manera de relacionarse con los demás, no entienden chistes, bromas, el sarcasmo, segundo sentido de las palabras…)

El Síndrome de Asperger también se puede asociar al TDAH y requerir en ese caso una valoración y in tratamiento específico.

Para cada uno de estos trastornos es fundamental tener en cuenta aspectos relacionados con la edad.

—El retraso madurativo simple se valora antes de los 3 años.

—Los TEA pueden valorarse desde los 2 años, pero es muy difícil conseguir detecciones tan precoces.

—Los casos de Síndrome de Asperger pueden detectar pronto pero depende mucho de como sean de intensos los síntomas en cada caso.

De una forma o de otra, advierte este experto, «cuanto antes se valore la evolución del desarrollo de tu hijo, antes podrás saber en qué situación se encuentra y qué hace en ese momento para ayudarle. Si tu hijo tiene dificultades de maduración o desarrollo deberías averiguar por qué. Si tiene alguno de los problemas anteriores, estás perdiendo el tiempo». «Empieza ahora mismo a actuar para poder averiguar cuál es y comenzar a ponerle una solución», recomienda.

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