Lo que debes hacer, y los errores más comunes, los días previos a la EBAU y durante el examen

Varias expertas inciden en cómo enfrentarse a esta prueba que genera gran nerviosismo en la mayoría de los estudiantes

Laura Peraita

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Miles de estudiantes se enfrentan este año a los exámenes de la EBAU como trampolín de acceso a unos estudios universitarios. En la gran mayoría de los casos, los nervios están muy presentes en ellos y, en definitiva y por extensión, en sus hogares. Uno de las primeras cosas que deben hacer los padres es transmitirles tranquilidad. Parece obvio, pero según Isabel Fernández , profesora de la Facultad de Educación de UNIR , hay razones de peso en este consejo. «Deben mantener la calma y ser conscientes de que si acaban de finalizar segundo de Bachillerato es porque han sabido organizarse, estudiar y aprobar exámenes para estar donde están. En segundo lugar, deben estar tranquilos porque los dos cursos de Bachillerato siempre están muy enfocados a la preparación de la EBAU . Por ello, calma», insiste esta experta.

Reconoce, no obstante que no hay estudios científicos que recomienden que una determinada manera de preparar esta prueba sea la mejor, por lo que cada alumno debe saber cuál es su método de estudio óptimo. « Los profesores pecamos al recomendar la misma forma de estudio a todos los alumnos por igual , pero cada estudiante es diferente. A unos les va más memorizar leyendo un texto, otros prefieren hacerse esquemas mentales, también hay quienes optan por grabarse la lección y después escucharse, por estudiar cada asignatura en una habitación de la casa...».

Hay quienes prefieren estudiar con otros compañeros. Para esta experta de la UNIR no es mala fórmula porque de esta manera uno puede explicar un temario, lo que le sirve de repaso, y el otro aprender o plantear preguntas que después pueden dar pistas el día del exámen para desarrollar el tema. Lo que sí matiza es que no es conveniente ponerse a estudiar todo el día la misma asignatura . «Lo mejor es hacer una buena planificación y repartir las materias durante el día para no caer en el aburrimiento o la desidia si hay una asignatura que no les gusta tanto».

Error más habitual

Uno de los errores más habituales «es dedicar largas jornadas a asignaturas que se llevan mejor —explica—. Yo apuesto por reforzar aquellas materias que mejor se llevan porque es lo que puede ayudar a sacar la máxima nota».

Lo importante, a una semana de la celebración de estas pruebas, es que localicen en internet exámenes de edicciones pasadas y que los estudiantes los realicen en su casa como si fuera el día real de la prueba cumpliendo tiempo, seleccioando los temas, respondiendo como les pides y, después, claro está verificar las respuestas con la correción que también acompañan a estos simulacros. «Es una forma de practicar y ganar en confianza para el gran día», puntualiza.

Cristina Hernández , Orientadora de Secundaria y Bachillerato del colegio Brains International Schools , asegura que para lograr superar esta prueba con éxito es necesario optimizar el tiempo de estudio y, por tanto, los resultados. En la semana anterior a la prueba recomienda repasar, retomar conceptos principales, memorizar resúmenes, hacer esquemas o recopilar ejercicios tipo. E, igualmente, « practicar sobre exámenes de años anteriores , para poder calcular el tiempo y el espacio disponible. De este modo, el alumno comprobará su lectura y se familiarizará con el tipo de prueba a la que se vas a enfrentar».

Y, atención estudiantes, lo que nunca hay que hacer —añade Isabel Fernández— es pensar que "no me sé nada, voy a suspender". « Puede ocurrir que al repasar el temario, y bajo el efecto de los nervios, se tenga cierto bloqueo . Lo importante es respirar, mantener la calma y evocar poco a poco los mapas mentales, conceptuales o la habitación en la que se estudió para que fluyan los contenidos que se tienen en la memoria y que se llevan preparando durante dos años. Además, tenemos estadísticas que certifican que la mayoría de los que aprueban Bachillerato aprueban la EBAU».

De hecho, según los últimos datos del Ministerio de Universidades, un total de 94,6% de estudiantes de Bachillerato se presentaron en 2021 a la prueba genérica, de los cuales aprobaron un 92,7% . Por este motivo, Cristina Peralta, responsable del Servicio de Orientación Universitaria (SOU) de la Universidad CEU San Pablo , añade que los pensamientos juegan un papel muy importante en la aparición de la ansiedad. «En muchas ocasiones, no somos conscientes de los mismos por lo que, detenernos por un momento a analizar lo que estamos pensando nos ayudará a detectar pensamientos catastrofistas tales como ‘voy a suspender’, ‘no sirvo para esto’. La idea es que este tipo de pensamientos podamos transformarlos en otros más realistas tales como ‘me he esforzado y voy a hacerlo lo mejor posible».

Cristina Peralta recomienda a los alumnos que no estudien en la cama porque el cerebro se va a sentir confuso ya que ese es un espacio que tenemos asociado a dormir. «La clave es no estudiar en la cama, sino en un escritorio dedicado solo a eso. De igual manera, no podemos descansar mientras permanecemos sentados en el escritorio, como tampoco debemos usarlo para ver series en el portátil o para comer».

También señala que hay que tener cuidado con las comidas. «Si queremos mejorar nuestra atención y concentración debemos ayudar a nuestro cerebro, por ello mejor que comer un sándwich delante del ordenador, es mucho más conveniente parar y establecer un descanso para comer (30-40 minutos), salir al comedor o la cocina, hablar con nuestros familiares y, una vez estemos despejados, volver a nuestra habitación y continuar el estudio. Si en este descanso incluimos unos minutos al aire libre, ya tenemos una combinación perfecta».

Del mismo modo aconseja mantener rutinas de sueño durante exámenes, puesto que es reparador y contribuye a afianzar los conocimientos. Por eso, desde el SOU recomiendan tener un horario estable para acostarte y levantarte. « Están prohibidos los descansos tumbados en la cama mirando el móvil, ya que nuestro cerebro necesita ayuda para asociar espacios a comportamientos y para dormir bien debemos respetar que la cama es un espacio para dormir. Igualmente, si queremos ver una serie, el espacio más adecuado será el salón u otra habitación».

Nada de bebidas energéticas

Advierte, además, que para dormir bien será importante no consumir bebidas energéticas . «Si hemos dormido mal, no pasa nada, podemos ser algo más flexibles en nuestra rutina ese día y esa noche acostarnos a nuestra hora. Cuando te despiertes, abre bien las persianas y deja que la luz pase a tu habitación. Cuando nuestro cerebro registra la luz natural sabe que en ese momento toca estar activos y será más fácil crear un clima de estudio».

De cara a los padres, Isabel Fernández de UNIR, recomienda que estén pendientes, pero que no les agobien. « Por naturaleza a los padres nos parece mal casi todo lo que hacen nuestros hijos . Es decir, si está todo el día en la habitación repasando, queremos que salga un rato a que le de el aire o hagan deporte; si sale cada hora, pensamos que debe estar más quieto delante de los libros... No hay que forzarles porque cada uno sabe cómo es su mejor manera de estudiar y de descansar . Obligar a un estudiante a que salga a caminar media hora puede resultarle muy frustrante y pérdida de tiempo si lo que desea es seguir con su temario. No se debe añadir más ansiedad a la que ya pueden tener. Si han llegado donde están es porque saben estudiar, organizarse y planificarse».

Día previo a la prueba

El día previo a la prueba Cristina Hernández recomienda descansar. «Pasar las últimas horas frente a libros o apuntes sólo servirá para aumentar los nervios y disminuir la capacidad. La EBAU es un examen que se ha trabajado durante todo el curso —insiste—. En conveniente que dedique tiempo a preparar el material para el día siguiente : bolígrafos, plumas (tinta negra o azul), lápices, gomas de borrar. Además, añadir el material específico para cada tipo de prueba, como pueden ser las calculadoras, diccionarios, material de dibujo. También hay que organiza el DNI y hoja de matrícula para posibles comprobaciones que tenga que realizar la organización. Y, sobre todo, acostarse pronto para poder descansar correctamente y al día siguiente, levantarse con tiempo para llegar puntual a las pruebas».

En esta línea, la profesora de la Facultad de Educación de UNIR manifiesta que el mismo día del examen no es conveniente ir a la prueba con los apuntes en la mano leyéndolos, «esto no garantiza que el alumno vaya a sacar mejor nota, pero lo cierto es que los tranquiliza. El día de antes lo mejor es que hagan lo que ellos deseen: repasar o salir fuera de casa para evadirse. Pero, eso sí, deben dormir perfectamente para ir descansados y que su mente esté más despierta».

Durante el examen

La orientadora del colegio Brains International Schools explica que los estudiantes antes de comenzar a leer y escribir deben escuchar atentamente las instrucciones del tribunal. Después, leer con detenimiento y calma todos los enunciados y subrayar todo lo que tienen que hacer para no dejar ningún apartado en blanco. Antes de decidir la respuesta, deberán leer bien todas las opciones.

«Es importante comenzar por distribuir el tiempo de cada uno de los ejercicios, comenzando siempre por los más sencillos o los que mejor domine el alumno. Posteriormente, el resto de ejercicios se podrán realizar con una mayor sensación de seguridad y dedicar más tiempo a los más complicados».

Insiste en que se debe hacer el examen con tranquilidad. «Aprovechar bien el tiempo del examen, no es necesario terminarlo antes, sobre todo son materias que el alumno domina. Una vez finalizado, han de repasar todo detenidamente . Además se debe escribir limpio y ordenado. Una buena presentación y ortografía dictarán mucho el resultado final ; al corrector le resultará más sencillo corregir el examen y puede ser un punto a favor para obtener una mejor calificación».

Advierte, además, que se debe contestar solamente a lo que pregunten porque «no darán una mayor calificación por excederse con contenido que no preguntaban. Sin embargo, hay que argumentar bien las respuestas y añadir ejemplos si es necesario».

Sea cual sea el senti del alumno, Isabel Fernández recomienda no salir de la prueba pensando en que ha sido un fracaso. « Los jóvenes están sometidos a mucha presión y si no se consigue llegar a la nota deseada es bueno tener un plan B. Actualmente hay muchas opciones formativas y profesionales y, si no se puede llegar directamente a la carrera deseada, se puede lograr siguiendo otros itinerarios, cursando otras carreras de la misma rama y con convalidación de asignaturas . Por tanto, lo que hay que tener claro es que la EBAU no va a hipotecar la vida de los estudiantes. Hay que enfrentarse a la prueba con optimismo.

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