DÍA INTERNACIONAL DE LA TARTAMUDEZ
El 84% de los adultos con tartamudez tuvo una infancia sin amigos
Actualmente, 467.000 personas en España y 72 millones en todo el mundo padecen un transtorno de comunicación
Cada 22 de octubre se celebra e l Día Internacional de Conocimiento de la Tartamudez con la finalidad de concienciar sobre este trastorno y eliminar la discriminación en torno a quienes lo sufren. Además, se busca crear oportunidades para la integración de estos individuos en el ámbito social y laboral de modo que se puedan desarrollar con naturalidad en los diversos ámbitos.
Actualmente, 467.000 personas en España y 72 millones en todo el mundo padecen esta condición también conocida como disfemia o espasmofemia . A pesar de esto, es una realidad de la que se desconocen muchos aspectos y, por lo tanto, hay miles de tabúes sobre quienes la padecen.
La Fundación Española de la Tartamudez define esta condición como «un desorden en la fluidez normal del habla caracterizado por repeticiones de sonidos, sílabas o palabras, prolongaciones y pausas, como resultado de bloqueos motores. A esta interrupción podrán venir asociados pensamientos y sentimientos negativos: miedo, estrés, inseguridades, baja autoestima… pudiendo condicionar ostensiblemente en las vidas de las personas con tartamudez».
Cuando los niños no fluyen
Los niños con esta afectación suelen ser el blanco de burlas y bromas. Según Hugh-Jones y Smith, en una investigación retrospectiva, «el 84% de los adultos con este problema manifiesta haber tenido en la infancia dificultades para hacer amigos. De estos, el 51% considera que la tartamudez fue la única causa de esta dificultad, mientras que el 83% se sintió en alguna ocasión víctima de acoso por parte de los compañeros por esta causa».
Para esta fundación «es alarmante el escaso acceso a los servicios públicos de los niños que empiezan con disfluencias y el desconocimiento por parte de los profesionales que cubren esta edad pediátrica». Según el estudio que realizaron junto a la logopeda Raquel Escobar, «más del 80% de la población menor de 6 años con tartamudez asiste a tratamiento privado. El 16% restante lo recibe en el centro escolar o en atención temprana. Mientras, el 37,6% de los padres acude al pediatra, el 39,6% al logopeda y el 22,8% acude al centro escolar. El 20% de los pediatras derivan al especialista».
En estos casos es crucial que los progenitores acudan a un logopeda especializado en tartamudez, a su pediatra y a quienes están a cargo de su hijo en el colegio para establecer y seguir pautas en conjunto para un resultado más favorecedor en el infante, ya que cada caso lleva un camino en particular.
Cómo actuar ante una persona que tartamudea
Muchos personas se han encontrado frente a una situación incómoda, sin saber cómo actuar —de esas en la que se pasa por la cabeza «trágame tierra»— al conversar con una persona que sufre de disfemia. «Los roles cambian y somos nosotros quienes llegamos a causar que ellos se sientan así de mal».
Para superar y evitar esos momentos, la Fundación recomienda abstenerse de hacer comentarios como: «Habla más despacio» o «No te pongas nervioso». También se le pide a las personas que actúen como si estuvieran hablando con cualquier otra persona y evitar terminar la frase de quien tartamudea para que termine más rápido.
Otros aspectos importantes a la hora de entablar una conversación es evitar las burlas, hablar con un ritmo pausado, pero sobre todo, no felicitarle cuando logra transmitir un mensaje después de sufrir un notable atasco.
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