Lucila Domecq el pasado viernes con Manolo Carretero, uno de los invitados al enlace
Lucila Domecq el pasado viernes con Manolo Carretero, uno de los invitados al enlace - ABC

La segunda madre de las hijas de Bertín Osborne se casa con un millonario

Lucila Domecq celebró en Jerez su enlace con Polo Villaamil, su pareja desde hace más de siete años

Madrid Actualizado: Guardar
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En un coche de caballos y acompañada por todos sus nietos. De esta manera llegó Lucila Domecq (63 años), el pasado viernes 4 de marzo, a las bodegas González Byass para casarse. La «segunda madre» de las hijas de Bertín Osborne (su hermana era Sandra Domecq, primera mujer del cantante) celebró, ante más de 300 invitados, su boda con el empresario Leopoldo Pérez de Villaamil (72 años), conocido como «Polo», su pareja desde hace más de siete años.

«Cuando Lucila llegó estaba radiante de felicidad», cuentan testigos de la fiesta. Y añaden: «Nada más aparecer, Polo le cantó una ranchera con un grupo de mariachis. Ella estaba emocionada». A la fiesta no faltaron Juan Abelló y Ana Gamazo, Blanca Pemán, Almudena Fontcuberta, Chipina Oriol, Mercedes Morenés o Sonia Bolin, vizcondesa de Almocaden.

Fue gracias a ella y a Jaime Soto por quienes se conocieron Lucila y Polo, cuando organizó una cena donde ambos coincidieron, desde entonces no se han separado. También acudieron otros amigos íntimos de la pareja como Fernando Primo de Rivera, Pedro Gómez Baeza y el cronista de sociedad Ignacio Casas de Ciria. «Fueron muchos invitados de Madrid, Jerez y Londres», recuerda una de las invitadas. Entre los procedentes de Reino Unido se encontraba el marqués de Tamarón, Santiago de Mora-Figueroa y Williams con su mujer Isabel Iturbe. También estaban los marqueses de las palmas, José Bohórquez y Pilar Crespín de Valdaura.

Bertín fue una de las grandes ausencias. No acudió al enlace porque se encontraba rodando uno de sus programas. Tampoco apareció Eugenia Ortiz Domecq, que está en la fase final de su embarazo. Sí fueron Alejandra y Claudia Ortiz Domecq, las otras dos hijas del cantante. Ana Cristina Portillo Domecq, hermana de las hijas de Bertín también asistió. Desde que muriera Sandra Domecq en 2004 a causa de un cáncer, Lucila, su hermana, se convirtió en una madre para sus sobrinas. «Ella es la que mantiene a la familia unida», cuentan. En la mesa presidencial, la pareja estuvo acompañada por la hermana de él y los hermanos de ella, Beltrán, Rodrigo y Cristian Domecq Williams, con sus respectivas parejas.

La fiesta, que comenzó a mediodía, se alargó hasta pasadas las doce de la noche. «Lucila estaba muy animada, a mitad tarde llegó un grupo de flamenco y ella se arrancó a bailar por bulerías con esa forma de moverse tan suya».

Pero la boda no empezó a las dos de la tarde de ese viernes. El jueves anterior la pareja de recién casados organizó un cocktail a las ocho y media de la tarde en el palacio Zurita, propiedad de Manolo Domecq, primo de Lucila. «Al ágape del jueves iban todos muy elegantes. El viernes todas iban con sus pamelas. A ese cocktail solo iban los mayores. La gente joven –hijos de los novios, amigos y primos–, se reunieron en un restaurante. El viernes se juntaron todos en las bodegas». En esa fiesta de gente joven estaban Carla, Cristina, Alvaro, Lulú y Alonso, los hijos de Lucila y suprimer marido, Álvaro de Figueroa y Griffith, actual conde de Romanones. También los tres hijos de Polo.

El día de la boda ella todavía no sabía a donde irían de luna de miel, Polo preparó todo el viaje con el propósito de darle una sorpresa. Lo que sí sabía la novia es que pasarían por Orlando para ir a Disney World.

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