El regreso «sin filtros» de Mirtha Legrand a la televisión argentina

A los 93 años y tras 9 meses confinada, durante los que falleció su hermana gemela, la diva retorna a los platós

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Argentina no sería Argentina sin el regreso de Mirtha Legrand . La diva vuelve, siempre vuelve y si lo hace, es porque hay esperanza. La televisión sería otra cosa sin ella. El fenómeno supera a la artista y la mujer, a la protagonista imbatible de los almuerzos –y cenas- con tertulias de este siglo y de parte del anterior.

Puede que el Covid 19 soñara con retirar a « l a Chiqui » de la pantalla pequeña pero la realidad y el personaje, es otro. «Mirtha», para la Argentina, para la América del español y para España, se cansó del encierro y vuelve. Abrió un paréntesis al programa con más emisiones de la historia por prudencia, porque el coronavirus ha enterrado a miles y porque el dolor de la muerte repentina de su hermana gemela, Goldy, no se asimila de un día a otro.

En este tiempo detrás de las cámaras su nieta, la actriz Juana Viale , tomó el testigo y se hizo con la pantalla chica que en realidad es grande, como la historia de una mujer, modelo memorias de Pablo Neruda , que podría decir en voz alta aquello de: Confieso que he vivido. «Mirtha», la genuina, regresa a los estudios después de 9 meses confinada . Encerrada en su piso de la famosa Avenida de Libertador, el 21 de marzo entregó el testigo de los almuerzos, a su nieta y ahora lo recupera. La actriz ocupó desde entonces el espacio de una abuela que lo llena todo en la familia y en el estudio. El regreso hoy Sábado consistirá en devolver a Mirtha lo que es de Mirtha. Todo quedó y queda en familia.

Ni un pie en la calle

El mundo que dejó «la señora» ya no está. Tampoco aquella Argentina de calles y teatros llenos. En esta nueva normalidad (sí, también allí se utiliza la dichosa expresión) todo cambia y ha cambiado. La antigua escaleras a lo Scarlata O´Hara forma parte del pasado hace tiempo, el roce o el apretón de manos lo hará hoy cuando se alce el telón imaginario del plasma. Se mira pero no se toca. El programa que resucita, en esta recta de fin de año a la sombra del Covid, es lo mismo pero diferente. En el estudio estarán los imprescindibles. Ni uno más ni uno menos. Ella, llegará, eso sí, como siempre. Con Marcelo, su chofer. Del garaje irá directa al camerino y no pondrá un pie en la calle. La liturgia previa al encendido de focos será algo distinto.

Esa cabeza llena de ideas, historias y vivencias de más de 92 años, estará coronada con su peinado pero moldeado en su casa. Lo mismo sucede con su vestido, hecho a medida de su figura y de su gusto por Claudio Cosano, el diseñador que aceptó el desafío de sorprender a millones de televidentes con la reentré de Mirtha. Los detalles son «top secret» advirtió el modisto en el programa Teleshow. «Ella –comentaba él- siempre me da libertad total para los diseños porque le encanta mi estilo. Además, la visto y nos conocemos desde hace años». Aún así, dio algunas pistas, « es un vestido de alta costura totalmente realizado a mano y bordado en cristalería. Yo, quiero que luzca divina, como la reina que es ».

En estos tiempos de penurias, miserias y de gobierno kirchnerista recargado, la vuelta de Mirtha a las pantallas argentinas es la vuelta del coraje, el regreso de la verdad sin filtro, el entusiasmo eterno y la promesa de mirar, siempre, adelante porque el futuro, en definitiva, es lo único que se puede cambiar.

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