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Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler - EFE

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler debutarán en los Premios Goya

El escritor entregará el «cabezón» a Mejor Guión y desfilará por la alfombra roja con la «reina de corazones»

MADRID Actualizado: Guardar
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El próximo 6 de febrero se extenderá la alfombra roja (¿o verde?) por la que desfilarán todos los asistentes a la ceremonia de entrega de los Premios Goya. Los miembros de la Academia de Cine se vestirán con sus mejores galas para rendir tributo al cine español y repartir estatuillas entre los nominados. Como ya es habitual, en la puerta se agolparán los reporteros y admiradores de los actores con el fin de conseguir el mejor titular de los candidatos o votar el modelo más elegante de la jornada. Penélope Cruz, Javier Cámara, Ricardo Darín, Juliette Binoche, Isabel Coixet, Tim Robbins… La lista de invitados es larga y jugosa pero seguramente el momentazo de esa red carpet será cuando aparezcan juntos y radiantes los novios más populares del momento, el premio Nobel Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler

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Al escritor peruano le han ofrecido que entregue el Goya al Mejor Guión y, si nada lo impide, allí estará el próximo día 6 con Isabel a su lado y con todos los flashes que despiertan desde que se supo su historia de amor. Desde sus butacas podrán seguir el desarrollo de esta ceremonia que presenta una vez más el actor Dani Rovira y donde en los últimos tiempos se ha calmado el tono reivindicativo de etapas anteriores que convirtieron esta gran fiesta del cine español en una manifestación política con mensajes y pancartas que nada tenían que ver con las películas nominadas.

La amistad con «Pe» Cruz

Con un clima más divertido y, sobre todo, con el cine como eje principal de todos los argumentos, Vargas Llosa y Preysler podrán vivir su noche más estelada en un entorno que seguramente sea nuevo para ellos y eso que se reencontrarán con viejos conocidos. El escritor tiene buenos amigos en la Academia y pocos saben de la amistad que hay entre Preysler y Penélope Cruz. La socialite y la actriz no sólo comparten sus secretos de belleza en Maribel Yébenes o las Massume (centros a los que ambas acuden) sino que también han coincidido en cenas privadas donde han podido hablar y conocerse mejor.

Puestos a soñar, quién sabe si la presencia de la pareja de moda de lugar a que algún guionista tenga la tentación de llevar su historia al cine y poner en pantalla grande un romance que tiene todas las papeleteas para acabar en boda en 2016. Ese es al menos el objetivo de Vargas Llosa, quien el pasado mes de noviembre presentó en un juzgado de Madrid la demanda de divorcio de Patricia Llosa, su fiel esposa durante cincuenta años.

Acercamiento con Patricia

Aunque la ruptura supuso un distanciamiento absoluto del matrimonio, en las últimas semanas Mario y su todavía esposa han acercado posturas y más tras la generosa oferta económica que el escritor ha puesto sobre la mesa a través de sus abogados para evitar ir a un juicio o protagonizar peleas públicas. Según cercanos a la familia, ese acuerdo está muy cerca y es que, como aseguran esas mismas fuentes, « Patricia seguro que acepta unas condiciones que ningún juez le iba a dar de forma tan generosa».

Si no hay complicaciones de última hora el divorcio de los Vargas Llosa podría ser una realidad la próxima primavera. Enamorado hasta la médula de la «reina de corazones», Mario es consciente de que tiene que dejar una situación más que acomodada a su ex y no sólo por el tiempo que han pasado juntos sino por la manera en la que Patricia se ha dedicado a ayudarle y ser sostén de su familia y «secretaria para todo» de su marido.

Con propiedades en Madrid, Lima, Londres, Santo Domingo y París, el autor de «La fiesta del chivo» salió de su casa con lo puesto y dejó que su esposa e hijos sigan disfrutando de unas casas que él no ha vuelto a pisar. A menos de dos meses de sacar a la luz su próximo libro, titulado «Cinco esquinas», y a punto de cumplir 80 años, el Nobel se dispone a vivir un nuevo capítulo de una vida marcada por las luces.

Precisamente a ese mundo es donde está llevando a una Isabel que se ha convertido en su inseparable compañera de viajes y presentaciones. Será su pareja en los Goya de la misma manera que esta semana lo fue en el homenaje que se rindió en el Palau de la Música de Barcelona a Carmen Balcells, con la que Mario tenía una profunda relación. La repentina muerte de la agente literaria le dejó destrozado y para el recuerdo ya quedará la última vez que cenaron juntos, apenas unos días antes de su fallecimiento, con Isabel también en la mesa.

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